Los Anglés traspasaron gasolineras antes de su juicio

Carlos y Mauricio, hermanos del fugitivo español más buscado, vendieron sociedades los meses previos a su juicio por extorsión, del que fueron absueltos al no acudir el denunciante

Tres hermanos del fugitivo más buscado de España (Antonio Anglés, presunto autor del triple crimen de Alcàsser en 1992) fueron juzgados este mes de julio en la Audiencia de Valencia junto a un cuarto acusado. Se les acusaba de extorsionar a un empresario para que este cediera su participación en una gasolinera de Yecla (Murcia), si bien resultaron absueltos de este delito tras no presentarse a la vista el denunciante.

Se trata de Carlos M., Roberto M. y Mauricio M. -ya no utilizan el apellido Anglés- y de Manuel R, quienes acudieron a la vista tras realizar varios movimientos mercantiles, según ha podido contrastar elEconomista. Carlos se ha desprendido de su participación en la gasolinera en cuestión, Carburantes del Siglo XXI SL, así como de una sociedad inmobiliaria que ahora gestiona su hermana Kelly, Valgrup 2013 SRL. Por su parte, Mauricio ha hecho lo propio con otra firma de combustible, Gasolinera Low Cost Vinaroz SL.

Carlos y Mauricio cuentan con varias sociedades a su nombre, según consta en la información pública sobre ambos depositada en el registro mercantil. Los dos, además, han realizado movimientos recientes. Carlos, el menor de los hermanos Anglés (de 40 años de edad), ha traspasado su participación en la mencionada Carburantes del Siglo XXI SL, que pasó en octubre de 2019 a manos de una sociedad inversora en la que participa un empresario del sector inmobiliario valenciano. Preguntado al respecto por elEconomista, el empresario rehusó a realizar comentario alguno sobre la operación por la que adquirió la gasolinera de Carlos M. y David R. La firma tenía su sede en el domicilio de Carlos en Massanassa y facturó más de 575.000 euros en 2017.

Además, unos meses antes de desprenderse de la gasolinera, Carlos M. también cesó como administrador único de Valgrup 2013 SRL, sociedad “agente de la propiedad inmobiliaria” que cuenta con un inmovilizado material de cerca de 232.000 euros y tiene su sede en el mismo domicilio de Massanassa. En este caso se da la circunstancia de que la empresa ha pasado a manos de su hermana Kelly Anglés, que es la administradora única de la firma desde julio de 2019. Kelly M. como acreditaron Genar Martí y Jorge Saucedo en su libro El Fugitiu, es propietaria de varios inmuebles en Valencia y vive de rentas. En el registro también consta como administradora única de Multicurrency Internacional SL.

Carlos M., por contra, mantiene dos empresas a su nombre: Restaurante Valencia Cánovas SL -de la que pende un establecimiento de comidas ubicado cerca de la plaza de la ciudad que le da nombre-, e Inversiones Bit Fit SL, lo que parece una sociedad patrimonial, afincada en el mismo domicilio social de Massanassa.

Mauricio M., de 42 años de edad, realizó el movimiento empresarial más reciente. Se produjo el pasado mes de febrero de 2020, cuando cesó como administrador único de Gasolinera Low Cost Vinaroz SL, ahora gestionada por un tercero, David M. En esta empresa, que también comparte sede social en Massanassa con las sociedades de su hermano Carlos M., constaban además como apoderados el propio Carlos y el también acusado Manuel R.

Según sus cuentas públicas, esta gasolinera funcionaba mejor que la de Yecla. Facturó alrededor de 1,7 millones tanto en 2017 como en 2018, años en los que dio 434.000 y 12.500 euros de beneficio.

Por contra, Mauricio M. sigue al frente de las sociedades Gasoil Gaso SL, lo que parece una gestora, con sede en Catarroja; y Top Clinic Capilar SL, mercantil radicada en Massanassa dedicada a los injertos capilares y a otros tratamiento estéticos.

El patrimonio empresarial de Carlos y Mauricio M. revela un significativo avance social por parte de ambos, integrantes de una familia muy humilde que pasó a la primera línea mediática en los 90 por el terrible crimen del que se acusa a su hermano. Tanto ha crecido su estatus que, al menos uno de ellos, ha residido en una conocida urbanización de Picassent dotada con seguridad privada. No obstante, los pormenores del juicio y las sustancias halladas en casa de Carlos M. (hachís, heroína y cocaína) levantan ahora las sospechas sobre el origen de la riqueza que han generado durante los últimos años.

Todos los acusados fueron absueltos el pasado 27 de julio de los delitos de extorsión y lesiones al denunciante, que no se presentó a la vista, si bien Carlos M. sí ha sido condenado a un año y tres meses de cárcel por tenencia ilícita de armas y a otros tres años y medio por un delito contra la salud pública.