El sector valenciano del automóvil se sube
a la nueva movilidad

La industria auxiliar crea un proyecto para responder a retos como el coche eléctrico y garantizar la continuidad de uno de los motores económicos regionales

De fabricar coches y sus piezas al reto de ofrecer servicios de movilidad sostenible. Ese es el gran salto en que se haya inmerso uno ce los motores industriales y el mayor exportador de la Comunidad Valenciana: la industria de la automoción. En plan revolución del sector y en un año marcado por la caída de las ventas por la pandemia, el clúster valenciano de la automoción Avia ha puesto en marcha su plan para tratar de garantizar la transformación y supervivencia de un sector que emplea a 25.000 personas de manera directa y que supera los 12.000 millones de euros de facturación, más del 11% del PIB regional.

Por ello, para “catalizar” las energías necesarias y la colaboración de empresas y otros organismos de investigación e innovación para poder responder a este cambio de modelo Avia y sus cerca de 120 empresas, entre las que se incluye Ford, ha lanzado Mobility innovation VLC (MiV). “El Miv es esa palanca de transformación del sector de la automoción al sector de la movilidad que reúne a todos los agentes”, definió la presidenta de Avia, Mónica Alegre, durante la presentación de esta entidad.

Para el sector es un proyecto estratégico para el conjunto de la Comunidad Valenciana, ya que resulta esencial para garantizar el futuro de la industria. El MiV según Avia une a empresas, instituciones innovadores, agentes del conocimiento administraciones, universidades para poder trabajar conjuntamente y poner en marcha proyectos industriales que permitan asegurar la competitividad y la innovación en pleno cambio de paradigma del automóvil. Y todo ello en un momento en que además para poder lograr financiación europea son necesarias alianzas y colaboraciones.

Precisamente la creación de un organismo capaz de aglutinar proyectos innovadores en movilidad y transición energética es fundamental en un momento en que el propio Gobierno español ha anunciado que destinará 10.000 millones de euros de los fondos Next Generation EU procedentes de Bruselas al sector del motor en los próximos tres años.

“Solo con la colaboración pública-privada podremos avanzar y conseguir los retos que nos plantea la Unión Europea. No podemos ni debemos desaprovechar la oportunidad”, destacó Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo. La Administración valenciana apoyo esta iniciativa que considera que permitirá poner en valor la investigación existente en la región para uno de los mayores motores industriales de la autonomía. Además, considera que el MiV es complementario de la Agencia Valenciana de la innovación (AVI), la Red de Institutos Tecnológicos (Redit) y las universidades.

De momento, el MiV, que arrancó el pasado mes de junio, ya tiene definidos dos grandes proyectos para arrancar después de haber conocido los intereses de la industria, por un lado, y las posibles soluciones planteadas por el ecosistema innovador valenciano.

Tecnología y digitalización

El más avanzado es la creación en Almussafes del “primer parque industrial 5G de Europa con solución logística autónoma y conectada”, en palabras de Fernando Colón, responsable del MiV. Un proyecto que busca aprovechar la nueva tecnología para optimizar aún más la cadena logística entre las líneas de montaje de Ford y las empresas del parque de proveedores Juan Carlos I situado a su lado.

El MiV ya está financiando un proyecto piloto de vehículo automático guiado precisamente para el transporte dentro de la fábrica de uno de los proveedores valencianos de Ford en Almussafes, Grupo Segura, con la tecnología de una startup valenciana salida de la Universidad Politécnica de Valencia, Fivecomm. La intención es a partir de esta experiencia piloto y los datos reales poder mostrar su eficacia y extenderlo al resto del polígono.

El vehículo automático guiado (AGV) de hecho ya está presente en muchas factorías. Pero la combinación con el 5G permite multiplicar tanto sus aplicaciones como el número de robots conectados. Según explica Héctor Donat, la mayor capacidad de datos y velocidad de esta tecnología “permite operar en tiempo real y con una respuesta inmediata que permite poder controlar por remoto el vehículo. Además de más precisión, con 5G se pueden conectar millones de robots por kilómetro cuadrados, o lo que es lo mismo, miles de robots en una factoría, que hasta ahora era una barrera tecnológica”. Otra ventaja es que esas redes son más seguras que otras alternativas actuales, algo fundamental para industrias críticas.

Para el Grupo Segura, que se dedica a la estampación, soldadura y pintura de componentes de marcas como Ford, Grupo Volkswagen o BMW y que además de en Valencia cuenta con una planta en Hungría, este proyecto casa con su apuesta por la digitalización del grupo para optimizar al máximo su actividad. “Estos vehículos conectados permiten mucha flexibilidad por las altas necesidades de carga en la industria. Mejoran la trazabilidad de la producción y del almacén. Incluso el espacio, necesitan menos que un operario y, el metro cuadrado es caro”, explicó Alberto España, chief digital officer (CDO) de Segura.

Se trata del primer ejemplo de las actuaciones que el MiV busca desarrollar a partir de soluciones reales y escalables desde la perspectiva industrial. Además de las mejoras que supondrán para las propias empresas de Avia, se quiere convertir a la Comunidad Valenciana en una zona de pruebas de soluciones que dan respuesta a retos de movilidad. Es decir, atraer a otras empresas y centros de innovación en esta colaboración.

Sistema de baterías completo

El otro gran proyecto pasa por poner en marcha un demostrador del paquete de baterías completo para el coche eléctrico desarrollado en la Comunidad Valenciana, y que por tanto también podría ser fabricado aquí. Un proyecto ambicioso previsto en varias fases de desarrollo según los distintos componentes que es preciso integrar y que busca también innovar en aspectos como la reducción del peso necesario o mejorar la transmisión de energía a otras partes del vehículo.

Sin duda la electrificación es una de las oportunidades para asegurarse el futuro, pero también una de las mayores incertidumbre para las factoría actuales. En el caso de Ford, la planta de Almussafes ha invertido 42 millones de euros en un planta de ensamblaje de baterías eléctricas para sus modelos híbridos, además de adaptar sus líneas para esos vehículos. “Ford, como el resto de empresas de Avia, ha acogido muy bien el MiV y participó en la evaluación de los retos y de los proyectos. Estamos hablando con ellos para evaluar su implicación en los próximos proyectos”, aseguró Elena Lluch, gerente de Avia.

Una de las grandes aspiraciones tanto de la industria como de la Administración regional es conseguir implantar una megafactoría de baterías eléctricas. “Es una apuesta firme”, aseguró Empar Martínez, directora general de Industria, Energía y Minas de la Generalitat Valenciana, que apuntó que el reto del almacenamiento de la energía va mucho más allá de las baterías y defendió promover un “ecosistema de fabricación de soluciones de almacenamiento energético” desde la Comunidad Valenciana. La directora de Industria consideró que iniciativas como el MiV van en la línea correcta para poder definir proyectos con los que concurrir a los fondos de recuperación europeos.

Aunque estas son las dos iniciativas iniciales, el MiV también se ha fijado ya en otras materias en que sus empresas buscan soluciones innovadoras, Además del coche eléctrico y la logística y almacenamiento, ya ha planteado varios retos relacionados con la calidad y mano de obra, el bienestar y confort interior, y los sistemas de limpieza exterior y de limpieza interior para hacer frente a la nueva realidad originada por el coronavirus. Según Avia, desde los institutos y centros de investigación se han presentado 80 soluciones a 24 de los 28 retos que plantearon las empresas de la industria de la automoción.