Los nuevos negocios nacidos de la crisis del coronavirus

Empresas valencianas y emprendedores no se han quedado con los brazos cruzados en esta crisis. Firmas de distintos sectores han puesto en marcha iniciativas para aprovechar las oportunidades que supone el auge de productos y servicios que tenian poca demanda hasta ahora

El parón obligatorio por el estado de alarma y el confinamiento en marzo llevó a muchos pequeños empresarios a buscar alternativas. Este fue el caso de Carlos Ortega, cuya empresa familiar, Valentia Export, se dedica al negocio de los colchones y almohadas sanitarias en Albal (Valencia). El empresario valenciano decidió dar el salto a las mascarillas ante la falta de este producto y para ello se unió a varios de sus proveedores textiles, que también se enfrentaban al parón de su actividad.

“Llegamos a un acuerdo y creamos una firma comercializadora, Valentia Medical, para vender las mascarillas quirúrgicas que fabricamos en dos líneas de producción que montamos en las instalaciones de estos proveedores, una en Ontinyent (Valencia) y otra en Guimaraes (Portugal)”, explica Ortega. El empresario invirtió 350.000 euros y su negocio ahora está produciendo y vendiendo 2,5 millones de mascarillas al mes. La mayoría de sus ventas se dirigen a farmacias, empresas que buscan equipar a sus trabajadores y a particulares a través de su web valentiamedical.com. “La gente está buscando marca España y producto fabricado aquí”, asegura Ortega, que señala que precisamente donde más les cuesta entrar es en licitaciones públicas, en las que prima el precio y es imposible competir con los importadores.

El empresario valenciano considera que “el uso de la mascarilla no se va a terminar” pase lo que pase con la vacuna. “El reto es ser competitivos frente al producto importado”, señala. Además, su empresa quiere continuar incrementando su actividad para el sector sanitario ampliando la línea de colchones y almohadas con somieres tanto para hospitales como para residencias geriátricas.

La producción de mascarillas es sin duda una de las actividades en que muchos han decidido entrar ante lo vivido en la primera parte de este año, en parte por la larga experiencia de muchas empresas valencianas en el textil. De hecho, la mayoría de las ayudas destinadas por el Ministerio de Industria a una docena de empresas valencianas por un total de 3 millones de euros para adaptar su producción a nuevas necesidades derivadas de la pandemia se dirigen a este tipo de proyectos.

Del sector textil hogar valenciano proceden Cotoblau y Aupa Hogar, ambas de Albaida, que han puesto en marcha líneas para la fabricación de mascarillas y batas quirúrgicas, al igual que Funcotex, de Torrent, y Milarosa de Ontinyent. Otro grupo que quiere aprovechar su experiencia en el sector sanitario es Orliman, el grupo valenciano de ortopedia que se ha sumado al boom de las mascarillas. También en otro de los sectores manufactureros más arraigados en Alicante, el del calzado, ha encontrado eco las oportunidades de las mascarillas. Uno de sus principales proveedores de componentes, Zahonero, ha habilitado sus instalaciones en Elda para ampliar su fabricación.

Otro de los sectores que más rápidamente ha encontrado un nuevo negocio es el vinculado a la química, la cosmética y la higiene, con la utilización de los hidrogeles alcohólicos y otros productos. Tres empresas valencianas -RNB, SPB y Sesderma- y una alicantina -Laboratorio Español Invest Cosmética- han logrado las subvenciones de Industria para poder desarrollar esta actividad.

También en el ámbito sanitario la aparición del coronavirus ha permitido a compañías que trabajan en desarrollos innovadores dar nuevas aplicaciones a sus investigaciones. Este es el caso del Instituto de Medicina Genómica de Paterna, que ha obtenido fondos para la fabricación, validación y puesta en el mercado de nuevos kits PCR para el diagnóstico del Covid. Uno de los grandes grupos de transporte y servicios de Alicante, Vectalia, se ha unido a los laboratorios de agua Labaqua, del Grupo Suez, para crear Biovalia, una consultora especializada en implantación de procesos de bioseguridad, salud ambiental y desinfección que suma la experiencia de ambas para ofrecer soluciones a medida ante situaciones como las generadas por la pandemia.

Las tecnológicas también han descubierto nuevos campos y mercados. El grupo Alfatec, por ejemplo, ha disparado su negocio de equipos de desinfección con ultravioletas. Por su parte DialApplet ha conseguido que el Ministerio de Salud de Colombia utilice su app para los cerca de 2.000 rastreadores de ese país.

La capacidad de adaptación en algunos casos va mucho más allá. Una pyme de Elche dedicada a la comunicación visual y diseño de catálogos, Hijos de Francisco Camina, por su parte ha encontrado en estos últimos meses una nueva línea de negocio con los equipos de protección y ha decidido crear una línea de fabricación de gafas de protección.