El transporte de mercancías por ferrocarril, una asignatura pendiente

El transporte de mercancías por ferrocarril en España a día de hoy sigue siendo una asignatura pendiente, situándose en valores que oscilaron, en la última decada, entre un 4% y un 6% del cómputo global del transporte de mercancías.

El transporte ferroviario de mercancías en España ha registrado cifras muy bajas en la última década que se sitúan entre un 4% y un 6% de todo el transporte de mercancías realizado. Poniéndolo en contexto europeo, el transporte de mercancías en España es el 1,5% del total de la Unión Europea.

Otra cuestión que llama poderosamente la atención es que, a pesar de la liberación del mercado ferroviario, los datos reflejan que Renfe sigue siendo el líder indiscutible del tráfico ferroviario de mercancías con 17 millones de toneladas, lo que representa un 65% en el año 2019 del total. Mientras que otros operadores privados ocupan el 35% restante con 8,6 millones de toneladas.

¿Cómo puede ser que, siendo España la quinta potencia europea y teniendo una infraestructura ferroviaria que vertebra todo el país, sea uno de los territorios a la cola en cuanto a transporte de mercancías por ferrocarril?

La reducida cuota modal del transporte ferroviario de mercancías tiene su explicación en que, en un espacio aproximado de 1.000 km, hay una demanda de mercancías de aproximadamente 50 millones de habitantes, mientras que los países centroeuropeos esta demanda es para 300 millones de personas aproximadamente.

El sector industrial tiene menos peso y se encuentra más disperso, por lo que no genera concentraciones de flujos. Aunque el ferrocarril es un medio perfectamente capaz de asumir el transporte masivo de mercancías, su adaptabilidad es más compleja e infinitamente más cara, además de encontrarse con la imposibilidad de hacer trayectos de última milla. Su falta de capilaridad hace muy difícil que el tren se adapte a las necesidades actuales de las cadenas logísticas, teniendo que hacer uso irremediablemente del apoyo de otros modos de logística como son el transporte por carretera, que representa el 95,7%. Otra dificultad con la que se encuentra el ferrocarril para ser un medio de mayor utilización para el transporte de mercancías es que este comparte espacio con la infraestructura creada para el transporte de pasajeros que normalmente tiene preferencia frente a las mercancías.

Por otro lado, el ferrocarril destinado a transporte de mercancías también presenta limitaciones relacionadas con la falta de infraestructuras, como son la falta de vías de apartado para trenes de 740 metros en algunos corredores de la red y las rampas máximas en algunos tramos de la misma. Otra dificultad que tiene que sortear el transporte ferroviario de mercancías español es la existencia de dos redes de características técnicas diferentes: la red de ancho ibérico, y la red de Alta Velocidad con ancho UIC apta para el transporte de mercancías.

Diferentes anchos de vía

Por otro lado, la existencia de diferentes anchos de vía, electrificación y señalización en el resto de Europa encarece el proceso logístico y a su vez frena el tráfico internacional dada la lentitud de las operaciones. Por lo general las estaciones multimodales existentes en España están obsoletas y necesitarían inversión para adaptarse a las necesidades actuales, o se encuentran en zonas próximas a ciudades que dificultan la logística sobre todo cuando se trata de mercancías peligrosas. A todo esto se suma que el tamaño medio de las empresas españolas es pequeño, por lo que en la mayoría de las ocasiones no disponen de apartado ferroviario propio.

Aunque el transporte de mercancías por ferrocarril liberalizado se está encontrando con grandes escollos para establecerse como una alternativa logística de transporte de mercancías, haciendo un buen uso de la infraestructura se podrían sortear los cuellos de botella trasladando menores costes al resto de sectores. Con una buena planificación logística y una modernización de los trenes, el transporte en ferrocarril posibilita trasladar menores costes externos a la sociedad.

Para el impulso de la logística ferroviaria, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha puesto en marcha el Plan C6.14, que contempla subsecciones de 800 millones de euros repartidas en 6 líneas de financiación para fomentar el transporte de mercancías sostenible y multimodal, de las cuales las tres primeras afectan al trasporte ferroviario de mercancías.

La primera línea de actuación hace referencia a la interoperabilidad del transporte ferroviario de mercancías dotado con 45 millones de euros. Esta vía se materializa en sistema ERTMS a bordo de los trenes, para la reducción de ruido en material rodante, adaptar las locomotoras a varias tensiones, instalación de bogies de rodadura desplazable en los vagones de mercancías, y para impulsar la innovación y desarrollo del eje de ancho variable en locomotora.

Fomento de la intermodalidad

La segunda línea de ayuda dotada con 195 millones tiene el objetivo de fomentar la intermodalidad en el transporte de mercancías, transfiriendo el transporte por carretera al transporte ferroviario, adaptando y creando los cargaderos e infraestructuras necesarias para fomentar el transporte por ferrocarril, con el objetivo reducir para 2050 un 50% el transporte por carretera.

La tercera línea que afecta directamente al transporte de mercancías ferroviario está dotada de 125 millones de euros, y busca incentivar la compra por parte de empresas privadas de trenes que funcionen con tecnología de bajas emisiones. Otro factor fundamental para el impulso del transporte de mercancías ferroviario es la creación de una autopista ferroviaria.

La Unión Europea establece en la reglamento (UE) 1315/2013 orientado hacia el impulso del ferrocarril, dentro de los objetivos marcados para 2030 los siguientes requisitos: la electrificación total de las lineas ferroviarias, establecimiento de líneas de mercancías de al menos 100 km/h y 22,5 toneladas por eje y que permitan la circulación de trenes de 740 metros, la implantación de ERTMS y el establecimiento del ancho de vía estándar UIC para nuevas líneas.