Los retos de la cadena de suministro en el sector de los frescos

La producción del sector de frutas y hortalizas en España superó en 2021 los 15.470 millones de euros, un 6% más que en 2020 y un 9% más que en las cinco últimas campañas de 2016 a 2020, según datos del EUROSTAT. Estos 15.470 millones de euros supusieron el 21% del valor total de la Unión Europea. España es el primer país exportador de la Unión Europea, representando el 26% del total de exportaciones de frutas y hortalizas, y uno de los primeros exportadores mundiales, junto a China y Estados Unidos.

Para cubrir la demanda global de los productos frescos (frutas y hortalizas, carnes y huevos), todos los actores de la cadena de suministro son clave, ya que son quienes facilitan y transportan los productos permitiendo que lleguen a tiempo y en las condiciones óptimas para el consumidor final.

Con la globalización y el auge de la compra por internet, la demanda de transporte de activos ha aumentado exponencialmente. Además, a raíz de la pandemia de Covid-19 y las nuevas regulaciones, el sector se enfrenta a tres nuevos retos: encontrar socios que permitan transportar el mayor número de productos a más lugares en el menor tiempo posible, reducir el impacto medioambiental en sus operaciones y buscar soluciones que eviten manipular el producto y mantengan su calidad en todo el proceso.

Encontrar operadores logísticos y alianzas con alcance internacional que permitan transportar productos al máximo número de países posible es, por tanto, esencial para hacer más eficaz el transporte de activos y ampliar y diversificar los lugares donde se exportan los productos frescos españoles.

Pero no son sólo las eficiencias económicas y operativas las que marcan la hoja de ruta de productores y distribuidores. Desde hace unos años, la sostenibilidad también es protagonista en las estrategias logísticas de la mayoría de las empresas, pasando de una buena acción a una necesidad económica, social y legal. Por ejemplo, según la Ley de transporte, que regula el transporte por carretera y ferrocarril, se espera que en tres años la sostenibilidad sea un 20% más relevante para la cadena de suministro, lo que supone un reto para muchas empresas que se tienen que adaptar a estas regulaciones.

En el sector de los productos frescos, como en muchos otros, una cadena de valor sostenible no puede concebirse sin el concepto de economía circular, que tan popular se ha hecho en la última década. Por definición, la economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende.

Este concepto de economía circular se puede aplicar a muchos ámbitos de la cadena de valor, desde el uso que se les dé a los propios productos, hasta el origen de los materiales que utilicemos o el modo en que los bienes son transportados. En esto último, destaca el pooling de palés, un modelo de negocio intrínsecamente circular donde se comparten y reutilizan los palés por diversos productores y distribuidores a lo largo de toda la cadena de suministro. Los productores alquilan los palés por un tiempo determinado, transportan sus bienes en dichas plataformas hasta los puntos de venta o distribución y, una vez vacíos, es la empresa paletera la encargada de recogerlos, inspeccionarlos, repararlos y ponerlos de nuevo en circulación

.De esta manera, se alarga la vida de los palés, se aprovechan mejor los recursos naturales y se reducen los residuos generados. Además, se libera al productor y distribuidor de las tareas de gestión, permitiéndoles centrarse únicamente en el core de su negocio. En definitiva, el sistema pooling de palés contribuye a una mayor optimización de la cadena de suministro. Y una empresa pionera en este sentido es CHEP.

Para poder introducir estas soluciones en la distribución de productos frescos es necesario entender bien a los clientes y sus necesidades. Por ejemplo, los productores y distribuidores de frescos necesitan soluciones que reduzcan al máximo la manipulación del producto. Así, CHEP ofrece varios tipos de palés óptimos para el transporte de productos frescos, no solo en la llamada primera milla (del campo al punto de venta), sino también en la última, donde la seguridad y la higiene también son esenciales.

Por ejemplo, el cuarto de palé Q+ de CHEP, un palé de exposición con capacidad de apilado doble, permite maximizar el espacio de transporte y reducir los trayectos vacíos. Se trata de una plataforma sostenible, fabricada al 100% con plástico reciclado y suprareciclado, que mejora, además, la visibilidad de las promociones en tiendas al destacarlas del lineal, algo muy valorado por los productores de frescos y que se traduce en un incremento de ventas. Además, ayuda a reducir el stock en tienda, reduciendo así las mermas para el distribuidor.

Por otro lado, la innovación juega un papel clave para ofrecer herramientas que tengan en cuenta la experiencia del cliente y proporcionen eficiencias en toda la cadena de valor. Las nuevas tecnologías, como la geolocalización, la realidad virtual o el Internet de las Cosas (IoT) aplicadas a la logística están ayudando a simplificar procesos, a eliminar cuellos de botella y a identificar sinergias. Y el sector de los palés no escapa a estos avances tecnológicos. En CHEP, por ejemplo, el Big Data ha ayudado durante años a identificar rutas de transporte colaborativo entre sus clientes, reduciendo los kilómetros en vacío y las emisiones de carbono. Por otro lado, los dispositivos de geolocalización aplicados a algunos de sus palés están ayudando a mejorar el control sobre sus plataformas y los productos transportados en ellas, reduciendo pérdidas y aportando, además, información valiosa para sus clientes. Son solo un par de ejemplos de cómo la digitalización ayuda a optimizar la cadena de valor y a hacerla más sostenible.

En definitiva, el sector de los frescos es esencial para la economía española. Por eso es clave potenciarlos, protegerlos y evitar su merma a lo largo de la cadena de valor con soluciones logísticas robustas, innovadoras, eficaces y sostenibles.