Los nuevos templos culturales de Valencia

La iniciativa privada impulsa el atractivo de la ciudad, con la apertura de CaixaForum en 2022 y otra nueva referencia artística, el centro de arte Hortensia Herrero, en el horizonte.

El Siglo de Oro del Reino de Valencia se ha perpetuado hasta nuestro días gracias a monumentos emblemáticos como la Lonja de la Seda o de Los Mercaderes y la catedral de Valencia. Unas obras que fueron posibles gracias a la participación de un dinámico tejido de gremios y comerciantes que llevaron a la ciudad del Turia a su máximo esplendor y que no dudaron en arrimar el hombro para dejar como herencia a la ciudad y sus habitantes algunos de sus grandes iconos centenarios. Una tradición que está a punto de tener su continuidad en el tiempo con la próxima puesta en marcha de dos nuevas ‘catedrales’ culturales, que enraizan con esa larga tradición de mecenazgo privado.

El primero de los nuevos equipamientos culturales que verán la luz en la ciudad del Turia es el ansiado CaixaForum, que se está construyendo en el interior del edificio Ágora de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, en el antiguo cauce del río. Las obras para levantar el nuevo centro cultural de la Fundación ‘la Caixa’ se iniciaron en marzo de 2020 y, tras un parón obligado de cuatro semanas por la pandemia del Covid durante las cuales no se permitieron los trabajos no esenciales, se reanudaron en abril de ese mismo año. Sus promotores confían en cumplir la previsión de que el centro podrá abrir al público en julio de 2022.

La inversión de la Fundación ‘la Caixa’ para hacer realidad este esperado proyecto superará los 19 millones de euros, a los que se suma un presupuesto anual de unos 5 millones de euros para el mantenimiento, la programación y el funcionamiento del centro. Una instalación que además da salida a un edificio emblemático del siempre polémico arquitecto Santiago Calatrava que tras varios años sin finalizarse aún estaba inconcluso. Su oferta permitirá complementar uno de los grandes atractivos turístico de Valencia, el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, propiedad de la Generalitat Valenciana que ha cedido el uso del inmueble a la entidad.

Además de aprovechar el Ágora diseñado por Calatrava con su rompedora estética exterior, el nuevo centro convertirá el interior del inmueble en una obra de arte. Para ello, el artista Frederic Amat será el encargado de realizar una intervención en el techo del Auditorio. También el ceramista Toni Cumella, especializado en aplicar esta artesanía a la arquitectura, ha recibido el encargo de revestir de cerámica el edificio de Administración y la Sala Vip del futuro centro. “De esta forma, lejos de limitarse a la funcionalidad, el proyecto de CaixaForum València es en sí mismo una creación artística que conjuga arquitectura y arte, si es que alguna vez han estado separadas, y que acogerá exposiciones y actividades de arte y ciencia”, según Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación ‘la Caixa’.

El proyecto del arquitecto Enric Ruiz-Geli y su estudio Cloud 9 respeta, potencia y convive con el Ágora manteniendo su concepto original como espacio de reflexión y gran superficie cultural abierta, pública y de gran actividad, según la propia entidad. El noveno CaixaForum de España tendrá dos salas de exposiciones, un auditorio con capacidad para unas 300 personas, librería, restaurante y un espacio familiar y educativo. Este nuevo templo cultural y social tendrá un total de 8.200 metros cuadrados.

Antes de su apertura ya se conoce que contará con a instalación permanente de dos obras de arte a cargo de las artistas valencianas Inma Femenía y Anna Talens.Femenía ha proyectado para el centro una escultura intangible que reproduce el fenómeno óptico del arco íris, denominado Arc al cel. Por su parte, Talens aportará Palafit, una escultura que se basa en la arquitectura agraria de los ecosistemas acuáticos. Un palafito dorado de sección triangular, que evoca la vida de los agricultores de la Albufera, cuyas construcciones sobre las aguas evolucionaron a las barracas, y que se ubicará en el exterior.

Precisamente el exterior de la Ciudad de las Artes es una de las salas de exposiciones donde se exponen algunas de las obras que la fundación Hortensia Herrero trae año tras año a Valencia. La institución creada y financiada por la propia Hortensia Roig, mujer del presidente de Mercadona Juan Roig y segunda accionista de la cadena de supermercados, lleva varios años trabajando en un ambicioso proyecto para crear un nuevo hogar donde mostrar su colección de obras de arte contemporáneo.

Una ubicación que está clara desde 2016, cuando adquirió el antiguo Palacio Valeriola en pleno corazón del casco histórico de Valencia, en la calle del Mar. Una emblemática edificación de estilo barroco construida en el siglo XVII, en la que se pueden encontrar restos del Circo Romano y de la antigua judería de la ciudad, pero que estaba en una deplorable estado de abandono. Su rehabilitación y las obras de adaptación para crear el nuevo espacio se iniciaron en 2018 y han avanzado a la vez que se preservaba los nuevos descubrimientos hallados en los trabajos. En este caso, la apertura está prevista para 2023.

Una vez recuperado, el palacio se convertirá en un complejo de casi 4.000 metros cuadrados de superficie y cuatro niveles visitables. La transformación del espacio, además de recuperar para la ciudad un importante elemento de su patrimonio arquitectónico, permitirá disfrutar de la colección privada de arte de Hortensia Herrero y de exposiciones temporales de artistas de reconocido prestigio nacional e internacional.

También será la sede y el nuevo buque insignia de la propia Fundación Hortensia Herrero, que también está restaurando inmuebles vecinos del siglo XIX para instalar sus oficinas. Una actividad cultural y de mecenazgo que durante las últimas décadas ha permitido recuperar y restaurar algunos tesoros históricos casi olvidados de Valencia, como las pinturas murales de la iglesia de San Nicolas, el Colegio Mayor de la Seda o la iglesia de los Santos Juanes. Unas labores para las que la fundación destinó 14 millones de euros en 2020.

CaixaForum y el Centro de Arte Hortensia Herrero se suman a iniciativas como el centro de la Fundació Per Amor a l’Art, en la antigua fábrica de Bombas Gens promovida por la familia propietaria de Ubesol, y refuerzan una oferta con referencias como el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí o el veterano Museo de Bellas Artes San Pío V, considerado la segunda pinacoteca de España tras el Museo del Prado.