El arte de viajar: perderse por museos y galerías

Al enorme patrimonio histórico cultural de nuestras calles y plazas se une el de la oferta de museos, lo que convierte a España en un destino ‘top’ para el turismo cultural.

Con 104 museos y 181 galerías de arte, Barcelona es uno de los destinos que ofrece un mayor número de propuestas a nivel cultural. La capital catalana fue donde más se explayaron Gaudí y sus universos mágicos, plasmados en el parque Güell, la Pedrera y cómo no, en la Sagrada Familia. En la Fundación Joan Miró se recogen 14.000 piezas entre pinturas, esculturas, cerámicas y dibujos del genio catalán. Por su parte, en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) se puede disfrutar de una excepcional muestra de arte contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX. Y esto solo para empezar, porque Barcelona es también la del barrio Gótico, la de la catedral de Santa María del Mar y la del Liceo.

En Madrid la mayor oferta cultural se concentra en el triángulo del museo del Prado -la pinacoteca más importante de España- el museo Thyssen y el de Reina Sofía. En este espacio se encuentran las principales colecciones artísticas -y a menudo de exposiciones- de nuestro país, de Velázquez con sus Meninas a Goya, pasando por el Guernica a Van Gogh y Munch. Para encontrarse con la Dama de Elche y otros restos más antiguos hay que ir hasta el museo Arqueológico, mientras que el de la casa museo de Sorolla permite acercarse a la vida y obra del genio valenciano de la luz. Son algunos de los 89 museos y 168 galerías de arte con los que cuenta la capital madrileña, la ciudad del Palacio Real, la Puerta del Sol y la Puerta de Alcalá.

Málaga se ha convertido por derecho propio en una de las ciudades más vanguardistas en lo que a turismo cultural se refiere. Y el mejor lugar para disfrutar del arte cubista de Picasso, en el museo de su ciudad natal. En el museo Thyssen de Málaga también se pueden encontrar obras del artista malagueño, junto a las de Zurbarán o Julio Romero de Torres. La capital malagueña se ha convertido además en la primera sede fuera del París del Centre Pompidou, una de las visitas imprescindibles para ver de cerca obras de Magritte o Frida Kahlo.

Ya solo por la visita al museo Guggenheim ya merece la pena acercarse hasta Bilbao. Desde 1997 se ha convertido en el icono de la ciudad vasca y en el eje de su transformación. El imponente edificio de titanio diseñado por Frank Gehry acoge una valiosa colección de obras de arte moderno y contemporáneo, de artistas, entre otros, como Chillida, Anselm Kiefer o Mark Rothko. A la entrada nos espera Puppy, otro gran símbolo de la ciudad vasca.