El ferrocarril de mercancías, clave para la lucha contra el cambio climático

Desde Europa se apuesta firmemente por fomentar el transporte de mercancías por ferrocarril como solución para descarbonizar el transporte terrestre y en España, con la cuota estancada en el 4% desde el 2005, debemos seguir el ejemplo. Transportar mercancías por ferrocarril es la fórmula más sencilla para luchar contra el cambio climático.

Los gobiernos e instituciones europeas han estado trabajando codo con codo estas dos últimas décadas para llegar a acuerdos que hagan frente al cambio climático. La Agenda 2030 y el Acuerdo de París a nivel global, y el Green Deal en Europa, forman la hoja de ruta para emprender un nuevo camino que consiga una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y en esta hoja de ruta, uno de los principales temas a tratar es el transporte que en su conjunto, pasajeros y mercancías, es el responsable del 30% de las emisiones totales.

Dentro del sector transporte, y centrándonos solo en las mercancías, el ferrocarril juega un papel fundamental para conseguir un sistema sostenible, ya que el tren emite un 80% menos de CO2 que su equivalente por carretera. El ferrocarril es, por tanto, una de las mejores maneras que las empresas tienen para reducir la huella de carbono de su cadena de suministro. Además, disminuye hasta en un 50% los costes externos: no hay que olvidar que un tren sustituye a 40 camiones y ayuda por tanto a descongestionar las carreteras, a que haya menos accidentes y a reducir el ruido; asimismo, consume seis veces menos energía y es ocho veces mejor en términos de contaminación del aire. Además, el ferrocarril ya está aquí, no es algo que tengamos que inventar para luchar contra el cambio climático, solo hace falta apoyarlo para que pueda crecer, este es el reto.

Para dar a conocer todas sus ventajas, hemos lanzado desde Transfesa Logistics la iniciativa ‘Mercancías al tren’, donde reivindicamos el transporte de mercancías por ferrocarril como clave para disminuir las emisiones de CO2 del sector del transporte terrestre en nuestro país. A esta iniciativa se han unido por primera vez, actores de todo el sector: empresas ferroviarias, operadores, cargadores, puertos, gestores de infraestructuras, empresas fabricantes, propietarias y gestoras de activos ferroviarios, instituciones públicas y ONGs. Todos entendemos que el ferrocarril es clave para conseguir los objetivos de descarbonización y por ello vamos a seguir trabajando de forma conjunta para que el ferrocarril sea la columna vertebral de un futuro sostenible.

Los beneficios del ferrocarril han motivado que los Estados Miembros de la Unión Europea lo vean como factor clave en sus compromisos de sostenibilidad; son muchos los años y esfuerzos dedicados por Europa para promover el transporte ferroviario de mercancías. Lamentablemente, en España la cuota del transporte ferroviario es de apenas un 4%, no ha crecido desde la liberalización del sector del transporte ferroviario de mercancías en 2005 y lo que es peor, muestra algunos síntomas de descenso a raíz de la pandemia. Estamos, por tanto, lejos del 10% fijado como objetivo para 2030 por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), notablemente por debajo de la media europea que se sitúa en un 18% y a años luz del objetivo europeo fijado en el 30%. Desgraciadamente España se sitúa en el tercer puesto por la cola de Europa, sólo por delante de Grecia e Irlanda. Afortunadamente, parece que se están tomando medidas para mejorar esta situación: en España están actualmente sobre la mesa iniciativas como ‘Mercancías 30’, lanzada por el MITMA “con la que se pretende potenciar el transporte ferroviario de mercancías como eje vertebrador de las cadenas logísticas multimodales”. Es un buen comienzo desde luego, ya que hay acciones, medidas y, por primera vez desde la liberalización del sector en 2005, ayudas concretas para impulsarlo.

En el sector hemos recibido con ilusión esta iniciativa ‘Mercancías 30’, que incluye medidas como inversiones en infraestructuras centradas en mercancías, y donde hay ayudas para la renovación del parque de locomotoras, vagones y equipos de transporte intermodal, así como incentivos a las empresas de tracción.

Sin embargo, la iniciativa presenta algunas asignaturas pendientes que, entre todos, debemos aprobar para conseguir que alcance su objetivo, que no es otro que el crecimiento de la cuota modal del ferrocarril. En este sentido, desde el sector hemos trasladado una serie de propuestas al MITMA planteando medidas que podrían ponerse en marcha para acelerar el crecimiento de la cuota. A nuestro entender, la iniciativa ‘Mercancías 30’ debería también contemplar aspectos tan esenciales como medidas para hacer frente a la tremenda escalada del precio de la energía -que tiene un impacto enorme en el ferrocarril- y el incentivo a la demanda de los operadores y clientes que son, en definitiva, los que suben las mercancías al tren.

Queremos que España alcance sus objetivos climáticos y el transporte de mercancías tiene un papel fundamental para conseguirlo. Cuantas más mercancías se transporten por ferrocarril, mayor será la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es importante concienciar tanto a las instituciones públicas -que deciden en qué se invierte el dinero público-, como al sector empresarial -que decide cómo organiza su cadena logística- y a la sociedad en general -que influye en las decisiones tanto de las instituciones públicas como de las empresas- de la importancia del ferrocarril de mercancías como llave para hacer frente al cambio climático.