Una apuesta firme por
la primera industria de España

La crisis del coronavirus ha hecho que el sector turístico se enfrente al escenario de incertidumbre más importante de su historia. Nunca la globalización nos había planteado una crisis de estas características donde cada día asistimos a una evolución inesperada de los acontecimientos y que está forzando a todas las empresas a replantear día tras día sus planes de acción para dar la respuesta que nuestros clientes esperan.

Porque, ante todo, esta crisis ha provocado una caída en la confianza de los viajeros españoles y extranjeros. Las agencias de viajes lo saben bien, puesto que durante las últimas tres semanas han tenido que implantar planes especiales de atención a las consultas de sus clientes, lógicamente preocupados por el estado de sus viajes, la seguridad de los destinos elegidos, o también por el riesgo de cancelación de los mismos y la posibilidad de no poder recuperar el dinero desembolsado. Durante este periodo, las agencias han transmitido siempre un mensaje claro e inequívoco: los casos de cancelación por fuerza mayor -ateniéndose a las recomendaciones del ministerio de Asuntos Exteriores- siempre aseguran la restitución del importe íntegro del viaje.

Durante estas semanas hemos transmitido confianza y seguridad. Ningún cliente que no pudiera disfrutar de su viaje por motivo de una cancelación por fuerza mayor iba a perder su dinero. Desde ACAVE también se está velando para que algunas compañías aéreas que se resistían a devolver el dinero se comprometan a restituirlo. Por su parte las agencias receptivas han sido cruciales para mantener hasta ahora la tranquilidad de los viajeros que tenían previsto visitar España. El número de afectados en España es reducido en comparación con otros países y además cuenta con una excelente red sanitaria.

Sin embargo, esta crisis ha desafiado toda la capacidad para anticipar la evolución de los acontecimientos, de las noticias y también de la desinformación. Es un hecho que las reservas para Semana Santa se han detenido y muchos operadores temen que esta situación pueda extenderse en el tiempo si no se produce pronto un cambio drástico en la tendencia. Asimismo, los grandes eventos y ferias nacionales e internacionales que se iban a realizar esta primavera se están aplazando al otoño con el consiguiente impacto económico para el sector turístico en su totalidad.

Es por ello que esperamos que las medidas de urgencia que el Gobierno ha previsto implementar se lleven a cabo con la mayor urgencia posible. Primero, porque debemos pensar en las empresas y en sus trabajadores. Agencias de viajes, Hoteles, restaurantes, museos, espectáculos, festivales culturales o centros de ocio necesitan de un apoyo urgente en estos momentos cruciales de inicio de la temporada donde se crean cada año miles de puestos de trabajo que se podrían ver comprometidos por esta situación.

Pero al mismo tiempo, reclamamos que esta respuesta del gobierno sea urgente para transmitir tranquilidad a los viajeros. España cuenta con uno de los sectores turísticos más importantes a nivel internacional y cuenta con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Ambos factores deben ser tenidos en cuenta y puestos en valor para reestablecer la confianza de los viajeros. Una vez esta crisis haya sido superada, será también necesario que el Gobierno lleve a cabo una acción exterior determinante para transmitir este mensaje.

Desde el sector de las agencias de viajes confiamos en que el gobierno lleve a cabo las acciones necesarias para apoyar al sector turístico en uno de los momentos más complejos de su historia. A menudo se dice que el turismo es la primera industria de nuestro país, pero nunca antes esta afirmación ha sido tan cierta. El apoyo al sector turístico es imprescindible no sólo por una necesidad macroeconómica, sino por un motivo más importante: por el enorme número de puestos de trabajo que de él dependen.