La hora de la verdad más allá de los discursos

Tradicionalmente los presupuestos públicos son el instrumento que traduce a cifras las políticas de los Gobiernos. En muchos casos suponen la mejor medida de la realidad de las promesas electorales de los políticos y de sus grandes anuncios. Por ello, en una situación como la actual en que la incertidumbre envuelve prácticamente todo y la realidad cambia de la noche a la mañana, los presupuestos autonómicos que debe presentar y negociar el Gobierno valenciano de Ximo Puig serán una prueba de fuego definitiva de qué parte de sus discursos son palabras que se llevará el aire y qué parte se llevará a la práctica con los fondos públicos.

Ha llegado la hora de la verdad, y no sólo por los números incluidos en cada partida presupuestaria. Desde hace dos meses el presidente valenciano ha escenificado un acercamiento con Ciudadanos, al que también ha contribuido el líder de esa formación en las Cortes valencianas, Toni Cantó. Conseguir un mayor consenso político para unos presupuestos esenciales ante la crisis sanitaria y económica en la que estamos inmersos es una de las iniciativas que llevan reclamando desde hace tiempo las empresas. Y lo cierto es que Puig ha mantenido las conversaciones a pesar del pulso de sus socios del Botànic, especialmente Compromís, que ha intentado marcar distancias con ese posible acuerdo.

A nadie se le escapa que uno de los puntos fundamentales para ese posible acuerdo será si se incluye o no una subida fiscal. Una medida que Ciudadanos ha rechazado al considerar que es contraria al pacto valenciano de reconstrucción económica, social y sanitaria que apoyaron en agosto todos los grupos del parlamento autonómico salvo Vox.

Otro de los aspectos que deben concretar los presupuestos son las vías de la colaboración público-privada que tanto repite el propio Ximo Puig, pero que a la hora de la verdad chocan con decisiones como la de revertir la gestión privada del hospital público de Torrevieja de Ribera Salud o los anuncios para crear nuevas sociedades públicas. El pasado 9 de octubre, en el acto institucional del día de la Comunitat Valenciana, el presidente valenciano volvió a insistir en la necesidad de una gran alianza público-privada para poder afrontar la reconstrucción tras la crisis. Puig reconoció que sin las empresas es imposible crear empleo. Un discurso que los empresarios apoyan, pero que debe plasmarse en algo más que palabras y buenas intenciones.

Especialmente porque esa colaboración será básica para aspirar a los proyectos de inversión que financiarán los fondos europeos para la recuperación económica y de los que dependerá en buena medida las bases de la economía de la Comunitat Valenciana para la próxima década.