“Si controlamos bien el brote de coronavirus cerraremos 2020 con buenos datos turísticos”

La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, confía en la fortaleza del turismo español para poder afrontar una ‘rápida’ recuperación una vez se despeje la incertidumbre por el coronavirus, cuyo alcance es aún imprevisible. En paralelo defiende la apuesta de España por un turismo de más calidad que ahonde en incremento del gasto que generan los turistas internacionales tras las subidas de 2019.

¿Cómo está afectando y cómo afectará la crisis del coronavirus al sector turístico en España en Semana Santa, verano y el año?

El coronavirus va a tener un impacto directo sobre el turismo y sobre la economía de toda España, que dependerá de la duración y magnitud de la situación. No sabemos cuánto tiempo va a durar. El primer escenario es Semana Santa, luego veremos qué pasa con el verano. Sabemos que el mercado turístico es muy ágil y flexible, así que esperamos que una vez que se despeje la incertidumbre la recuperación sea rápida.

¿Puede darnos cifras del impacto cuantitativo -cancelaciones, caída de reservas, etc.- en el turismo hasta ahora? ¿Desde qué países están produciéndose las mayores cancelaciones?

Se están produciendo cancelaciones en los mercados europeos y asiáticos, no tanto en el americano. En general, las reservas de viajes internacionales se han ralentizado debido a este escenario de incertidumbre que hace que los turistas pospongan su decisión de compra. Entre los segmentos que más se están resintiendo se encuentra el de los viajes escolares.

El Gobierno ha recomendado a los españoles que eviten viajar. ¿Qué medidas está adoptando o puede adoptar el Ejecutivo para paliar los efectos del coronavirus sobre el turismo en España?

La recomendación de Sanidad de no viajar si no es necesario se hace teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos viendo la evolución y/o expansión del virus. Es una medida difícil pero necesaria, según las autoridades sanitarias. Desde el Gobierno estamos preparando una serie de medidas entre todos los ministerios para intentar paliar, en la medida de lo posible, los efectos de esta situación en el turismo y en la economía en general.

Italia ha impuesto una cuarentena para su población. Si España llega a esta situación, ¿será un año negro para el turismo?

Las medidas que se han tomado en Italia son excepcionales. En España no estamos en esa fase por lo que hablar de un año negro es prematuro, aunque, indudablemente, si llegáramos a ese nivel habría un impacto importante en el turismo. En cualquier caso, hay que recordar que nuestro país cuenta con un sector turístico fuerte y profesionalizado, capaz de hacer frente a cualquier eventualidad.

¿Qué previsión de turistas internacionales y de gasto tienen ahora mismo?

Es pronto para aventurar cifras, pero si controlamos bien el brote esperamos poder cerrar el año con unos buenos datos.

A la crisis del coronavirus le ha precedido el fenómeno meteorológico Gloria y la nube africana después de un 2019 de récord. ¿Cómo afronta el sector turístico estos desafíos?

Ya 2019 fue un año muy bueno a pesar de lo que pasó -incertidumbres en torno al Brexit y quiebra de Thomas Cook, entre otros obstáculos-. Cerramos el año con 83,7 millones de turistas internacionales, un 1,1% más, y con un crecimiento del gasto por turista, que es el dato más importante, del 2,8%. Tenemos un sector turístico fuerte, que hace frente a todas las cuestiones por su profesionalización y por su fortaleza, y podemos aguantar muchos problemas que nos puedan ocurrir, de cualquier índole.

Con estas cifras, ¿qué balance hace de 2019, su primer año completo al frente de la Secretaría de Estado de Turismo?

Es positivo, sobre todo por lo que afecta a la cifra de gasto. El aumento del 2,8% del gasto medio es con la que me gusta quedarme. Tras el alza del 1,1% de turistas internacionales, con 83,7 millones, es el momento de pensar en la calidad, no en la cantidad. El indicador que debe guiarnos no es el del número de turistas sino sobre todo el del gasto que generan.

¿A qué atribuye ese crecimiento?

Es debido a una oferta turística diversificada y de alto valor añadido, distinta de otros países. Con unas cifras similares o un poco más altas tenemos más gasto porque disponemos de una oferta turística muy potente, un sector muy profesionalizado, con unos empresarios que conocen muy bien su terreno y que lo trabajan muy bien.

¿Y qué se puede hacer para que siga creciendo?

La idea es seguir incrementándolo estructurando un producto turístico de alto valor. Este es el quid de la cuestión: no ir a buscar más número de turistas, sino otros turistas, y turistas que pongan en su prioridad este tipo de experiencias.

¿Cómo puede contribuir el Gobierno a favorecerlo?

Trabajando con las Comunidades Autónomas para estructurar este producto turístico diferenciado.

¿Y qué debe tener el producto?

Debe tener este componente experiencial, diferenciado, fidelizando o atrayendo al turista que busca este espacio de ocio, puede ser en ciudades o naturaleza que no vas a encontrar en otro sitio, acompañado con una excelente oferta de alojamiento, con unas carreteras fantásticas por las que te puedes mover, AVE, aeropuertos, seguridad, etc.

Los países del Norte de África, con una oferta de sol y playa competitiva, parecen haber superado sus peores momentos. ¿Cómo combate España a estos mercados?

Creando y poniendo en valor, en el mercado, una oferta distinta y de alto valor añadido. Estoy pensando en toda la oferta gastronómica, que es un polo de atracción importantísimo, porque en nuestro país es muy diversa, desde el norte al sur, las islas Canarias y Baleares. Somos imbatibles en este aspecto. Pero hay más, está nuestra parte histórica, con monumentos maravillosos en muchísimas ciudades y pueblos que son un atractivo enorme. A esto se une la posibilidad de realizar deportes tanto de nieve en su época, como senderismo o golf, toda una oferta enorme para practicar. También para ver deporte, un activo muy importante para España. O el turismo de compras. Todo esto genera una cadena importante de oferta turística en la que cada vez tiene mayor importancia el viaje a medida de cada uno de nuestros visitantes y que puede conformar sus días de ocio con un alto valor experiencial. Este es un atractivo importantísimo y que hace que nuestros visitantes lo valoren, lo busquen y paguen por ello.

El año pasado España batió récords de visitantes y gasto a pesar del ‘Brexit’ y de la quiebra de Thomas Cook, ¿están estos elementos amortizados para 2020?

Vamos a seguir negociando la salida pactada de Reino Unido. Creo que tanto Reino Unido como España tienen muchísimo interés en asegurar el flujo de turistas en ambos sentidos. Esta salida de la forma que se está produciendo va a tener una incidencia creo que mínima y, además, va a propiciar, comparando con lo que ha ocurrido en el último año, que ya se sabe el terreno sobre el que nos movemos, lo cual siempre es mucho mejor porque en cualquier cuestión la incertidumbre no es buena. Es evidente que ha salido de la Unión Europea y que será un tercer país, pero aun así va a haber mecanismos para impulsar estos flujos turísticos: la posibilidad de movimiento de las líneas aéreas, visados, mascotas, carnés de conducir, sanidad en nuestro país, etc., serán muy similares a lo que había antes y habrá muchas facilidades porque nos interesa a todos. Por supuesto a España, y a ellos también. Hay que estar atentos a que se siga con esta pauta e intensificar nuestras acciones para tener más turistas británicos, que son bien recibidos, como siempre, los que son repetidores, que tenemos muchos, y aquellos que no conocen España.

Los turistas británicos representan el principal mercado para España y en 2019 redujeron sus viajes. ¿Qué previsiones tienen para 2020?

Tenemos estimaciones, pero vamos a ver cómo se van materializando. Es cierto que bajó un 2,4% en 2019, frente al alza global del 1,1%, en un contexto en el que ha habido un movimiento de los flujos turísticos porque mercados competidores han vuelto a situarse. En nuestro caso, han sido sustituidos por otros que antes eran minoritarios y han subido el número de visitantes, como Estados Unidos, Rusia, América Latina y Canadá. En todo caso, Reino Unido, con 18 millones de turistas es nuestro principal mercado y le dedicamos muchísima atención.

Le preguntaba también por el impacto que aún puede tener la quiebra de Thomas Cook en el sector en España.

La quiebra de Thomas Cook en su momento fue un asunto muy importante. El Gobierno de inmediato, con las Comunidades Autónomas, abordó que podíamos hacer para minimizar este impacto con un decreto ley y medidas distintas. Una de las cuestiones que nos preocupaban mucho era la accesibilidad en las zonas turísticas donde operaba esta compañía y hemos visto que el vacío, el hueco que dejó, se fue cubriendo por otras compañías que cogieron estas rutas. Esto ocurre porque España es un destino turístico de primer orden, el segundo más competitivo, el segundo en número de llegadas y de gasto, es nuestra principal industria y tiene un músculo muy fuerte porque es muy atractivo y está muy profesionalizado. Creo que hemos superado bien esta crisis.

Otras cuestiones que preocupan al sector son la subida del salario mínimo interprofesionales (SMI) ya aprobada -a 950 euros- y proyectada -a alrededor de 1.200 euros al final de la legislatura- y los cambios en la legislación laboral. ¿Cree que tendrá efectos negativos como advierten?

Lo estamos evaluando junto con nuestros compañeros de Gobierno. Pensamos que no va a tener un impacto negativo. Vamos a seguir atentos y trabajando conjuntamente con el secretario de Estado de empleo. Se ha trabajado desde las distintas Comunidades Autónomas y desde el Gobierno para tener un empleo de calidad, digno y lo más estable posible. Es cierto que en algunas Comunidades es difícil porque tienen unas temporadas muy estacionales, pero aun así, si vamos a buscar ese turista en el que estamos empeñados necesitamos un empleo de calidad. No podemos hablar de una buena oferta turística en su conjunto sin considerar que se necesita también un empleo digno, para dar este servicio de calidad que queremos. Es imposible disociar buenos empleos, con condiciones de trabajo dignas, con la parte de enfermedades profesionales controladas, rigurosas, de un buen sector turístico. Y por supuesto también hay que hacer hincapié en la formación.

Otra problemática es la de las viviendas de uso turístico. ¿Con las nuevas normativas queda resuelta? Entre viviendas de uso turístico y hoteles. ¿Con la nueva regulación queda resuelto el problema?

Es un problema que existió y que existe. Nosotros ya al principio de la legislatura anterior lo abordamos, cosa que no se había hecho, con las Comunidades Autónomas, y pusimos en una misma mesa toda la problemática que, aunque es distinta en todas ellas tiene muchos aspectos comunes. Desde entonces se han aprobado distintas regulaciones por parte de las Comunidades, que son las competentes en materia turística y en ordenación del territorio. Casi todas lo han regulado, el Gobierno también ha modificado la Ley de Propiedad Horizontal y la de Arrendamientos Urbanos para separar y clarificar al máximo lo que es un arrendamiento de temporada, que no es turístico, del que es turístico, y para dar capacidad a los vecinos de las viviendas plurifamiliares sobre si esta actividad económica se puede desarrollar o no en sus edificios. Está surtiendo efectos. También ha habido expedientes sancionadores muy importantes a plataformas y ha hecho que haya bajado un poco este problema. ¿Ha bajado del todo? No. ¿Es deseable que siga habiendo este tipo de oferta sin regular? No. ¿Qué es lo que queremos hacer? Pues seguir trabajando con las Comunidades Autónomas en cuanto a que ellas puedan hacer cumplir su normativa y desde el Gobierno del Estado ayudar, apoyar, en todo aquello que es competencia suya.

Más allá del coronavirus, ¿cuáles son las prioridades de la Secretaría de Estado de Turismo?

Nuestro primer desafío es elaborar ya en base a las directrices que aprobamos el año pasado una estrategia de turismo sostenible 2030 junto con las Comunidades Autónomas para afrontar los retos que se nos van presentando. ¿Cómo? Con la sostenibilidad económica, social y medioambiental y la gobernanza colaborativa en primer término. El turismo como primera industria de nuestro país no es ajeno a los retos que tiene toda la sociedad española, el cambio climático y todo lo derivado de esta cuestión, la competitividad y la mejora de las condiciones de vida de todos los trabajadores.

También debemos saber gestionar entre todos el éxito que tenemos, sin ser para nada autocomplacientes, hacer una estrategia para defender esta posición en el mundo de competitividad turística desde la sostenibilidad, desde esta gobernanza público- privada, para que el sector turístico español siga creando y redistribuyendo riqueza.

¿Aumentará el Presupuesto para turismo?

Tenemos los Presupuestos prorrogados desde 2018. Claro que deseamos tener más presupuesto para poder hacer frente a cuestiones prioritarias como es la mejora de zonas turísticas pioneras, invertir recursos en la España de interior y para estructurar un producto turístico atractivo y nuevo. Estamos elaborándolo ahora y esperamos que sea así, pero también tenemos que ser realistas, tenemos una situación económica complicada, tenemos muchos frentes que cubrir, en pensiones, en educación, en hospitales, en trabajo, etc.

Del Presupuesto total para turismo, unos 200 millones se reservan para préstamos Emprendetur, que se puso en marcha en tiempos de crisis para nuevas empresas ante la dificultad para acceder al crédito bancario. Pero en el de este año no vamos a prever dinero para este tipo de préstamos porque hemos visto que en los últimos años no se han solicitado.