Una incertidumbre más a un sector ya dañado

Cuando parecía que el Covid era un capítulo a punto de cerrarse, la invasión de Ucrania por parte de Rusia se convierte en una nueva incertidumbre para el transporte y la movilidad. Al cierre del espacio aéreo, de los puertos marítimos en el país de Vladimir Putin y el corte del tráfico de mercancías por carretera y ferrocarril, se suma el aumento de precios de las materias primas clave como son el petróleo y el gas. Eso hace que, inevitablemente, se coloque sobre el sector una nueva incertidumbre que se suma a los daños que el virus ha causado en los balances de las compañías del sector durante los últimos meses.

Cada segmento de este mercado tendrá una afectación diferente en función de su dependencia de estos combustibles y, sobre todo, de su porcentaje de coberturas. Gran parte de las aerolíneas cuentan, por ejemplo, con derivados sobre el precio del petróleo que les garantizan una tranquilidad relativa frente a las subidas que está sufriendo el barril en las últimas semanas. Pero este arma de doble filo que durante los peores meses del Covid les llevó a innumerables pérdidas, hizo que otras compañías, como WizzAir, decidieran deshacerse de ellos al valorar que los costes eran mayores que los beneficios. Ahora, no les queda más remedio que acogerse al precio diario del barril de petróleo con todo lo que ello supone.

El Gobierno ha anunciado un plan para hacer frente al impacto económico y social de la invasión de Ucrania citando los daños sobre el crecimiento, los Presupuestos del Estado y las empresas, y también sobre la economía de las familias y los productos básicos. Si bien se reconoce que las repercusiones más relevantes se notarán en los mercados energéticos además de la dependencia del gas y el petróleo rusos, no se han anunciado medidas concretas sobre cómo se tratarán de paliar estas consecuencias. Fiscalidad o incluso ayudas directas, mecanismos clave para poder seguir con la actividad sin obligar a las compañías, sobre todo las más pequeñas, a parar su negocio para no incurrir en mayores costes.

Las empresas necesitan visibilidad y certidumbre sobre las medidas concretas a adoptar por parte del Gobierno y cómo les puede llegar a afectar el conflicto entre Rusia y Ucrania en lo que a un aumento de sus costes se refiere. Así debe ser en cualquier momento, pero más si cabe en un punto como este en el que los balances de la mayor parte de las compañías de transporte y movilidad están muy dañados por las consecuencias del Covid. Estos daños incluyen montantes de deuda y ratios deuda/ebitda que a inicios de 2020 nadie pensaba tan siquiera llegar a ver. Es necesario poner negro sobre blanco y garantizar la viabilidad de las compañías de transporte y movilidad que son claves para el día a día de nuestro país.