Matilde almandoz, Presidenta OPC España y Foro MICE: “Los grandes eventos y reuniones volverán, está en nuestro ADN ser sociables”

Matilde Almandoz preside la Federación Española de Organizadores Profesionales de Congresos y Foro MICE, la organización que integra a las principales asociaciones de la industria de reuniones y congresos. Un segmento que, además de reclamar medidas específicas para salir adelante, se siente en muchos aspectos ninguneado.

El sector de los eventos y de las reuniones fue uno de los primeros en parar por la emergencia sanitaria, ¿han hecho un cálculo de las pérdidas?

Aunque todavía no hay una estimación concreta, diría que son cuantiosas. Se calcula en 12.000 millones de euros al año el impacto de la industria MICE en la economía española, y este año solo se ha podido facturar enero y febrero, por lo que solo es cuestión de hacer cuentas.

Más que sector, ¿es toda una industria la que se ha paralizado?

Es una de nuestras primeras reivindicaciones. Nos gusta poner en valor que trabajamos para una industria, entendido como actividad económica que en nuestro caso engloba las reuniones, los congresos, los eventos y los viajes de incentivo.

Se ha hablado mucho del impacto de la crisis en el Turismo en general, pero no en su segmento. ¿Se sienten olvidados?

Sin duda. Y es curioso porque, en una pandemia como la que estamos viviendo, son precisamente los recursos MICE los que se están utilizando, tanto en espacios como en capacidad de respuesta: desde las instalaciones del recinto ferial de Ifema a grandes hoteles de convenciones como el Marriott Auditórium de Madrid o los caterings.

¿El ninguneo podría ser por falta de conocimiento de la industria?

Lo que percibimos es que no hay conciencia clara de que el sector MICE tiene dos patas tan importantes como el turismo y la comunicación, que abarca todos los sectores. Por ejemplo, el sector sanitario español se forma a través de las reuniones, los seminarios o los congresos. Y para ello se utilizan los recursos del turismo.

¿Qué medidas de apoyo reivindica la industria MICE?

Las inmediatas y más urgentes: mantenimiento del empleo para que no se destruya el tejido empresarial, así como medidas que vayan dirigidas a facilitar la liquidez a través de instrumentos financieros, así como ayudas directas. A diferencia de otras crisis, si no se destruye el tejido empresarial, la recuperación podrá ser relativamente rápida. Hay que tener en cuenta que es una industria con un tejido empresarial muy atomizado, hay una gran cantidad de empresas pequeñas que dependen de la actividad MICE, así como profesionales independientes, por lo que es imprescindible garantizar su supervivencia. También que se tenga en cuenta la cuestión de la sostenibilidad social en lo que respecta a la contratación pública para que sean concursos sostenibles desde el punto de vista económico, porque el trabajo tiene que tener un reconocimiento.

¿Cuál es el gran riesgo al que se enfrenta el sector?

La incertidumbre, el no saber realmente cuándo se podrá recuperar la actividad normal. Y es totalmente contraproducente. Por eso también reclamamos una comunicación muy clara para que España siga siendo un destino confiable. Para ello también habrá que hacer una promoción del país, todos los competidores estamos jugando en la misma liga y habrá que poner en valor que somos un destino seguro, con los mejores profesionales -versátiles y capaces de adaptarse a todo- y los mejores recursos.

¿Han trasladado a la Administración estas reivindicaciones? ¿Se han llegado a reunir con ellos?

Sí, desde el primer momento. Cuando a finales de febrero el ministro de Sanidad desaconsejó que los profesionales se reunieran, nosotros nos dirigimos a todos los interlocutores implicados en esta crisis: tanto a la Secretaría de Estado de Turismo, como al ministerio de Sanidad, como a la CEOE. También a nivel autonómico, ya que muchas de las competencias del Turismo las tienen las autonomías. Además, desde el Foro MICE nos hemos puesto a disposición de las distintas administraciones para poder colaborar y hacer un plan de relanzamiento de la actividad en cuanto sea posible y siempre teniendo en cuenta las medidas de seguridad.

¿Se les está escuchando?

Obviamente en un primer momento la sensación ha sido que la prioridad era la emergencia sanitaria y no se ha avanzado mucho. Pero esperamos que esto cambie y se empiece a avanzar, como lo están haciendo los mercados de nuestro alrededor, que ya están mirando al horizonte post-Covid.

En este clima de incertidumbre, ¿cómo afectan las palabras de la ministra de Trabajo en las que afirmaba que el sector turístico no se reabriría hasta diciembre?

Fueron muy desafortunadas, no sé cuál era el objetivo de esas declaraciones, pero estaban fuera de lugar porque tampoco se basaban en datos concretos. En este sentido, hay que ser prudentes y pragmáticos. El mensaje que se comunique al exterior tiene que ser objetivo, pero confiable. Los mensajes del Gobierno tendrían que ser transparentes y en función de cómo evolucionen los acontecimientos, más aún para un sector -el del Turismo en general- que una de las primeras fuentes de ingresos en Europa. En el caso de España, el sector turístico es un elemento totalmente vertebrador del territorio y de la economía. En los discursos hay veces que parece que no se toma tan en cuenta esa importancia.

¿Cómo valoran el plan de desescalada del Gobierno en cuanto a los congresos?
No hemos entrado a valorarlo detenidamente el plan porque hay aún bastante imprecisión en lo que respecta a muchos de los servicios de la cadena de valor: desde la movilidad hasta los aforos y la atención final.

¿Responde a las necesidades de la industria MICE?

La industria MICE se basa en la confianza y en la seguridad que aportan los destinos y los lugares donde trabajamos . Cuando hablamos de seguridad es seguridad en todos los ámbitos: ciudadana, alimentaria , en comunicaciones y también sanitaria. Debemos transmitir certidumbre y ser confiables y para ello cualquier paso debe estar claro tanto en el horizonte temporal como en condiciones de trabajo y asistencia de los destinatarios y participantes y trabajadores del MICE.

¿Cómo puede favorecer la industria MICE a fortalecer la imagen del país?

El sector MICE es marca país. Cuando por ejemplo se habla de que una gran corporación escoge España para organizar aquí su convención o su viaje de incentivo, se está trabajando la marca España. Los congresos de transferencia de conocimiento, se hacen en un destino u otro, se está haciendo marca país. Y se está generando algo tan importante como el legado, porque siempre queda una relación con el sector y con el destino. De hecho, cuando se habla de grandes congresos, ¿cómo se nombra, como el congreso de dermatólogos o el de Madrid, Sevilla o Barcelona? Eso es lo que hace fuerte a los destinos.

¿Para cuándo se espera que se recuperen los números preCovid?

Dependerá mucho de los plazos que tengamos para los tratamientos sanitarios. No me refiero solo a las vacunas, porque eso tiene su ritmo, sino a la capacidad que tengamos la sociedad de tratar nuevas oleadas. Se empezará por pruebas piloto para ver cómo va funcionando y eso es lo que irá generando confianza. Si además se recupera la movilidad y el transporte, podríamos estar hablando de la recuperación en 2022.

¿Cómo van a cambiar los eventos y reuniones a partir de ahora?

La seguridad va a tener un papel clave fundamental. En un primer momento serán eventos y reuniones de pequeño formato y en espacios en los que se pueda controlar muy bien las condiciones de higiene y limpieza. Los espacios abiertos, en principio, propician que haya una mayor concentración de personas, por lo que es más difícil controlar los aspectos de seguridad. Por nuestra parte, por ejemplo, tenemos intención de hacer encuentros virtuales de Foro MICE cada primer miércoles de mes y cuando se puedan hacer presenciales, nos adaptaremos al formato y al aforo que se permita, haciendo eventos híbridos (presencial y virtual). Todo el sector se está preparando para cuando esto acabe, por ejemplo, los hoteles, con nuevos protocolos de seguridad.

¿Los eventos híbridos pueden ser una solución a corto y medio plazo?

Lo que está claro es que todo lo que vamos aprendiendo e incorporando a nuestros negocios se va a quedar, como la tecnología. La parte virtual está teniendo mucha relevancia, por lo que en una época de transición es posible que haya mucho evento híbrido. Según se vaya normalizando, dependerá de los objetivos de cada evento y de los de la planificación del organizador para que sean más presenciales o más virtuales.

La esencia de los eventos y los congresos es el contacto, ¿cómo afectará el distanciamiento social que se impone para evitar el contagio?

Una vez que pase todo esto y después de incorporar nuevos hábitos de autoprotección, tengo la intuición de que las personas vamos a querer vivir en plan sociable: desde eventos privados como bodas, y compartir celebraciones como sentarnos en una terraza a tomar un café. De la misma manera vamos a querer compartir eventos, así como viajes de incentivo. El ocio y los viajes tiene mucho que ver con nuestro ADN, por lo que habrá que adecuar cómo se hace. Va a ser una adaptación paulatina, hacer un poco de la necesidad una virtud. Tenemos tan incorporado el movimiento, los viajes y la sociabilidad que haremos todo lo que haga falta para conseguirlo. Igual no de la misma manera, pero lo conseguiremos. Además, el ser humano se ha reunido desde la Prehistoria, porque lo necesita.

¿Cómo está aprovechando el sector este tiempo de parón obligado?

Todos los que estamos implicados en la cadena de valor de la industria MICE nos estamos preparando para la vuelta. Los hoteles, por ejemplo, están llevando a cabo nuevos protocolos de seguridad y limpieza, las empresas de catering están haciendo lo mismo. Este es un tiempo de reflexión, formación y preparación para aprovechar mejor la vuelta a la actividad.

Otro de los mantras que se escucha estos días es la necesaria flexibilidad de todos los actores en la vuelta a la normalidad.

Es importante darse cuenta que estamos todos en el mismo barco, desde proveedores -hoteles, líneas aéreas, etc.- a destinos. Todos nos estamos moviendo en lo mismo y es fundamental adaptarse al medio. Esto tiene que ver con la campaña que se ha lanzado de posponer eventos y no cancelarlos, porque tiene que haber una sensibilidad para la adaptación y la versatilidad. En todos los sentidos, en cuanto a formatos, fechas y lugares.

En un sector totalmente paralizado y con tantos eventos cancelados, ¿cómo están respondiendo las compañías de seguros?

Es un tema fundamental, sobre todo por la cancelación masiva de los eventos, y que exige una profunda reflexión. En algunas compañías europeas, en cuanto llegaron las primeras noticias de la OMS, se excluyeron de los condicionados las epidemias. Es importante saber qué es lo que nos pueden ofrecer a partir de ahora, estamos ahora en una fase en la que todos estamos en un reaprendizaje permanente.

En el último Congreso Nacional de OPC España de febrero, se habló de la sostenibilidad como una de las tendencias para los congresos durante este año, ¿se va a mantener?

Hasta ahora, en general, se ha tenido en cuenta la sostenibilidad ambiental que por supuesto, compartimos. Pero queremos hacer hincapié en la sostenibilidad social que implica a toda la cadena de valor.