Luis Riu, consejero delegado de RIU Hotels & Resorts: “No vamos a cambiar nuestro modelo de negocio, preferimos seguir teniendo hoteles en propiedad”

Junto a su hermana Carmen está al frente de uno de los grandes grupos hoteleros de España. Hablamos con Luis Riu sobre cómo se gestiona en tiempos de pandemia, los planes de expansión de la compañía, las previsiones en un nuevo tablero de juego hotelero y de las perspectivas de recuperación vacuna mediante

Terminaron 2020 con un nuevo hotel en Dubái, el número 100 de su portfolio, ¿toca mirar más hacia oriente después de haber conquistado el Caribe?

Seguiremos mirando a Oriente al igual que hacia África, a grandes ciudades y también al Caribe. Aunque ahora mismo, se puede solo mirar.

¿Apuestan por seguir abriendo hoteles en 2021? ¿Qué planes tienen a medio plazo, mantienen las aperturas de Toronto y Nueva York?

Sí mantenemos la apertura de Nueva York, si todo va bien será para el mes de junio. Y para este año tenemos previstas dos más, la del hotel Riu Palace Santa María en Cabo Verde y el primer hotel de RIU en Senegal para finales de año. El hotel de Toronto tardará más en llegar, probablemente no será hasta 2023. La construcción avanza despacito. Y en cuanto a reformas, en España tenemos prevista la renovación completa del Riu Palace Maspalomas en Gran Canaria. Ahora mismo, con la crisis provocada por el Covid-19, vamos con mucha prudencia. Hemos apostado por mantener los proyectos que estaban en marcha, porque era más caro parar y luego reiniciar, pero el ritmo de todo es más lento.

¿Es el momento de centrarse en el segmento urbano con la marca Plaza?

El hotel de Londres sigue adelante, pero igual que el de Toronto tendremos que esperar hasta 2023 para su apertura. Además del efecto que puede tener la situación actual, en las grandes ciudades la permisología es muy compleja y eso marca mucho el ritmo al que puedes avanzar. Interés tenemos por crecer en muchas ciudades del mundo, pero ahora mismo hay un parón en la inversión por la situación de crisis.

¿Qué parte del presupuesto se dedica a la expansión? ¿Qué inversión esperan dedicar este año?

En tiempos de bonanza, una parte muy importante. Ahora, lo estrictamente necesario. Y sobre la inversión para este año, no lo sé, tendremos que ver cómo evoluciona la situación. Desde que estalló la pandemia estamos trabajando con presupuestos trimestrales, y aun así, la visibilidad es tan baja, que pensar a tres meses vista se ha convertido casi en un medio-largo plazo.

¿Cómo se mantiene la liquidez en las circunstancias en las que estamos? ¿Contemplan medidas como la desinversión?

Sí que lo contemplamos. De hecho, tenemos tres hoteles a la venta en Lanzarote, Madeira y Panamá. Nuestra compañía reinvierte permanentemente en reforma y expansión y eso significa que, en momentos de crisis, el dinero está en los activos y no en caja por lo que la venta de alguno de estos activos sería buena para la tesorería de RIU. No obstante, nuestra situación es saneada. Estos tres hoteles ya estaban a la venta antes de la pandemia y de momento no hay ninguna oferta sobre la mesa. Supongo que la noticia ha generado mucho interés porque ahora mismo el mercado está en ebullición.

Según las previsiones, se espera que el mercado hotelero vaya a un modelo de concentración. ¿Se podrían plantear modelos ‘asset light’ en RIU?

Nos lo podríamos plantear, en algunos casos, pero siempre que sea un management sin riesgo. Un management con garantía, que es la fórmula que exigen los fondos de inversión, es prácticamente lo mismo que un alquiler, lo que significa que tú asumes el riesgo sin llegar nunca a ser propietario y, de esta forma, no nos interesa. De todos modos, aunque estemos dispuestos a escuchar propuestas, no vamos a cambiar nuestro modelo de negocio. Preferimos seguir teniendo la gestión y propiedad de nuestros hoteles.

¿Cuántos hoteles tienen abiertos ahora? ¿Qué media de ocupación han tenido en 2020?

Ahora mismo tenemos 50 hoteles abiertos, 13 están cerrados por temporada y 37 cerrados por la crisis. En cuanto a las ocupaciones, en 2020 hay que diferenciar dos momentos muy diferentes porque el primer trimestre fue muy bueno. Ya en marzo estalló la crisis y acabamos ese mes con los 99 hoteles cerrados en 19 países. A partir de ahí y con mucho esfuerzo hemos podido ir abriendo destinos. Primero abrimos en Berlín y Guadalajara en México y con el Plan Piloto en Baleares retomamos el vacacional. En verano en Baleares tuvimos unas ocupaciones medias de entre el 40 y 45%, aunque a finales de agosto tuvimos que volver a cerrar; en ciudad las ocupaciones han estado entre el 20 y 25%; en varios destinos del Caribe alrededor del 30%. El único destino que se ha mantenido estable con alrededor de un 50% ha sido México, que está siendo nuestro balón de oxígeno. Allí tenemos hoy 18 de los 20 hoteles que tenemos abiertos.

¿En qué porcentaje ha habido variación de precios?

Ha habido muchísima variación. La bajada de tarifas ha sido de entre un 30 y un 35% de forma general, en todos los destinos.

¿Qué volumen de facturación tuvieron en 2020 o cómo esperan cerrar el año?

Es un poco pronto para dar los datos de cierre del año, aunque sabemos que la caída de ingresos ha sido drástica. En nuestro caso, y en el análisis que hemos ido haciendo mes a mes, te puedo decir que de los nueve meses de pandemia (de abril a diciembre), tres meses hemos empatado, es decir, cubierto gastos, y en seis hemos tenido pérdidas.

¿Cómo han solventado la financiación, sobre todo teniendo en cuenta el parón con apenas ingresos?

Afortunadamente, sin demasiados problemas gracias a nuestro balance saneado.

¿Siguen descartando salir a Bolsa?

Por supuesto. Somos una empresa familiar y estamos muy cómodos con nuestro modelo de gestión. Mi hermana Carmen y yo formamos un buen equipo, nos complementamos bien y tomamos decisiones muy ágiles. No nos planteamos la salida a bolsa.

¿Comparte la previsión de que se podrían empezar a reactivar los viajes en Semana Santa?

Todo dependerá del ritmo de vacunación, de todos los países, incluido el nuestro. Parece que si las cosas siguen así, en Reino Unido y en otros países del norte de Europa los mayores ya estarán vacunados para la Semana Santa. Son un segmento de la población con capacidad económica, que para el mes de abril quizá decidan escapar del frío, del encierro, y de la rutina y venir a nuestras costas. Ellos ya estarán tranquilos puesto que estarán vacunados. Pero para una verdadera recuperación, tendremos que esperar más meses. No sé si llegaremos a tiempo para el verano. Hay que trabajar ya para que España se pueda posicionar como un destino seguro y para eso tenemos que vacunar a un mayor porcentaje de la población. La disposición de vacunas es un problema enorme, pero en cuanto haya disponibilidad, es imprescindible ganar velocidad. La administración debería poder apoyarse en otros organismos como el ejército, los farmacéuticos y también en las empresas. Por ejemplo, en Playa de Palma, la Asociación de Cadenas Hoteleras ya ha planteado la posibilidad de que los propietarios puedan financiar vacunas y poner las instalaciones y medios para ir vacunando al personal del sector. Todo suma y estamos hablando de personal de primera línea de contacto con el cliente y el ciudadano. Estoy seguro de que eso tendría un efecto dominó y se sumarían las redes de comercio y de muchas otras industrias.

¿Cuándo cree que volverán a tener cifras similares a las de 2019?

Suelo ser de carácter optimista, por lo que creo que para comienzos de 2022. Todo apunta a que para finales de año habrá una buena masa de población vacunada, por lo menos en los países emisores, y esto puede acabar con las restricciones. Gracias a eso, podríamos reactivar las ventas y conseguir buenas ocupaciones; aunque tendríamos que ver cómo se comportarían las tarifas.

¿Qué objetivos se marcan para 2021?

De momento, aguantar estoicamente hasta que lleguemos al porcentaje de vacunación necesario y las cosas puedan volver poco a poco a su lugar. Estamos en el buen camino. El simple hecho de que ya exista una solución a la crisis, es decir, que exista la vacuna, ya es un gran paso comparado a la situación de hace unos meses. Pero ahora mismo estamos parados. Espero que en dos meses ya podamos tener algunas certezas. Y a nivel económico, si cerrásemos el año con un 30% del beneficio bruto operativo de 2019, sería un buen resultado.

¿Se está protegiendo al Turismo con las medidas adecuadas?

Por desgracia de momento no veo ninguna política para proteger de verdad el turismo. Sí ha habido cosas que han ayudado, como los ERTE de fuerza mayor, pero son medidas parciales, no un plan real que ayude a los empresarios, sobre todo a los pequeños, a aguantar esta crisis. Algunos negocios llevan más de un año cerrados, desde el fin de la temporada alta de 2019, y sin perspectivas claras de qué va a pasar con esta próxima temporada. No hay negocio que resista este tiempo sin actividad y es normal que se sientan abandonados.

Alemania ha inyectado a TUI ayudas que rondan los 5.000 millones de euros, ¿se tiene más tranquilidad con un compañero de viaje que tiene liquidez?

Nosotros tenemos mucha confianza en TUI. Ha sido nuestro compañero de viaje desde nuestros inicios en los años 50, y estamos seguros de que lo seguirá siendo muchos años más. Además, las ayudas del estado alemán lanzan un mensaje muy importante de tranquilidad al inversor y al cliente. Es una muestra de que no va a permitir que caiga por culpa de esta crisis.

Hasta el momento, han presentado dos manifestaciones de interés para optar a las ayudas de fondos europeos, ¿Qué oportunidades supone el maná de los fondos europeos?

Si hay una cosa que caracteriza a RIU es la acción. Ante una crisis, no nos verás parados y a la espera, sino al frente, proponiendo y trabajando. Y las ideas presentadas tienen mucho de eso, de pensar en el futuro. Los fondos europeos Next Generation tienen que servir para dar un salto de calidad en los destinos españoles. Para sacar adelante iniciativas que de verdad sirvan para crear destinos más sostenibles, que aprovechen más las nuevas tecnologías y sean más equilibrados, en el sentido de que el turismo conviva mejor con el ciudadano y sea más respetuoso con el entorno. Los planes se presentan en colaboración con decenas de Pymes (son el 40%), fundaciones y tienen el respaldo de académicos y consultores. Esperemos que se puedan materializar en proyectos estratégicos porque sería una excelente noticia para el futuro del sector, pero de forma inmediata sería buenísimo para dinamizar la economía de los destinos turísticos.

¿Qué se puede aprender de una crisis como ésta?

Primero de todo, que nada es eterno y que todo puede tener un fin, en este caso abrupto y radical. Segundo: a tener paciencia. Siempre en la vida hay cuestiones que no dependen de ti, pero en esta crisis nos hemos visto engullidos por las circunstancias. Ha sido algo tan fuerte que te aniquila como individuo. Y también, a desarrollar una capacidad de adaptación y una agilidad extraordinarias. Estos meses nos hemos acostumbrado a trabajar el doble para conseguir unos resultados mínimos. Y al principio lo haces con mucha ilusión, pero cada vez a los equipos les está costando más.