Regresan los ‘barcos voladores’ al archipiélago canario

Las islas Canarias volverán a ver volar por sus cielos, décadas después, a los hidroaviones, a esos aparatos conocidos popularmente con la denominación de “barcos voladores” por sus aterrizajes sobre el agua. Las operaciones comenzarán el próximo otoño.

Canarias volverá a contar, a partir de otoño, con los hidroaviones como forma de conexión entre islas. Este medio de transporte operará, inicialmente, en las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma. Los conocidos como “barcos voladores”, aparatos capaces de despegar y aterrizar sobre el agua, conectarán las capitales.

Gracias a la iniciativa de la compañía Surcar Airlines, en el último trimestre del presente año se podrá conectar, merced a uno de estos “barcos voladores”, entre los puertos de Santa Cruz de Tenerife y el de Las Palmas de Gran Canaria; así como entre Santa Cruz y el puerto de La Palma. Aunque, tal y como ha anunciado su consejero Miguel Angel González Suárez y su director, Gerardo Morales Hierro, no se descarta ampliar más tarde a otras conexiones insulares.

La aparición de nuevos hidroaviones sobre los cielos canarios pone fin a una sequía de este tipo de viajes que en la década de los años cincuenta eran comercializados entre el Puerto de Las Palmas y la localidad británica de Southampton. De hecho, el último despegue con pasajeros tuvo lugar el 10 de noviembre de 1957. En esta ocasión, la historia de la aviación en Canarias lo hará en las rutas cortas señaladas, de unos 30 minutos de duración, y se empleará un aparato De Havilland Canadian, modelo DHC-6 Twin Otter. La aeronave contará con una capacidad para entre 16 y 20 pasajeros, en función de su configuración interior.

Según Surcar Airlines, la idea de poner en marcha este nuevo transporte interinsular es mejorar la conectividad, la cohesión social y el desarrollo de las islas, y hacer, a la vez, una versión más moderna del transporte, “acercar más a los canarios”, y convertirse en un hito en el Archipiélago. Además de dar un servicio de conexión entre Tenerife, Gran Canaria y La Palma, se puede convertir en una nueva oferta turística, ágil, segura y con “ciertos toques románticos”.

Para su consejero, Miguel Ángel González Suárez, “es un proyecto muy ilusionante”, porque “crea nuevas experiencias que siempre son motivadoras, pero sobre todo lo es la capacidad que esto supone para acercar nuestras islas”.

Esta nueva posibilidad de conexión interinsular entrará en competencia, a partir de otoño, tanto con los enlaces por barco, como los que llevan a cabo las compañías aéreas Binter y Canary Fly.

Entre sus valores, en comparación con los otros medios de transporte interinsulares con que cuenta los habitantes de las Islas Canarias, desde la aerolínea se apunta hacia una mejora de la conectividad, unos controles de seguridad más ágiles y una mayor sostenibilidad, ahorrando hasta un 30% de las emisiones, sólo con evitar los desplazamientos a los aeropuertos.

La idea que han lanzado sus organizadores es que venga a ocupar un nicho centrado en el viajero de negocios durante la semana, y en el mercado del turismo los fines de semana. La estimación de tráfico alcanza los 15.000 pasajeros en el primer año en las conexiones entre las tres islas.

Surcar Airlines, es una empresa aérea de capital mayoritariamente canario, que cuenta con participación y apoyo de una compañía especializada en este tipo de transporte, como es la danesa Nordic Seaplanes, que une, desde hace años, las localidades de Aarhus y Copenhague, y que es el único operador europeo con una línea regular de este tipo.

El lanzamiento coincide con la nueva regulación para este tipo de actividad aérea, dictaminada por la Agencia Estatal de Seguridad aérea (AESA), y de un informe técnico que se ha encargado al INTA (organismo perteneciente al Ministerio de Defensa) en el que se ha analizado el uso de hidroaviones en los puertos canarios, en materia de seguridad y en su no afección al tráfico portuario. Y está autorizada para operar por la ZEC (Zona Especial Canaria).