Daniel Mayo, fundador y CEO de Vivood:
El arquitecto que convirtió sus casas sostenibles
en un hotel en plena naturaleza

Daniel Mayo fue uno de los primeros 15 emprendedores seleccionados por la aceleradora Lanzadera, del presidente de Mercadona Juan Roig, para su primer programa de aceleración en 2013. Ahora acaba de recomprar el 40% de Vivood al propio Roig para hacerse con el 80% y desarrollar su crecimiento

Cuando aún se encontraba en plenos estudios de arquitectura hace poco más de una década Daniel Mayo decidió presentarse a un concurso para diseñar una casa de madera desmontable y sostenible. Con aquellos planos ganó el concurso y desde entonces se puso manos a la obra para convertir en realidad ese proyecto, pero cada vez con mayores dimensiones.

Con una maqueta de esos habitáculos prefabricados y sostenibles se presentó en 2013 a la convocatoria del primer programa de aceleración de Lanzadera, la incubadora que Juan Roig acababa de poner en marcha en Valencia. Sin embargo, ya no se trataba solo de levantar casas sostenibles, su proyecto era aprovechar esa experiencia para crear alojamientos turísticos en plena naturaleza, capaces de conciliar la sostenibilidad con el medio natural con las máximas comodidades y servicios. Fue así como nació Vivood, que además un año después se convertiría también en una de las primeras startups de Lanzadera en las que el propio presidente de Mercadona invertía, a través de su sociedad Angels.

Con esos fondos se hizo realidad el primer hotel de Vivood, situado precisamente en la Comunidad Valenciana, en el municipio de Benimantell en pleno valle de Guadalest en el interior de Alicante. Un complejo con 25 suites independientes y construidas con habitáculos prefabricados a partir de la experiencia que el propio Mayo había ido mejorando a partir de aquel concurso inicial. El primer hotel de Vivood supuso una inversión de 1,6 millones de euros y el primer año abierto alcanzó una ocupación cercana al 80%.

Pese a la llegada de la pandemia este año y su efecto demoledor en el turismo, el emprendedor ha podido afrontar la compra de un 40% de la participación que tenía Angels en su sociedad por 3,5 millones de euros. Una operación con la que alcanza el 80% del capital y retoma el control accionarial. Por su parte, la firma de inversión de Roig recupera la inversión que había inyectado en estos años en la empresa y aún continua como socio, al mantener un 20%.

La joven empresa cerró con una facturación de 3,1 millones de euros en 2019 y un beneficio bruto de explotación de 900.000 euros. Este año, tras el parón obligado en el primer semestre, a principios de verano el hotel recuperó al 100% de su plantilla y ha aumentado el número de trabajadores, pasando de 47 a 63 empleados respecto al año anterior.

Tras la consolidación de su proyecto en Guadalest y asumir la mayoría accionarial, ahora Mayo tiene el reto de desarrollar la expansión de su modelo. Inicialmente el plan era abrir otros tres establecimientos similares en España, aunque ahora las expectativas del sector turístico son muy distintas.