Alsa, GMV, Indra y Renault se unen para impulsar el vehículo autónomo

El proyecto ‘R3CAV’ incluye el desarrollo de una nueva arquitectura adaptable -tanto en ‘hardware’ como ‘software’- destinada a la creación de futuros vehículos autónomos y conectados, capaces de operar con diferentes niveles de autonomía.

Los vehículos autónomos están en boca de todos y el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia y la financiación de los fondos Next Generation EU están dando un empujón clave a los proyectos que van en este sentido. Así, Alsa, GMV, Indra, Masermic, MasMóvil, Renault y Sigma se han unido en el proyecto R3CAV (Robust, Reliable and Resilient Connected and Automated Vehicle for people transport), que incluye el desarrollo de una nueva arquitectura adaptable -tanto en hardware como software- destinada a la creación de futuros vehículos autónomos y conectados, capaces de operar con diferentes niveles de autonomía.

El proyecto se articula en torno a dos casos de uso principales: el primero de ellos en el desarrollo de un prototipo de vehículo autónomo en entorno controlado industrial, que se llevará a cabo en la factoría de Renault en Palencia; y el segundo de ellos en Alcobendas donde se probarán tanto sistemas de conectividad en vehículos del fabricante galo como en vehículos altamente automatizados de transporte de personas.

A través de este proyecto se busca abordar tres retos. El primero de ellos es el desarrollo de un nuevo prototipo nivel L4, es decir, para vehículos altamente automatizados capaces de operar en entornos controlados, capaces de gestionar interacciones complejas con el entorno gracias a la ayuda de una infraestructura avanzada, que será una fuente redundante de información para el vehículo.

Además, también aborda el reto del desarrollo de una nueva plataforma de vehículo eléctrico autónomo y conectado para la futura aplicación como lanzadera adaptable y modular para el transporte de personas en circuitos urbanos, cuyo nivel de automatización crecerá progresivamente desde un nivel L2 (el que tiene que ver con sistemas de ayuda a la conducción avanzada) hasta un L3 (es decir, sistemas autónomos con baja supervisión).

El último de los tres grandes retos a los que se enfrenta es el desarrollo de la tecnología de comunicaciones 5G para vehículos conectados, como por ejemplo un sistema avanzado de asistencia a la conducción. Este reto tiene como objetivo informar y recomendar las acciones más adecuadas al conductor, tomando el control del vehículo si es necesario.

Más allá de estas empresas claves en sus respectivos sectores, el proyecto cuenta con la colaboración de siete centros de investigación de primer nivel. Entre ellos destacan cuatro universidades (UPM, UC3M, UMU y UMH) y tres centros tecnológicos (Tecnalia, CTAG y Tekniker).

El proyecto se enmarca en el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia y está financiado con los fondos Next Generation EU. Su desarrollo, según las citadas compañías, pretende contribuir al desarrollo de tecnologías relevantes de aplicación en el ámbito de la automoción; posibilitar una rápida recuperación del sector basada en el fortalecimiento de las capacidades innovadoras y abordar los retos de la movilidad sostenible, cero emisiones y vehículo conectado y autónomo. Para ello contará, además, con el Centro de I+D+i de Renault Group en Valladolid y sus más de mil ingenieros que desarrollan soluciones a diario.