Liquidez para subsistir, la gran demanda de las empresas al Gobierno

El sector diseña el Plan Renacer Turismo con un horizonte hasta 2023 y pide más líneas de ICO específicas, rebajas fiscales y extensión de los ERTEs, entre otras medidas.

Eturismo, motor de la recuperacón en crisis pasadas, ha recibido el más rápido y profundo castigo de la pandemia. Su producción es inexistente en muchos páises del mundo, entre ellos España, y el horizonte, lejos de despejarse, continúa teñido de oscuridad por las incertidumbres que rodean a la movilidad global. La apertura libre de las fronteras es una incógnita por ahora, si bien en el caso de España los planteamientos que están hoy sobre la mesa del Gobierno es que no se producirá hasta el mes de octubre. También lo es la reacción de las personas una vez se levanten las barreras, porque el miedo es un elemento imposible de calibrar. Es por ello que el momento requiere medidas globales orientadas a garantizar la seguridad sanitaria para la reactivación, pero también ayudas específicas que contribuyan a salvaguardar el tejido empresarial y laboral. Así lo han entendido potencias turísticas como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda.

España, donde el turismo tiene un peso de más del 12% del PIB nacional que con sus efectos indirectos se calcula que impacta sobre cerca del 35% de la economía, superior por tanto a lo que ocurre a nivel mundial, enfrenta los próximos meses sin apenas turismo internacional y su actvidad se fía a la demanda nacional. En 2019, recibió 83,7 millones de turistas extranjeros que gastaron 92.278 millones de euros. Mientras, los españoles realizaron 173,7 millones de viajes por España, con un gasto total de 32.014 millones; es decir, prácticamente tres veces menos que el internacional.

El sector privado vislumbra que se perderán hasta 124.150 millones, lo que equivale al 81% de lo que preveía generar en 2020. La destrucción de empleos esperada podría alcanzar los 800.000.

En este escenario, Exceltur, organización que agrupa a una treintena de los mayores grupos españoles, ha diseñado una estrategia sobre la que, a su juicio, el Ejecutivo y las Comunidades Autónomas deben guiar sus pasos para asegurar la recuperación del turismo a medio plazo. Lo enmarca, además, evidenciando la insuficiencia de las medidas generales en materia económica que ha adoptado el Ejecutivo si se compara con los principales países turísticos, donde su tasa de contagios por coronavirus es sustancialmente inferior a la de España. En este punto, las empresas defienden también una estrategia común dentro de la Unión Europea.

Bajo el título de Plan Renacer Turismo, con una perspectiva hasta el año 2023, Exceltur identifica tres fases para la recuperación del sector. Para la primera, hasta junio, reclama garantías para la supervivencia empresarial con iniciativas que permitan recortar gastos y combatir las tensiones de liquidez con la ampliación de las líneas del ICO con aval de 90% específicas para el sector, extendiendo los ERTEs hasta final de 2020, primando bonos canjeables frente a devoluciones directas a consumidores, facilitando moratorias de hipotecas y posponiendo pago de impuestos y tasas de todo tipo. Por el momento, el Ejecutivo se ha comprometido a extender los ERTEs para considerar la caída de la demanda como causa de fuerza mayor.

En una segunda fase -de junio a diciembre-, en la que la movilidad irá creciendo progresivamente y que podría convertirse en la ‘temporada alta’ del año, la organización pide prolongar la mayoría de esas ayudas y potenciar iniciativas para enfatizar la seguridad y atractivo de España como destino. Y ya en la tercera etapa de consolidación, entre 2021 y 2023, demanda el refuerzo de la competitividad con una estrategia turística, bajadas del IVA y tasas de transporte y acciones para un modelo más sostenible, digitalizado y con una oferta y demanda de mayor valor añadido.