Jorge Marichal, presidente del Consejo de Turismo de CEOE y de la CEHAT: “Cuando la actividad de un sector baja un 70% no necesita un plan de apoyo, sino un rescate”

Jorge Marichal, que acaba de estrenarse como presidente del Consejo de Turismo en la CEOE, lleva pidiendo al Gobierno ayudas directas y soluciones para el sector turístico en general y para el hotelero en particular desde el principio de la pandemia. Espera que no se repitan errores para poder salvar algo de la temporada alta.

Esperaban arrancar en Semana Santa. ¿Jarro de agua fría con los cierres perimetrales?

Ha sido un jarro de agua fría, pero también nos ha hecho despertar. Lo que está en la cabeza de todos es salvar la temporada de verano y aunque la Semana Santa es importante, hay que recordar que son tres o cuatro días, a lo sumo una semana. Pero el verano son varios meses en los cuales tenemos que afianzar la recuperación turística o de otra manera la gran mayoría de la gente tendrá que esperar a la Semana Santa del año que viene. Lo que todos queremos es que haya recuperación, pero que se mantenga en el tiempo, de nada nos valdría ahora una Semana Santa con los hoteles llenos y después tener que cerrarlos de nuevo. Hay que tener la cabeza fría y dejar trabajar a las autoridades, porque la primera palanca de reactivación de la economía tiene que estar basada en la salud. Pero no se puede cerrar sectores sin ayudarlos. Cuando el Gobierno habla de un plan de apoyo, me dan ganas de reír. Cuando un sector baja de un año a otro un 70% no necesita un plan de apoyo, necesita un rescate. El que hizo el anuncio que íbamos a estar al 70% vacunados en junio no fui yo, por lo tanto, tienen que ser responsables.

El éxito de la temporada alta depende en gran medida de la campaña de vacunación. En su opinión, ¿se está alcanzando la velocidad óptima?

A este ritmo no llegamos, seguro, eso lo tenemos claro. De verdad, esto es algo que no entiendo, cómo Europa ha puesto el dinero sobre la mesa y que las compañías estén respondiendo así. No hace falta ser muy listo para saber lo que está pasando. No es normal que haya países que vayan ya por el 80% de la población vacunada y otros al 5%.

¿Qué porcentaje de hoteles están abiertos en estos momentos? ¿Cómo puede aguantar el sector hasta el verano?

No debe haber más del 15% de los hoteles abiertos a nivel nacional, pero lo peor es la ocupación tan baja que tienen y los costes de explotación son todavía muy altos. La situación es muy complicada. Para sobrevivir hace falta el paquete de ayudas que tiene que poner sobre la mesa el Gobierno. Lo primero afianzar las medidas que ya se tomaron en su momento. Es decir, los ICOS que deberían ser prorrogados y ampliar las carencias de una forma más benévola, y después, en el tema de los Erte, que se tenga claro que la herramienta va a ser necesaria más allá del 31 de mayo.

¿Está empezando a haber ‘brotes verdes’ con las reservas?

Sí, después del anuncio de Reino Unido (de que se permitiría viajar a partir del 17 de mayo) y de los procesos de vacunación la gente confía más en que ya se empieza a ver la luz al final del túnel. Tenue todavía, pero se ve que al final hay una salida. Además, el sector está reaccionando bien, se están haciendo buenas ofertas y buenas campañas promocionales. Al fin y al cabo, lo que la gente quiere son certezas. Solamente con que salga un primer ministro diciendo: “señores, la desescalada va a ser así, con estas etapas y estas fechas”, eso ya genera confianza y compra. Eso es lo que tendríamos que estar haciendo desde España, que se nos dijera claramente el calendario de vacunación. Así se pueden hacer planes, de otra manera vamos a estar como un pollo sin cabeza.

Es decir, que echan de menos que haya más certezas.

Sí, desde luego. Y pedimos al Gobierno de España que haga una labor de comunicación extensa en nuestros principales mercados emisores, a través del ministerio de Asuntos Exteriores o del propio presidente, para que España venda las bondades que tenemos. No se trata de hacer campañas promocionales, nuestros clientes nos conocen, España no es un destino nuevo y por eso van a confiar más en nosotros en cuanto tengan certezas. Quienes tienen que venir están decidiendo ahora, no van a hacer la compra en agosto. El Reino Unido, por ejemplo, es un emisor principalísimo y entre el Brexit y la pandemia, se tendrían que tener lazos más directos con ellos. Y se tendría que estar hablando de las pruebas piloto del Green Pass, certificado digital o como lo quieran llamar.

En cuanto al pasaporte sanitario,o certificado digital, ¿qué les dice a quienes opinan que puede ser discriminatorio?

Desde abril del año pasado, cuando la pandemia todavía estaba en ciernes, veníamos diciendo que iba a ser necesaria la trazabilidad. No hablábamos de la vacuna, sino de los test, y planteábamos algún tipo de mecanismo que no fuera intrusivo con los datos personales. Esto no es nuevo, muchos países africanos piden certificado de vacunación de muchas enfermedades. Cuando en septiembre llegaron los test de antígenos y PCR, dijimos que se tenían que democratizar el acceso a esos test para tener cierta movilidad y que la economía no tuviera el cataclismo que ha tenido. El certificado digital tiene que favorecer a los que colaboren más, no es que sea discriminatorio. Que todavía se esté hablando de que se va a empezar a implementar una medida que nosotros pedíamos en abril, es porque alguien no ha hecho bien su trabajo.

Cuando mejore la situación sanitaria, ¿cree que habrá efecto rebote por la demanda contenida?

Creo no, va a haberlo. El problema no es que lo haya, sino que haya efecto champán. Por eso digo lo de la Semana Santa, lo importante no es tener una semana al 100%, sino mantener el 70% durante muchas semanas. Por eso es necesario apuntalar la industria y la actividad. Porque es fácil pensar que, si las condiciones son buenas, vamos a tener un buen agosto. Pero las nóminas de septiembre, octubre, noviembre y diciembre hay que pagarlas. Se trata de que la actividad empiece apalancada en algunos resortes para que perdure.

Una forma de lograrlo son los bonos turísticos. ¿Les han hecho caso?

Tras el éxito que han tenido estos bonos en algunas comunidades autónomas, hemos pedido al Gobierno que se busque una cantidad para dar una inyección de moral al sector. Si funciona para el plan del Imserso, ¿por qué el Gobierno no lo aplica para que no haya efecto champán? No lo estamos pidiendo para nosotros. Nosotros lo que queremos es trabajar más. Los beneficiarios son los españoles. De momento no han dicho que no, pero entendemos que puede ser un buen negocio para el Gobierno y una buena palanca para mantener la actividad. La implementación es muy rápida, podría estar en mes y medio. Y sería un aliciente sobre todo en un verano en el que los españoles optarán seguramente por quedarse en España.

¿Puede adelantar algo del plan que están preparando en el Consejo de Turismo de la CEOE para la reapertura y la recuperación?

No puedo adelantar mucho porque se va a presentar en breve, pero está basado en tres prioridades: salud, movilidad y sostenibilidad. Uno de los cambios que ha habido es que el propio Consejo de Turismo ha adquirido más peso dentro de la CEOE. No porque seamos mejores, o más grandes, sino por haber sido más afectados en esta crisis. Somos una industria que capitaliza muchísimo dentro de la sociedad y con la pandemia se ha puesto más de manifiesto. Lo que intentamos es que el Gobierno y todos los estamentos entiendan lo que es el sector.

¿Se han fiado la mayor parte de las ayudas a los fondos de Europa?

Se está confundiendo a la gente, parece que estamos en un zoco: nos están vendiendo algo muy brillante, a un precio muy alto, sin darnos cuenta que de momento, es un adorno. Estamos hablando de bisutería y la gente tiene hambre. Me parece muy importante que Europa haga llegar esos fondos. Pero estamos hablando de una financiación plurianual, compartida y que va a nuevos proyectos. Desde luego, son luces largas a futuro, pero si querían hacerlo, se tenía que haber hecho en una situación normal, porque no tiene nada que ver con la pandemia y tenían que haber hecho antes el esfuerzo de generar valor añadido para tener un planteamiento de futuro. En una pandemia de este calado, lo que hay que hacer es salvar el tejido empresarial para que exista una nueva generación. Yo lo que necesito es abrir mi hotel de nuevo, recuperar a mi personal, que empiecen a llegar las líneas aéreas, que se cumpla con lo prometido con respecto a la vacunación. Lo que necesito es que la UE exija a los laboratorios que se cumpla con los compromisos firmados, porque nos están arruinando a todos. Con los fondos europeos nos prometen un Edén futuro, pero yo quiero vivir en la tierra y pasar a mejor vida cuando me toque, no ahora. Necesitamos ayudas directas y están intentando engañar a la gente. Las empresas están pensando en mañana, no en la semana que viene. Tenemos el verano ahí mismo y no sabemos cómo vamos a abrir ni de dónde vamos a sacar la liquidez. Como sigan esperando, se nos pasa la pandemia y todavía estamos hablando de las ayudas. Y no solo a nivel de Gobierno, también las administraciones locales han pasado todas de perfil, como si con ellos no fuera la cosa.

En el caso de Canarias, ¿cómo ha quedado la reivindicación de rebajar el IGIC?

El IVA turístico se tendría que rebajar a nivel nacional. Cuando una economía necesita un chute de adrenalina, hay que darle ese movimiento para ganar competitividad bajando el carácter impositivo, para mitigar esa bajada con el volumen, que es lo que estamos intentando hacer también. Cuando uno es empresario se tienen más claras estas cosas.

También ha sido crítico con las ayudas de la SEPI o al menos con los requisitos para acceder a éstas.

En este país todo el mundo dice que hay que ayudar a los autónomos y a las pequeñas empresas, pero a la hora de la verdad, solo hay ayudas para los grandes. Que no digo que no tengan derecho o que no tengan posibilidades, pero hay algunos ejemplos que son un poquito gravosos. Al mismo tiempo que se ayuda a los grandes, se tiene que abrir una línea que sea más democrática para que las empresas que estén pasando por problemas se puedan adherir a ella.

El balón de oxígeno que ha supuesto la vuelta del Imserso, ¿cree que arrancará a partir de septiembre o la burocracia va lenta?

El Imserso tendría que arrancar en mayo. No les entiendo. Soy empresario y me dicen que si invierto 1 euro -en la gente que peor lo ha pasado en esta pandemia y que antes van a estar vacunados-recupero 1, 6 euros, yo no esperaría. Los mayores han estado meses encerrados en casa, angustiados muertos de miedo y necesitamos que el sector turístico tenga palancas para reactivarse. Es una inversión, no es un gasto. No sé a qué esperan para sacar los pliegos. Al paso que va la burra, la burra llega el año que viene.

Los hoteles también han pedido una mayor contraprestación por este servicio.

Que tenga claro el Gobierno que no se puede trabajar a pérdidas y menos en esta situación. Antes había otro tipo de clientes que compensaban, porque se trabajaba a volumen. Pero ahora. que no hay turistas extranjeros y va a pasar tiempo hasta que lleguen, la gente no va a poder aguantar trabajar solo con Imserso. Está claro que, o se aumenta el volumen -empezando antes con el programa- o se cambian las condiciones para que por lo menos se cubran los costes y que quede algún margen. En cualquier caso esperamos poder llegar a un acuerdo entre todos para que esto sea una palanca de verdad que se pueda mantener en el tiempo.