2021, el año de las vacaciones por una buena causa

Integrarse en una aldea masái o ayudar a tortugas en riesgo de extinción son algunos planes para invertir el tiempo libre de forma sostenible y solidaria

Yo tenía una granja en África, a los pies de las colinas de Ngong”. Cuántas veces habrá trasladado a Nairobi esta frase de Karen Blixen con la que empieza sus Memorias de África. Y quizá sea el mejor reclamo para visitar Kenia, esperando encontrar esos atardeceres que disfrutaron Robert Redford y Meryl Streep, sin dos o tres autobuses de turistas esperando a hacer la misma foto. Cualquier persona que tenga unos cuantos viajes a sus espaldas habrá podido comprobar lo diferente que es un viaje cuando se vive desde dentro. No es lo mismo un tour exprés de 14 ciudades en 12 días en la India que invertir dos jornadas para disfrutar de la recomendación de los lugareños de no perderse una puesta de sol en el lago Dal Lake de Cachemira. O por una charla sobre el tiempo con los locales en un mercado de especias. Conocer sus formas de vida y sus perspectivas son mejores souvenirs que los imanes de la nevera. Más todavía si, además, al hacer ese viaje se sabe con certeza que se está contribuyendo al desarrollo de esas comunidades remotas, haciendo que los buenos recuerdos de ese viaje se queden también allí.

Para esos viajeros que creen que ya lo han visto casi todo o para quienes no quieren lo mismo de siempre, la oportunidad de unas vacaciones solidarias es una tendencia en 2021 a tener en cuenta. También para todos los que no quieren ser parte de un tsunami que deje arrasado el destino allá por donde el turista pasa. Es decir, para los que tienen claro que la sostenibilidad forma parte de la maleta tanto como las chanclas. Iniciativas que proponen invertir el tiempo de las vacaciones echando una mano en proyectos de lugares tan remotos -y exóticos- como Tanzania o Panamá. Con el extra añadido de conocer esos países de forma diferente, no tanto de pasada, sino de primera mano.

Desde hace 15 años en Cooperatour elaboran programas en los que la sostenibilidad, con todos sus matices, tiene mucho que ver. De hecho, la propuesta es la de invertir tiempo en proyectos relacionados con el cuidado de los niños y la enseñanza, sanitarios, el empoderamiento de la mujer o el medio ambiente y los animales. Y a la experiencia -ya de por sí enriquecedora- de poder echar una mano en estas comunidades, se le une el atractivo de poder descubrir también el destino de una forma totalmente distinta a los típicos tours muy a la medida de los turistas. Sin olvidar el impacto positivo -y sostenible- en las economías locales y las mieles que supone una mayor interacción con la población local. De hecho, la integración es a medida de las ganas que se tenga de vivir la experiencia con más o menos inmersión. La ONG propone alojamiento con familias locales -con todas las oportunidades de compartir que eso implica- estancias con otros viajeros en alojamientos tipo albergue o bien, en habitaciones en lo más parecido a un hotel que haya en los alrededores.

La propuesta que hacen desde Cooperatour es colaborar en el terreno en los proyectos -elegidos por la organización en colaboración con entidades locales- durante cuatro o seis horas al día y después, aprovechar la estancia, sobre todo los fines de semana, para descubrir el destino. Los coordinadores del país y del proyecto se encargan de ayudar a organizar esas visitas en el tiempo libre con contactos locales. La experiencia que proponen en Cooperatour atrae cada vez a más familias dispuestas a pasar sus vacaciones con este mix entre solidaridad y turismo, en el que participan también los pequeños de la casa, ya sea en la escuela del lugar o bien como un voluntario más. Salvo para los proyectos de colaboración en clínicas y hospitales, no se necesita un tipo de formación específica y los voluntarios se integran en los proyectos en función de sus capacidades.

Los precios para estancias de 15 días, todo incluido salvo el vuelo, se mueven en función del destino entre 400 y 700 euros por persona. Eso incluye alojamiento, todas las comidas, los traslados desde y hacia el aeropuerto, la formación sobre el terreno y el donativo que se hace al proyecto. El importe final baja una vez que se hace la declaración de la renta, ya que se puede desgravar. Cooperatour colabora en proyectos de 17 países, pero la pandemia también ha hecho estragos en este tipo de viajes, sobre todo en lo que se refiere a restricciones para viajar y a las que se imponen en el propio terreno. De momento, y a la espera de que se vayan relajando estas restricciones, en 2021 hay cinco opciones para disfrutar de esta experiencia: Costa Rica, Panamá, Kenia, Tanzania y Ghana. Según el destino elegido, se podrá participar en el rescate y conservación de tortugas marinas en peligro de extinción; colaborar en labores de apoyo escolar y alfabetización o dar apoyo a un centro hospitalario. También se puede tener la oportunidad de integrarse en una aldea masái, acompañándolos en el pastoreo en la selva africana y escuchar las leyendas de este pueblo guerrero en una hoguera nocturna en el desierto.

Y dadas las circunstancias de la pandemia, todos los viajes de Cooperatour se realizan con seguro Covid, que cubre PCR antes de salir de España y para volver, así como los gastos que se puedan originar en destino en caso de dar resultado positivo, tanto médicos, como de alojamiento por cuarentena.