Coches ‘made in Valencia’: la pandemia despierta el orgullo por la industria local

El parón económico permite tomar conciencia del peso de Ford Almussafes y sus 7.000 empleos directos. La empresa espera que el mercado responda para producir al 100% a partir de julio

El repentino parón económico autoimpuesto para contener la expansión del Covid-19 ha permitido tomar conciencia de la importancia social de grandes sectores que detuvieron su actividad de la noche a la mañana. Uno de ellos fue la producción de vehículos, que representa el 10% del PIB español y el 9% del empleo -según las cifras de la patronal de fabricantes Anfac- y que en la Comunitat Valenciana tiene como referente a Ford Almussafes. La factoría emplea a alrededor de 7.000 personas y fabrica un total de cinco modelos (Kuga, Mondeo, S-Max, Galaxy y Connect). Del primero produce dos versiones electrificadas, y su híbrido enchufable ha sido el primero de esta tecnología en fabricarse en España. El Mondeo fue el primer híbrido valenciano, y las nuevas versiones híbridas de S-Max y Galaxy ya han sido adjudicadas a la factoría para atender las nuevas demandas del mercado.

En el caso de la planta valenciana, el cierre de los concesionarios la llevó a cesar su actividad durante más de mes y medio, en los que sus trabajadores mantuvieron su empleo mediante la aplicación de un ERTE a la práctica totalidad de la plantilla y percibieron un complemento salarial que les permitió cobrar el 80% de su sueldo. Al cerrar de forma temporal la empresa referente, el conjunto del sector también se resintió, hasta el punto que 52 compañías del automóvil aprobaron expedientes que afectaron a un total de 17.300 trabajadores, el 61% del empleo total del gremio en la autonomía.

Por suerte, el pasado 4 de mayo Ford Almussafes volvió a levantar la persiana, y lo hizo con un calendario esperanzador: la multinacional espera volver a fabricar al 100% de su capacidad a partir del próximo mes de julio. En concreto, las cifras que maneja la dirección contemplaban una producción de 13.200 coches menos en el presente mes de mayo, pero que mejorará de forma significativa con 3.200 vehículos menos en junio y solo 1.300 unidades menos en julio. Si logra alcanzar este hito habrá reducido el impacto del Covid-19 a solo cinco meses.

Pese a las enormes dificultades, la pandemia deja un aspecto positivo: ha permitido tomar una mayor conciencia de la importancia de contar con una industria potente de este tipo, ha despertado el orgullo por la industria local y los coches made in Valencia. Ejemplo de ello han sido las manifestaciones del presidente valenciano, Ximo Puig. Del mismo modo que el mandatario socialista ha subrayado la necesidad de apostar por el turismo local en la próxima campaña de verano, el dirigente también ha reivindicado en repetidas ocasiones que “se aproveche este momento para acelerar la renovación tecnológica y ecológica del parque automovilístico” y que “a partir de los próximos meses se pueda hacer una promoción efectiva de la compra y sustitución de coches contaminantes”.