El sector se agarra a la demanda nacional para resistir

Ante la incertidumbre de si habrá vuelos este verano, los viajes dentro de España podrían suponer que el sector turístico pueda empezar a ver la luz a mitad del túnel.

A vueltas con las fases de desescalada, el sector turístico mira al 11 de mayo con una mezcla de expectación y preocupación. Es la fecha marcada en el calendario en la que, en teoría, estará permitida la apertura de hoteles. Asimismo, aunque se ha hablado del 13 de mayo como la fecha en la que la Comisión Europea comenzará a plantear la coordinación de la reactivación del transporte aéreo, hasta el momento no hay una fecha definida en el horizonte para volver a ver aviones. Con esta foto, lo siguiente que se plantea es qué va a pasar con el sector turístico y con el verano, la temporada estrella, más aún después del período de inactividad de estos meses y especialmente el de la Semana Santa, que representa el 15% de la facturación de todo el año.

Siendo optimistas, está previsto que si todo va bien se autorice el movimiento entre provincias a partir de julio. Y sin posibilidad, al menos de momento, de salir o entrar vía aérea, las posibilidades para este verano se centran en España. Todas las previsiones apuntan a que sin duda será un verano atípico; algunos lo han comparado con un turismo ‘setentero’: viajes dentro de España y en coche. Todo esto en un sector que aporta el 15% del empleo tanto directo como indirecto -tres millones de personas- y que año tras año bate récords de llegadas de turistas:: casi 84 millones en 2019, según datos del INE. Una industria que, sin embargo, no está recibiendo de la Administración ese trato preferencial que se presupondría a una industria clave del país.

¿Y ahora qué?

Sin embargo, si algún adjetivo se oye en estos días es el de resiliencia. Lo demuestran las previsiones del Barómetro Turístico de Braintrust, según las cuales, el gasto turístico de los españoles en viajes domésticos podría mantenerse en un 53% respecto al del año anterior (32.014 millones de euros). “Teniendo en cuenta que se parte del colapso, estos datos pueden significar los primeros ‘brotes verdes’ -aunque sea una expresión muy manida- de la recuperación del sector”, afirma Ángel García Butragueño, de Braintrust. Según este experto, los primeros que van a viajar serán los jóvenes entre 25 y 35 años, los ‘early adopters’ del desconfinamiento, entre otros aspectos, por tener menos miedo y ser menos sensibles al virus por patologías previas. En cualquier caso, subraya que estas estimaciones se hacen desde la cautela y en función de que el escenario sea optimista. El Barómetro de Braintrust también analiza el turismo receptivo doméstico, clave cuando se permitan los viajes entre provincias, y con Madrid, Andalucía y Cataluña como principales comunidades emisoras de viajeros domésticos. Con estos datos, García Butragueño insta a empezar ya con las campañas de promoción y de comunicación dentro del destino España, y que se tenga en cuenta tanto el target a las que van a ir dirigidas, así como las comunidades que más ‘exportan’ viajeros al resto del territorio nacional.

Carlos Cendra, director de Marketing y Ventas de Mabrian, coincide en que “la demanda está latente y en estos momentos el sector turístico tiene más bien un problema de capacidad y posibilidad de viajar”. En su opinión, el efecto miedo por la pandemia se pasará en cuanto se permita viajar. Se basa en los datos que aporta la monitorización y medición de la búsqueda espontánea de vuelos -demanda inspiracional- que lleva a cabo Mabrian y que arroja datos interesantes como que, entre el 28 de abril y el 4 de mayo, se ve un repunte significativo de búsquedas de vuelos domésticos. “No se puede comparar con el año pasado, hablar de porcentajes es complicado, porque se parte de una base muy pequeña. Y aunque este verano se supone que se impondrán los viajes en coche, es significativo que las búsquedas de vuelos domésticos se hayan multiplicado por cuatro coincidiendo con el inicio del desconfinamiento”. Otro dato interesante para el análisis de la demanda es la medición del interés que despierta el destino España entre los españoles. Cendra indica que, “dadas las circunstancias, en términos absolutos hay menos búsquedas de vuelos que en 2019. Pero a partir del 1 de mayo se triplica el interés relativo de los españoles por viajar dentro de España respecto al mismo período del año pasado. El español está buscando bastante más que el año anterior el quedarse en España”. Según el análisis de Mabrian, la dinámica para Canarias es todavía más pronunciada que la media española, sobre todo desde Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga y Sevilla. También apunta a que el interés por España fuera de nuestras fronteras es bastante alto. Por ejemplo, en uno de los mercados emisores clave para España como es el alemán, Carlos Cendra señala que hay un patrón alcista. Sobre todo a partir del 23 de abril, nuestro país está ganando cuota de mercado en las búsquedas de vuelos, “si pueden venir, vendrán”. En cuanto a la demanda nacional, añade que habrá tres factores clave. Primero el de la seguridad: al estar “en casa” hay una mayor percepción de tranquilidad; después, el factor presupuestario, -cuanto más cerca, más económico - y por último, la facilidad de acceso a otros destinos, que cobrará importancia cuando haya conectividad aérea.

¿Qué va a pasar con los precios?

Según las estimaciones de Mabrian y a partir de una base de datos de 16.000 hoteles, no va a haber una bajada de precios muy acusada. Como ejemplo, en el periodo entre el 15 de junio al 15 de julio, el precio de una noche de hotel de cinco estrellas en estos momentos tiene una variación respecto a 2019 de menos de un 12%. Para Ángel García Butragueño, “lo lógico es que después de la inactividad haya tentación de atraer a cualquiera, pero una bajada de precios, aunque estimulara la demanda, no solucionaría el problema.Generaría unos revenues mínimos para atravesar el desierto”.

En cuanto a la demanda de destinos nacionales, desde Braintrust preven que habrá cambios: habrá otro tipo de turismo que se inclinará por los destinos de interior, de naturaleza o el cultural, que “van a tener mucho tirón porque son espacios más abiertos y con más posibilidades que el sol y playa, en tiempos en los que se van a querer evitar aglomeraciones”. Y como también son tiempos en los que la sostenibilidad cada vez más forma parte de la maleta de los viajeros, “se va a tener muy en cuenta a los proveedores que más hayan aportado en la crisis sanitaria”.

Fortalezas para afrontar un verano atípico

El sector turístico español se enfrenta a una temporada alta en la que la incertidumbre y la desconfianza pueden socavar todas las previsiones. Sin embargo, también puede ser un punto de inflexión, según Ángel García Butragueño “la realidad es que, hasta que no se reactive el sector aéreo, vamos a tener que vivir del turismo nacional. Y es algo positivo: pasar del vacío en las calles a que haya viajeros, aunque sean de la provincia de al lado. Siempre cada crisis genera una oportunidad y puede ser el momento para hacer valer la diversidad y riqueza de nuestro turismo, en todo lo que tiene que ver con atributos como la variedad paisajística, el patrimonio, o las costumbres”. Se seguiría así el patrón que marcaba el barómetro de Braintrust de 2019, en el que por primera vez, el turismo de ciudad se imponía al de sol y playa. Añade que, de cara a la reapertura de fronteras y después de una inversión en promoción e imagen, la posición de España se puede ver beneficiada frente a otros destinos competidores -como los de la ribera del Mediterráneo- y volver a recuperar el factor de la seguridad.

En cuanto a la percepción de la seguridad del destino España por parte de los españoles, Carlos Cendra indica que en estos momentos está en valores bastante altos y se ha recuperado respecto al inicio de la crisis sanitaria. La imagen de seguridad de España, aunque se resintió en abril, también se ha reforzado en los últimos días en los principales mercados emisores de Europa. De cara a la recuperación, Cendra subraya que “para el mercado internacional, lo primero que cuenta es la imagen de España, es importante trabajar la marca país para luego centrarse en cada destino”. También destaca como una de las fortalezas del sector “es el más profesionalizado del mundo, a nivel de servicios y de planta hotelera”. En la misma línea, María Jesús Escobar, socia responsable de Sector Público de EY, destaca como fortaleza del sector turístico español la “elevada capacidad y calidad de las infraestructuras, servicios sanitarios y servicios de seguridad”. Añade también que, a pesar del liderazgo de España como destino turístico internacional, el mercado doméstico es muy relevante, con 173,7 millones de desplazamientos realizados por españoles dentro del territorio nacional en 2019. Además, España es también un importante emisor de turismo internacional -más de 20 millones de desplazamientos anuales- por lo que hay una probabilidad alta de que una parte de estos movimientos se reorienten a destinos nacionales.