Inversiones son amores

La pandemia ha golpeado con fuerza al sector del automóvil, que representa el 9% del empleo en España y el 11% del PIB. La caída de la demanda de vehículos motivada por la repentina crisis en la que se ha visto inmerso el planeta provocará un ajuste global en el que la nación corre el peligro de sufrir nuevos recortes como el de Nissan en Barcelona, al haber cometido un error de bulto durante los últimos años: perder la carrera por el coche eléctrico frente a sus principales rivales europeos. Y es por ello que urge poner toda la carne en el asador para captar inversiones que permitan a España remontar posiciones.

Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, dos proyectos se han convertido en protagonistas durante las últimas semanas. Se trata de la posibilidad de captar la segunda factoría de Tesla en Europa -que parece camino de Bristol, Reino Unido-, y la de levantar una gran fábrica de baterías para coches eléctricos en la autonomía. En ambos casos se trata de iniciativas proyectadas junto a Ford Almussafes que se encuentran en fase embrionaria, lejos de convertirse en realidad, pero que supondrían un paso de gigante hacia la modernización del sector en tierras valencianas.

Por lo que respecta al proyecto de Tesla, llama la atención que haya tenido que ser una consultora privada, IBC & Partners, quien haya impulsado la iniciativa ante las noticias llegadas de Reino Unido. La prensa local reveló que el impulsor de la compañía, Elon Musk, visitó un área próxima a Bristol con su jet privado en la que se plantea levantar la que sería la segunda factoría de su empresa en Europa, tras la que ya está construyendo en Berlín.

Ante tal circunstancia, IBC & Partners propone al Ministerio de Industria que lidere un contraataque para atrapar esta inversión, con el argumento de que el entorno de Ford -multinacional americana que acredita la seguridad jurídica del lugar- le ofrecería mayores ventajas al encontrarse dentro de la UE y junto a un puerto tan importante como el de Valencia.

Pero este no puede ser el sistema de funcionamiento. El Gobierno de España debe maniobrar más rápido si quiere ver materializadas inversiones como la mencionada. Es el Estado quien debe tomar la iniciativa, estar atento al mercado e ir por delante, ofreciendo las máximas facilidades a empresas como Tesla.

En la misma línea, el ‘conseller’ de Economía explica en la entrevista concedida a esta revista que lleva cuatro años detrás del proyecto para construir junto a Ford una gran fábrica de baterías. Ni la autonomía ni el Gobierno de España deberían haber dejado pasar tanto tiempo para captar una inversión que puede ser crucial para el futuro del sector. De nada servirá tanto proyecto si no se materializan finalmente. Hechos son amores y no buenas razones.