La Generalitat clama auxilio ante un gasto sanitario desbordado

Más de 340 millones de coste imprevisto golpean con fuerza las ya maltrechas finanzas de la Comunitat, la región más endeudada de España respecto a su PIB. Madrid y Cataluña tenían un mejor escenario previo, pero su gasto sanitario ha aumentado mucho más: en 2.000 y 1.800 millones, respectivamente

Hacer frente al coronavirus está siendo muy caro, y el coste sanitario recae sobre las autonomías, titulares de las competencias de Sanidad. La primera aproximación sobre el impacto que tendrá la pandemia en la salud financiera de las regiones españolas la hizo Moody’s en un informe reciente. Su pronóstico es claro: el déficit agregado de todas ellas puede pasar del -0,6% de 2019 a una horquilla situada entre el -1,7% y el -2,8%. Y, ante tal escalada, pese al escenario heterogéneo que presentan los territorios, todos coinciden en pedir auxilio al Gobierno.

En la Comunitat Valenciana el Covid-19 está golpeando con fuerza las ya maltrechas finanzas de la autonomía, que es la más endeudada de España en términos relativos con un volumen que alcanza el 42,1% de su PIB. Con una deuda total de más de 48.400 millones de euros, la región se dirigía ya sin frenos hacia los 50.000 millones, un volumen que se puede alcanzar este mismo ejercicio 2020 -según reconoce el presidente Ximo Puig en la entrevista que acompaña esta publicación-.

El abultado déficit anual en el que incurre la Comunitat Valenciana responde a que cada año incluye en sus presupuestos una “partida reivindicativa” de alrededor de 1.300 millones en ingresos ficticios. Lo hace para sortear su infrafinanciación y equiparar su gasto por habitante a la media española. Pero, como ingresos fantasma que son, nunca llegan y acaban engrosando la deuda.

En este escenario de pugna con Madrid para corregir su situación -es, según admite el propio Estado, la autonomía que menos recibe por ciudadano con el actual modelo- la Generalitat Valenciana afronta el gasto extra de combatir el coronavirus. Hace unos días el presidente Ximo Puig cifró en 341 millones de euros el coste añadido para hacer frente a la pandemia, si bien fuentes del Ejecutivo apuntan que este dato será rebasado ampliamente.

Ante tal circunstancia y la incertidumbre de hasta cuándo se prolongará este escenario, el Gobierno valenciano urge al central a brindar liquidez a las autonomías. En concreto, solicita al Estado el anticipo de 2.200 millones de euros mediante el avance de la liquidación correspondiente a 2018 -que habitualmente llega en el mes de julio-, y que, además, active ya el FLA extraordinario. “Hasta la fecha no ha habido problemas de liquidez, pero puede haberlos muy pronto”, advierte el Consell. De momento, según Puig, cuenta con el compromiso de Moncloa por el 60% de esa liquidez, que si no llega podría dejar vacía la ‘caja’ de las cuentas valencianas.

Que el gasto sanitario no compute

Por lo que respecta a Madrid, la autonomía presentaba un estado envidiable al cierre de 2019. Cumplió con el objetivo de estabilidad presupuestaria, al registrar un déficit público del 0,1% de su PIB, según los datos que publicó la Intervención General de la Administración del Estado hace unos días.

Pero la escalada del gasto en la comunidad más afectada por el Covid-19 puede cambiar de forma drástica su situación. Ante tal circunstancia, la Consejería de Hacienda remitió una carta al Gobierno -junto a otras comunidades lideradas por el PP- en la que pide que todo el gasto asociado a la pandemia no compute como déficit.

Es decir, pide el mismo trato que el Gobierno de España exige a Europa. La comunidad estima que el gasto extra provocado por la pandemia se situará en unos 2.000 millones, asociados a la contratación de sanitarios, compras de bienes y ayudas.

Por su parte, la Generalitat de Cataluña da por hecho que no cumplirá las previsiones de los Presupuestos de 2020, que el Parlament prevé aprobar el 24 de abril. Solo en Salud, estima un gasto adicional de 1.800 millones de euros por la pandemia, el doble que el incremento presupuestario previsto para dicha Consejería este año. El parón económico tampoco permitirá cumplir las previsiones de aumento de ingresos, lo que impedirá el cumplimiento del techo de déficit y de reducción del peso de la deuda sobre el PIB, que tenía como objetivo situarse en el 31,4% del PIB en 2020, 1,3 puntos menos que el objetivo.

Por ello, la Generalitat también ha solicitado al Gobierno que traslade la decisión de las instituciones europeas de suspender los objetivos de estabilidad asignados para 2020 a todas las administraciones públicas del Estado, de forma que estas puedan disponer de más recursos para hacer frente a la pandemia. En este sentido, pide además al Ejecutivo que aproveche el programa de compra de deuda del BCE -por valor de 750.000 millones, de los que hasta 73.000 corresponden a España-.