Lift, el laboratorio de pruebas de la aviación del futuro

La empresa española ITP Aero trabaja en varios proyectos que buscan mejorar la eficiencia, consumos y el ruido de los aviones de las próximas décadas

Apostar por la investigación para conseguir desarrollar tecnología propia es clave para la aviación del futuro. En este sentido, ITP Aero y la Universidad Politécnica de Madrid se unieron hace ya varios años para crear Lift, un centro de investigación que acaba de finalizar un proyecto innovador sobre compresores que formará parte de la aviación del futuro. Jaime Fernández Castañeda, Head of Research & Technology de ITP Aero, encabeza este laboratorio de pruebas y comenta con elEconomista Movilidad y Transporte los últimos avances conseguidos.

El Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica de Turbomáquinas (LIFT) creado en colaboración entre estas dos entidades lleva a cabo ensayos aerodinámicos en turbomaquinaria que ha conseguido diseñar compresores de baja presión más competitivos, con un 10% de mejora en estabilidad y un 5% en eficiencia.

Además, a través de las pruebas realizadas en este entorno, también se reduce un 50% el tiempo de mecanizado de los compresores, lo que supone una rebaja de tiempos en el mecanizado, además de alargar la vida de las herramientas que se utilizan en este tipo de procesos.

Más allá de estas mejoras clave, a través de estas pruebas también se han conseguido desarrollar técnicas de simulación de impacto de aves sobre el compresor de baja presión, con el objetivo de predecir de manera efectiva tanto el impacto primario como el secundario.

Este banco de pruebas, según señala a este medio Fernández Castañeda, cuenta con un túnel de viento de alta velocidad con más de 6,5 MW de potencia instalada y una velocidad de rotación de hasta 8.000 revoluciones por minuto.

Tras los primeros cuatro años de construcción, este túnel lleva dos en operación y constituye la única instalación de estas características en nuestro país y puede trabajar en ciclo cerrado, es decir, es posible aislar el funcionamiento del compresor del ambiente y operar en situaciones semejantes a las que operaría el avión en altitud.

Su primer proyecto fue el Booster II, financiado por CDTI, con el objetivo de la mejora de la eficiencia de las aeronaves. En este sentido, abrió la puerta al desarrollo, implementación y validación experimental de tecnologías propias de diseño aerodinámico y control de ruido, en línea con los objetivos de sostenibilidad marcados por ITP y por el propio sector de la aviación, así como el desarrollo de nuevas soluciones de simulación y metodología de diseño de impactos.

Este túnel también permite conocer mejor la zona inestable que se forma en altura con los cambios de sentido del aire.

A este proyecto se incorporan, además de profesionales de la propia ITP, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y alumnos con programa de beca a través de la Cátedra ITP de Propulsión. Todas estas pruebas permiten mirar al futuro de la aviación con un impulso a la sostenibilidad y a nuevos sistemas de propulsión para aeronaves de todo tipo.

“Existe también un proyecto para el desarrollo de nuevos sistemas de propulsión”, admite a este medio Fernández Castañeda, que consta del ensayo del sistema completo para mover un fan. Este desarrollo de I+D lleva a un demostrador que, posteriormente, pasará por un sandbox.

A él se une el desarrollo de la tercera generación de compresores para la mejora de eficiencia de concepto híbrido (con turbinas de gas) que, en su opinión, pueden ser el futuro de la aviación regional en aviones de hasta 50 pasajeros. Con ello, se podría reducir entre un 25 y un 30% las emisiones con respecto a las aeronaves actuales como se persigue en el programa Clean Aviation para 2030.

Pero Lift no es el único centro tecnológico con el que cuenta ITP. La compañía también está presente en el Centro de Tecnologías Aeronáuticas (CTA) -laboratorio de investigación aeroespacial especializado en ensayos fluidodinámicos-; el Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas (CEIT), impulsada por la Universidad de Navarra para el desarrollo de proyectos industriales de investigación aplicada en colaboración con departamentos de I+D de empresas; y colabora con el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados de Materiales (IMDEA de Materiales), una iniciativa promovida por la Comunidad de Madrid para el fomento de la investigación y transferencia tecnológica al tejido industrial en ciencia e ingeniería de materiales.

De forma adicional, está en contacto con la Universidad de Mondragón, que lleva a cabo, en el campo de la aeronáutica, la investigación de tecnologías de fabricación entre las que destacan los procesos de mecanizado y las tecnologías de conformado y materiales de última generación. También con la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), donde cuenta con avances en el desarrollo de tecnologías de fabricación.