El I+D en las empresas turísticas se topa con la falta de financiación

La escasez de fondos propios y las dificultades para acceder a la financiación son las principales barreras a las que se tienen que enfrentar las empresas, en su mayoría pymes, del sector turístico español.

El turismo es una de las actividades que más alegrías ha reportado al PIB de España en años pre-Covid. Una fuerza tractora de generación de empleo que se ha puesto precisamente de manifiesto en la pandemia, ya que el efecto directo e indirecto se ha dejado sentir en la economía a lo largo y ancho de la geografía española. De hecho, en los últimos meses, se ha puesto de manifiesto la fragilidad del sector ante circunstancias de escala global ajenas a éste. También la dependencia hacia esta actividad que ha dejado a España como uno de los países más damnificados en Europa por el hundimiento del turismo. Y se ha hecho muy visible la necesidad de apoyarse en palancas como la innovación y la tecnología para salir adelante.

En este contexto, ¿cómo de preparado está el sector turístico para afrontar la recuperación con estas dos palancas? Segittur, en colaboración con la fundación Cotec e Infyde, ha elaborado el estudio “Innovación turística y especialización inteligente en España. Palancas imprescindibles para la recuperación”. Una suerte de hoja de ruta para situar a España el el top de potencias mundiales en tecnologías turísticas, en el que se analizan las fortalezas del sector turístico español-con el incremento de empresas turísticas entre 2000 y 2018 hasta llegar a las más de 44.000- y también de ,las barreras a las que se enfrenta el sector para mantener e incrementar su liderazgo a nivel internacional. Y refleja una paradoja: siendo una de las actividades que tradicionalmente ha tenido más peso en el PIB, hay una menor intensidad de innovación y gasto de I+D con respecto al conjunto de empresas de la economía española. Los datos indican que, comparado con otros sectores, al turismo todavía le queda un largo recorrido para equipararse en términos de innovación, aplicación tecnológica y extensión del conocimiento, de cara a seguir posicionándose en los primeros puestos de competitividad a nivel internacional.

El tamaño importa

Uno de los retos a los que se tiene que enfrentar el sector turístico radica en su atomización, ya que está formado en su gran mayoría por pymes en las que hay un desconocimiento generalizado sobre las posibilidades que que lleva consigo la innovación. Como consecuencia, el nivel de digitalización es inferior en el sector turístico, comparado con otras actividades, precisamente en unos momentos en los que la supervivencia está directamente relacionada con la interacción en el canal digital. De hecho, en el contexto de la crisis, las pymes que más hayan apostado por las nuevas tecnologías tienen más papeletas para salir airosas en términos de competitividad y resiliencia. Sin embargo, una de las circunstancias recurrentes que suelen darse en las pymes, es la ausencia de un departamento de innovación ni de recursos dedicados a ésta. Por lo que, en general, se complica la toma de decisiones antes los nuevos retos.

Algo que se corrobora en el último informe publicado sobre el Estado de la innovación turística en España realizado en en 2019 por Esade, que señala en algunas de sus conclusiones que el 46% de las empresas turísticas considera que los recursos económicos para adoptar con éxito el cambio de modelo de negocio están poco disponibles. Por lo general, según este informe, no se observa una gran familiarización con las herramientas digitales ni con sus beneficios en el sector turístico. El interés de los empresarios de este sector es bajo en relación a las tecnologías, ya que valoran la inteligencia artificial, la robótica, la realidad virtual y los big data por debajo del 3,6 sobre 7. Por sectores de actividad, los hoteles son los que consideran que tienen más recursos disponibles para el cambio de modelo de negocio.

Tampoco desde la Administración se han dedicado hasta ahora los recursos necesarios para apoyar a las pymes en el proceso de transformación. Una debilidad que podría convertirse en oportunidad si se desarrollaran políticas públicas en el marco de los fondos de recuperación europeos. Aunque las barreras para la innovación en el sector turístico no se quedan en la falta de recursos. Según el informe de Segittur, las empresas turísticas se enfrentan a las dificultades para el acceso a la financiación y para encontrar socios que cooperen en sus actividades. A las que se unen las dificultades de financiación con las que se encuentran estos socios para desarrollar proyectos, ya que en 2020 el volumen de inversión en startups españolas se redujo un 11,3%. En cualquier caso, el informe también sugiere que las regiones pueden colaborar para promover marcos de cooperación para el desarrollo de la innovación.