Objetivo: minimizar el contagio. Así son los protocolos de seguridad

Seguridad, higiene y calidad. Es el mantra que ha empujado a los proveedores turísticos a diseñar los nuevos protocolos para hacer frente a la era post-Covid, con el propósito de generar confianza entre clientes y empleados.

Recién sacados del horno. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y la Secretaría de Estado de Turismo, coordinadas a través del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) acaban de terminar los protocolos que permitirán a los establecimientos hoteleros planificar su reapertura.

En este plan de contingencia para la prevención de riesgos frente al coronavirus -que todavía tiene que ser aprobado por Sanidad- han participado, entre otros, representantes de diferentes asociaciones territoriales y sectoriales, cadenas hoteleras, los principales sindicatos, así como el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH).

Álvaro Carrillo de Albornoz, director del ITH, señala que es una base común y homogénea para los hoteles y será relevante de cara a generar confianza en los mercados emisores europeos en el destino España. Los dos aspectos básicos de esta “guía sencilla y práctica con las normas básicas con el fin de intentar reducir los riesgos de contagio” giran en torno a cómo mantener en todos los procesos del hotel el mantenimiento de la seguridad y la desinfección y limpieza. Carrillo también subraya la importancia que va a tener la comunicación de estas medidas a los clientes y empleados, así como los planes de formación para estos últimos.

Medidas relacionadas con el aforo en las zonas comunes o minimizar los elementos de decoración que no sean imprescindibles en las habitaciones, son algunas de las que se han tenido en cuenta en la elaboración de este protocolo. El director del ITH subraya que la finalidad no es conseguir una certificación COVID Free, sino minimizar riesgos de contagio “es imposible garantizar que no se va a contraer un virus de tan alta transmisión, pero con este protocolo se trata de garantizar que no haya más riesgo de contagiarse por ir a un hotel que por quedarse en casa”. Además, para su elaboración, se han tenido muy en cuenta tanto las medidas de seguridad como la experiencia del viajero “al fin y al cabo se trata de ocio, no de que un hotel parezca un hospital”. El borrador es un protocolo de mínimos, al que se pueden añadir otras medidas por parte de las empresas hoteleras.

De hecho, los hoteles también se han puesto manos a la obra para diseñar protocolos adecuados a la era post-Covid. Con distintos nombres y estrategias han desarrollado distintas iniciativas para garantizar la seguridad de huéspedes y empleados, tanto en materia de higiene como de distanciamiento social.

En el caso de Room Mate, la estrategia a seguir será la de extender las medidas de higiene y seguridad que se han llevado a cabo mientras los hoteles se han utilizado para alojar a sanitarios y personas mayores. Es decir, utilizar los mismos protocolos sanitarios en el momento que puedan recibir huéspedes. El protocolo Covid Free se aplicará a los 28 hoteles de la compañía para garantizar la seguridad de clientes y empleados e incluye procesos de limpieza y desinfección de habitaciones y zonas comunes.

El Consejo Global de Limpieza ha sido la respuesta de Marriott para abordar la era post-Covid. Se trata de una nueva plataforma para desarrollar un nuevo nivel en cuanto a estándares, comportamientos y normas de limpieza en la compañía. La tecnología tendrá un papel protagonista ya que, entre otras aplicaciones, se utilizarán pulverizadores electrostáticos con desinfectantes hospitalarios para limpiar superficies en todo el hotel.

Entre las medidas que se van a adoptar por parte de la red de Paradores destaca la instalación de mamparas en los mostradores. También se van a poner en marcha nuevos protocolos, como un corner con gel hidroalcohólico y mascarillas, así como la desinfección de habitaciones con una solución vitricida.

“Stay Safe with Meliá” es el programa que ha desarrollado la compañía de los Escarrer para afrontar la reapertura escalonada de sus hoteles en la fase de recuperación post-COVID-19. Para garantizar que se cumple con los estándares, Meliá contará con la certificación de Bureau Veritas. Además de contar con medidas de seguridad y limpieza para minimizar riesgos, el programa contempla la creación de la figura de un responsable del “bienestar emocional” del cliente, con el fin de maximizar la experiencia del cliente.

Por su parte, NH Hotel Group se ha aliado con SGS para diseñar un protocolo de seguridad, un proyecto que redefine y extrema los protocolos sanitarios aplicables en la operativa de los hoteles del grupo, lo que les permitirá certificarse como entornos limpios y seguros de cara a su reapertura. Los nuevos procesos incluirán la revisión y adaptación de todos los protocolos de higiene y desinfección de las instalaciones, formación específica a empleados y control y seguimiento de las medidas.

¿Qué pasa con la comida?

La cuestión de la restauración es otro de los aspectos que contemplan tanto el protocolo del ICTE como los que están desarrollando las compañías hoteleras. Tal y como indica Álvaro Carrillo, los buffets de los hoteles tendrán que cambiar, eliminar elementos de contacto como las aceiteras o poner pantallas a los alimentos. Por ejemplo, en el caso la iniciativa de Vincci -el sello Vincci Care- habrá una reorganización de los espacios, así como servicios de contacto cero a elección del cliente y automatización de procesos. Asimismo, este apartado relacionado con la restauración plantea la desinfección de menaje, material y mantelerías, así como un replanteamiento del concepto gastronómico con nuevos formatos de productos.

Seguridad en el aire

No solo los hoteles se han lanzado a diseñar protocolos de cara a garantizar la seguridad sanitaria en sus instalaciones. Las compañías aéreas también están trabajando en medidas de actuación que se pondrán en marcha tan pronto puedan retomar su actividad. En algunos casos ya las están poniendo en práctica. Es el caso de Emirates, la primera compañía que ha empezado a hacer test rápidos a los pasajeros antes de volar, en concreto en el área de facturación, donde también se han instalado barreras de protección para asegurar la distancia de seguridad. A principios de este mes,

American Airlines ha empezado a distribuir entre sus pasajeros toallitas con gel desinfectante así como mascarillas, una protección que será obligatoria tanto para ellos como para la tripulación. Asimismo, la aerolínea va a implementar medidas adicionales de desinfección dentro del avión.

Por su parte, Iberia va a realizar test serológicos a todos sus empleados. Esta iniciativa forma parte del Plan Integral de Seguridad e Higiene de la aerolínea, que contempla también la desinfección de iaviones e instalaciones, uso de equipos de protección individual, medidas higiénicas como filtros de aire de desinfección en los aviones y teletrabajo. Así, en este mes de mayo, se realizarán test a unos 2.500 empleados de aeropuertos, mantenimiento y tripulaciones. Y se continuará realizándolos durante todo el año, a medida que se vaya incorporando el resto de la plantilla.