Golpe directo a la línea de flotación

No voy a descubrir la pólvora mojada, ni nada por el estilo si afirmo y reafirmo que la situación actual no es, hablando en términos marítimos que ahora preocupan mucho, sino un golpe directo a la línea de flotación de la economía europea y, prácticamente mundial, así como al transporte de mercancías en el Viejo Continente.

Cuando salíamos de la crisis más profunda en siglos que ha tenido el mundo por la pandemia del Covid-19 del que nadie, ningún país se ha salvado, y que ha dejado la economía a ras de suelo, y se comenzaba a sacar la cabeza a través de esa especie de alcantarilla, por la que salir de ese condicionamiento subterráneo marcado por los Gobiernos de turno, en especial el nuestro, con las medidas de confinamiento y de nula o escasa permisividad a la movilidad, nos encontramos con otro problema, y vaya problema.

Un señor, llamado Putin -lo de señor por ser educado- ha decidido que hay que recuperar unos territorios que ya no son de la extinta URSS, sino de Europa, y de un día a otro ha enviado sus tropas a la conquista (?) de Ucrania, sin encomendarse a nadie, igual sí al diablo, creando, en pleno siglo XXI un retroceso social, geopolítico y económico de tal envergadura que, ahora mismo, nadie sabe cómo va a terminar y si tiene o no solución.

Pero como siempre no es el político de turno, el gobernante, o el que tiene poder y dinero, sino el pueblo llano que se encuentra de golpe y porrazo con un aumento de su gasto diario, del coste incrementado de sus productos de primera necesidad, de la energía, la luz por ejemplo está subiendo por encima de los costes normales. El combustible no para tampoco de incrementarse, con lo que ello supone para el transporte de mercancías por carretera y de los usuarios de autobuses y autocares.

No sabemos a ciencia cierta cómo va a acabar el conflicto, pero lo que sí sabemos es que es preciso que se adopten soluciones para evitar que este momento económico se siga desbocando y que al final siempre paguen, como es tradicional, justos por pecadores.