Un plan postcovid con la financiación en el aire

El presidente valenciano Xomo Puig presenta una ambiciosa estrategia para recuperar el pulso tras la pandemia con un flanco débil: cómo garantizar los fondos para las más de 400 medidas planteadas

Con la segunda ola del coronavirus acechando en las comunidades autónomas y el regreso de las limitaciones a la movilidad en algunos rincones de España, el presidente valenciano Ximo Puig ha querido dejar claro que su Ejecutivo ya tiene una estrategia clara para hacer frente a la reconstrucción de la era postcovid. Una recuperación a largo plazo, eso sí, ya que contempla inversiones para un periodo de siete años.

El presidente volvió a aprovechar uno de sus escenarios favoritos, el Debate de Política General en las Cortes, para presentar el grueso de la batería de iniciativas incluidas en la que ha bautizado como Estrategia Valenciana de Recuperación. Una hoja de ruta que según el propio Puig se basa en los acuerdos ya alcanzados con los agentes sociales e incluso la mayoría de los grupos políticos del propio parlamento autonómico. El líder socialista asegura que todas ellas se centran en cinco ejes: el cuidado de las personas y la inclusión social; el empleo, conocimiento e investigación; la transición ecológica y la cohesión territorial; la resiliencia económica y transformación digital; y la Administración eficiente.

En total este ambicioso programa contempla 410 medidas cuyo presupuesto el Gobierno valenciano calcula en 21.134 millones de euros. Una auténtica lluvia de inversiones que precisamente contrastan con las restricciones presupuestarias de los últimos años, marcadas por la deuda heredada de la anterior crisis y la continua reivindicación del fin de la infrafinanciación.

El propio Puig reconoció en su discurso que para poder ejecutar estas medidas será clave el Fondo Europeo de Reconstrucción, que llegó a calificar de un auténtico Plan Marshall. Pero, además, confía en obtener un buen bocado del marco presupuestario plurianual de la Unión Europea 2021-2027 y de los presupuestos del Estado. Unos fondos que la Comunidad Valenciana tendrá que disputarse duramente con otras regiones. Además, en algunos de los proyectos concretos, el presidente volvió a mencionar la colaboración público-privada como una de las alternativas, aunque sin concretar las fórmulas exactas.

A la vez, en el propio Debate de Política General los tres partidos que apoyan el Gobierno de Botànic, PSPV, Compromís y Podem, presentaron una propuesta conjunta para revisar y reordenar las deducciones del IRPF con una mayor progresividad y la creación de nuevas tasas e impuestos verdes ante el reto de combatir el cambio climático. Una mayor presión fiscal que choca con la postura de la oposición y el acercamiento entre Puig y Ciudadanos de cara a los presupuestos de 2021.

El reparto del dinero

Aunque el origen del dinero no está despejado, la hoja de ruta fijada por el Consell sí tiene claro el destino de la mayoría, con actuaciones muy concretas. El presidente detalló entre esas actuaciones las destinadas a mejorar y ampliar tanto los centros y hospitales de la Sanidad Pública como los de asistencia social, que suman un importe que ronda los 1.400 millones de euros. Precisamente Sanidad es uno de los departamentos donde más cambios anunció con la creación de un nuevo Servicio Valenciano de Salud, curiosamente un organismo que en su día se decidió suprimir para reducir el peso del sector público por su elevado gasto y las duplicidades que suponía con la propia Conselleria de Sanidad. Según Puig, el nuevo organismo será la piedra angular de “una profunda reforma de la arquitectura institucional de la sanidad valenciana para hacer más eficiente la gestión”

Como en todo Plan Marshall que se precie, la Generalitat también otorga un papel esencial a la inversión en infraestructuras, con más de 2.000 millones de euros que se repartirán en obras hídricas y ferroviarias.

Otro de los ámbitos que mimará será el de la vivienda. “Perseguimos activar los mecanismos de financiación para hacer viable la colaboración público-privada en la construcción y rehabilitación de edificios para el alquiler asequible o social,” declaró en su comparecencia el presidente socialista. Para esas líneas contempla un total de 375 millones de euros, fundamentalmente en créditos, además de otros 129 millones en un plan de ayudas para la rehabilitación de viviendas destinados a los propietarios individuales.

Los sectores incluidos

“Quien salva una empresa, salva empleos, salva familias y salva futuro”, aseguró Puig durante su intervención. El presidente citó actuaciones para varios sectores empresariales dentro de este plan de recuperación. Así se comprometió especialmente con el turismo. Con un plan de choque para su reactivación que cuantificó en 196 millones, con el lanzamiento de los bonoviajeCV por el que se subvencionarán estancias en hoteles y otros servicios como la primera gran iniciativa visible desde las próximas semanas.

En cuanto a la industria, también puso cifras a su apuesta por ampliar Parc Sagunt y convertir el aeropuerto de Castellón en un complejo con actividades ligadas a la industria aeronáutica.

Respecto a dos de los grandes motores industriales autonómicos, el automóvil y la cerámica, sus anuncios se centraron en el apoyo a proyectos para aprovechar la transición en el modelo energético hacia fuentes más sostenibles. Una estrategia que en el caso de la automoción pasa por conseguir la instalación de una gigafactoría de baterías de litio para el sur de Europa en la Comunidad Valenciana, para la que comprometió 10 millones de euros con los que se apoyará su creación.

En cuanto a los fabricantes de azulejos y su industria auxiliar en Castellón, el jefe del Consell adelantó que se está trabajando en una Estrategia Valenciana del Hidrógeno Verde que permita la descarbonización de la industria termointensiva, es decir, la que utiliza el calor de los hornos, como en el caso de la cerámica.