Los patinetes, dos realidades en España ante un ‘sudoku’ regulatorio

La regulación municipal de las empresas de alquiler de patinetes eléctricos genera posturas muy diferenciadas. Mientras que ciudades como Madrid, Málaga o Sevilla apuestan por este tipo de empresas para fomentar sus territorios, ciudades como Valencia y Barcelona se muestran reticentes.

En los últimos años, el uso de patinetes eléctricos se ha convertido en una alternativa cada vez más popular en las ciudades de todo el mundo. Madrid Sevilla y Málaga son tres de las ciudades que actualmente lo están incentivando más en España. En este sentido, la DGT solo ha establecido que está prohibido que los vehículos de movilidad personal compartida (VMP) vayan por aceras, zonas peatonales, pasos de travesía, autopistas, autovías, vías interurbanas o túneles en ámbito urbano. Las vías autorizadas para circular las indicará una ordenanza municipal.

También apuntan que la velocidad de estos vehículos deberá estar entre 6 y 25 kilometros hora. Por otro lado, la DGT se plantea establecer la obligatoriedad de tener un seguro para todas los usuarios y empresas de patinetes eléctricos, comentan fuentes de la DGT en una entrevista para elEconomista Movilidad y Transporte. Mas allá de lo indicado hasta, ahora la DGT deja en manos de los ayuntamientos la regulación de este tipo de movilidad.

En el caso de Madrid, la principal novedad que introducen es que se reduce en un 40% el número máximo de patinetes que pueden desplegarse por la ciudad, pasando de 10.000 patinetes establecidos en las autorizaciones, que se prorrogarán hasta mayo, a los 6.000.

Este límite se ha establecido en relación con la capacidad de lugares de estacionamiento .En concreto, Madrid tenía en julio 5.997 horquillas homologadas para el estacionamiento de bicicletas y VMP, con una capacidad máxima de aparcamiento en estos elementos de 11.994 patinetes.

No obstante, se establece la posibilidad de incrementar el número de autorizaciones en función de la demanda y el uso real de los patinetes eléctricos. Esto se hará mediante una evaluación cada cuatro meses por lo que se determinará si es oportuno ampliar el número de autorizaciones para cubrir la demanda que haya en cada momento.

Esta limitación conlleva la reducción a solo tres operadores de vehículos de movilidad personal compartida ya que aseguran que una oferta fragmentada es perjudicial tanto para la movilidad urbana como para las empresas que ofrecen sus servicios, siendo más difícil recuperar la inversión si hay una mayor competencia.

Tres operadores en Madrid

Desde el pasado 3 de mayo, las compañías Dott, Tier Mobility y Lime serán las encargadas de prestar servicio en Madrid. El ayuntamiento de la capital ha exigido a los operadores que dichos vehículos estén equipados con tecnología que obligue al usuario a estacionar correctamente el patinete.

En mayo de 2019, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó una ordenanza que regula el uso de patinetes eléctricos en la ciudad. Entre las medidas adoptadas, se estableció que los patinetes solo pueden circular por carriles bici o calles limitadas a 30 kilómetros hora, y se prohibió su uso en aceras y zonas peatonales.

Además, se establecieron normas de seguridad para los usuarios, como la obligatoriedad de llevar casco para los menores de 16 años, y se limitó la velocidad máxima de los patinetes eléctricos a 25 km/h. También se exigió que las empresas de alquiler de patinetes eléctricos tengan una póliza de seguro que cubra posibles accidentes.

Otra de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Sevilla fue la creación de zonas de aparcamiento específicas para patinetes eléctricos. Estas zonas están ubicadas en lugares estratégicos de la ciudad, como estaciones de metro y autobús, y permiten a los usuarios dejar sus patinetes de forma segura y ordenada. Es importante puntualizar que Sevilla también cuenta con un régimen sancionador que obliga a los usuarios de los patinetes a tener que aparcar el vehículo en las zonas establecidas para ello, penalizando a aquellos que no lo hagan mediante el uso de tecnología específica.

“Hay que decir que Sevilla ha hecho especialmente buen trabajo construyendo reservas específicas de estacionamiento para estos vehículos compartidos, tanto patinetes como bicicletas, a lo largo de toda la ciudad”, declara Arnau Pérez Valero, responsable de relaciones de Lime, en una entrevista para el Economista Movilidad y Transporte. “Esta es la manera fundamental, junto con las medidas que implementan las empresas, para garantizar el correcto estacionamiento de los vehículos”, añade Pérez Valero.

El caso de Málaga es quizá el más llamativo. Aunque a día de hoy siguen siendo siete los operadores que tienen el servicio de patinetes eléctricos compartidos plantearon, se propuso que solo fuera una la empresa concesionaria de este tipo de movilidad. La medida no ha gustado ni a la CNMC ni a los propios operadores de estos servicios, que se concretan en Lime, Bird, Link, Dott, Bolt, Tier y Voi. Cada una de estos operarán con 192 patinetes eléctricos. Completan el listado Dott, Bolt y Voi, que tendrán también bicis eléctricas.

Por su parte hoy las empresas que cuentan con las concesiones se quejan de que es muy complicado obtener rentabilidad con tanta competencia y tampoco es patinetes por compañía. Por otro lado,la CNMC a la propuesta hora de dar la concesión a una sola empresa se muestra contraria hoy ya que considera que atenta contra el libre mercado.

Aumento de licitaciones

Que los patinetes eléctricos hoy son una alternativa atractiva para algunas ciudades hoy se puede ver en el aumento de licitaciones como las recientemente dadas en Oviedo, Murcia o Alcorcón.

Pero no todos los territorios ven con buenos ojos la puesta en marcha de este tipo de movilidad. De hecho, resulta especialmente llamativo el caso de Valencia, que se niega rotundamente a poner en marcha el servicio de alquiler de patinetes en la ciudad.

El problema es el sistema de alquiler en la vía pública. “Valencia fue pionera en no autorizar ese mal uso de este vehículo que tantos problemas estaba generando en ciudades de todo el mundo, y que las corporaciones instalaban con el beneplácito de muchas administraciones locales alegando que se trataba de un piloto. En Valencia teníamos claro que no había ninguna evidencia que demostrara su utilidad y sí muchas de que el modelo no funcionaba, por lo que no se inició ningún experimento, pese a la presión desde determinados sectores”. Declaran fuentes municipales en una entrevista para elEconomista Movilidad y Transporte.

Por su parte, Barcelona está monitorizando continuamente los impactos sociales y ambientales derivados de los sistemas de alquiler de patinetes eléctricos desplegados en las principales ciudades de Europa, como París, Madrid, Londres, Roma o Ámsterdam, entre otras. “Llevamos a cabo esta labor a través de contactos habituales con homólogos responsables de la movilidad, diálogo con la industria, operadores, asociaciones de operadores, academias y otros interesados”, señalan desde el consistorio de la ciudad.

En la Ciudad Condal, la movilidad en patinete eléctrico está permitida. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Barcelona señalan que no están satisfechos con los modelos de alquiler de patinetes eléctricos debido al impacto social y ambiental que generan.

Por lo tanto, se busca definir un modelo distinto que limite las externalidades negativas observadas en la mayoría de ciudades europeas. Este objetivo se persigue a través de contactos regulares con homólogos responsables de la movilidad, operadores, asociaciones y otros interesados.