La aviación española se une para impulsar el hidrógeno verde

El sector aéreo se une para potenciar la cadena de valor del hidrógeno verde con una firma entre once entidades. El objetivo es hacer de este combustible una realidad a mediados de la próxima década, coincidiendo con el momento en el que Airbus ponga en funcionamiento su propio avión de hidrógeno.

En el camino hacia la descarbonización del sector aéreo, parece que todo apunta s que la alternativa que logrará la reducción de emisiones buscada es el hidrógeno verde y el combustible sostenible de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés), pues con esta última opción se reducirían las emisiones en un 34%, algo que, según asegura Silvia Lazcano, portavoz de la alianza, en una entrevista para el elEconomista Movilidad y Transporte, “será posible a mediados de la próxima década”. Pero para llegar a esta meta todavía queda mucho recorrido por delante”. A día de hoy, solo el 0,1% del combustible utilizado a nivel mundial es combustible sostenible de aviación (SAF), algo que debe escalar exponencialmente si se quiere llegar al 2% marcado como obligatorio para el 2025, como establece la legislación europea. El sector aeronáutico se ha comprometido para ello con la descarbonización de la industria y ha firmado en la sede del Ministerio de Transportes un acuerdo para la constitución de la Alianza para el Uso del Hidrógeno Verde en la Aviación e impulsar la descarbonización en este sector. Esta alianza se crea para potenciar el proceso de descarbonización, consciente de que el hidrógeno verde se ha identificado como una solución sostenible para la descarbonización de múltiples sectores productivos e industriales, entre los que destaca el transporte aéreo, y que está llamado a ser un vector energético clave en el futuro de nuestra economía.

Los objetivos que contempla esta alianza son determinar las necesidades de desarrollo, producción, almacenaje y distribución de hidrógeno verde para la aviación en España, además de promover la investigación y el desarrollo de soluciones en este campo, la coordinación entre diferentes actores de la cadena de valor de la industria del hidrógeno en la aviación y el intercambio de información.

Entre las acciones que contempla esta iniciativa está la creación de hojas de ruta, cronogramas y grupos de trabajo que relacionen las necesidades u objetivos de producción y suministro. Estos grupos de trabajo que harán tangible las propuestas a desarrollar en la alianza son cuatro: un primer grupo de trabajo que se centra en la generación de hidrógeno renovable para aviación, otro grupo de trabajo dedicado a combustibles sintéticos, es decir, que no son de origen biológico y que requieren del hidrógeno renovable y de la captura de CO2 para sintetizarse. El tercer grupo de trabajo sería el hidrógeno en aeropuertos y el cuarto grupo de trabajo correspondería al hidrógeno en los aviones, cuenta Silvia Lazcano.

Todos los grupos de trabajo mencionados estarán abiertos a las aportaciones de otros actores relevantes del sector. Asimismo, la alianza canalizará la propuesta de iniciativas hacia las administraciones e identificará proyectos y oportunidades de financiación y cooperación.

Esta alianza está impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), el gestor aeroportuario Aena, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE). Pero no son los únicos promotores. También son integrantes la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), Gasnam-Neutral Transport, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la Plataforma Tecnológica Aeroespacial Española (PAE) y la Plataforma Tecnológica Española del Hidrógeno (PTeH2).

Desde AOP valoran muy positivamente esta suma de fuerzas para el uso del hidrógeno verde. “La industria del refino es la principal productora y consumidora de hidrógeno en nuestro país y, por tanto, va a ser un actor clave en el despliegue del hidrógeno renovable y creemos que tenemos mucho que aportar por nuestro conocimiento de este vector energético”, explican desde la organización.

Pero, además, tal como señaló la secretaria de estado de Transporte, Isabel Pardo de Vera, en el acto de firma de la alianza, esta será también una vía para promover los combustibles sostenibles de aviación (SAF), por los que el ministerio apuesta claramente.

“En la alianza se han creado distintos grupos de trabajo y en AOP lideramos y coordinamos el de combustibles sintéticos, que ha empezado a elaborar un capítulo que se integrará en el Libro Blanco de la Aviación”, añaden desde la organización que representa a los productores petrolíferos.

Por su parte, Cepsa, que es una de las compañías que forman parte de la AOP, considera que todas las iniciativas que impulsen la sostenibilidad del sector aéreo son bienvenidas, tanto para descarbonizar las naves, como toda la flota que hay a su alrededor. “En Cepsa trabajamos para facilitar los retos de descarbonización que tienen nuestros clientes, ofreciéndoles alternativas, como el hidrógeno verde o el SAF”, según aseguran fuentes de la compañía.

En lo relativo al impulso del hidrógeno verde, Cepsa está trabajando en el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. El plan prevé que la empresa construya dos plantas en sus parques energéticos de Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Cádiz) de 1 GW de capacidad cada una, que producirán hasta 300.000 toneladas anuales de hidrógeno.

En este sentido, Cepsa y EDP han firmado un acuerdo para trabajar juntas en la producción de hidrógeno verde a gran escala en la bahía de Algeciras. Mediante esta alianza, EDP se incorpora como socio del proyecto para desarrollar hasta 1 GW en Campo de Gibraltar (Cádiz), en el marco del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde,

Por su parte, Silvia Lazcano asegura que “la aviación fue el primer sector en adoptar una agenda global en contra del cambio climático en la última década del pasado siglo. Su compromiso no ha cambiado de intensidad, siendo nuestros objetivos cada vez más ambiciosos. En este contexto, el hidrógeno está demostrando ser el caballo ganador como vector energético de futuro para el transporte pesado y en concreto para la aeronáutica, sabiendo que en el espacio ya se utiliza desde hace algunas décadas. Sin embargo, la cadena de valor del hidrógeno se está creando y es compleja.

Para conseguir los objetivos de emisiones netas cero de carbono en 2050, tal y como es el compromiso del sector, son necesarias acciones coordinadas rápidas para lograr que la producción, distribución, regulación, infraestructura aeroportuaria y tecnologías embarcadas se desarrollen a lo largo de esta década.