Defender al transportista, defender el transporte

La pandemia en su momento más duro, cuando en todo el mundo en general, y en España en particular, se adoptaban medidas contra la libertad de movilidad, y había que quedarse encerrado en casa, o circunscrito a una zona muy localizada del hábitat de cada uno, hubo un sector que se multiplicó para evitar que se sufriese de desabastecimiento, y ese no fue otro que el del transporte por carretera, unido a la distribución y la logística. Pero no fue igual en todos los países europeos, ni siquiera en los que forman parte de la UE. Hubo problemas en fronteras, retenciones indebidas hasta que se impulsó desde Bruselas la creación de una serie de pasillos que permitiesen el paso de los transportes con el mínimo tiempo perdido en fronteras no existentes en la actualidad, por la libre circulación europea, pero que se quisieron poner en algunos momentos de máxima tensión pandémica. Toda esta parrafada viene a colación para poner en su lugar a la potente iniciativa que ha puesto en marcha Bruselas con su Paquete de Movilidad.

Aprobado en junio de 2020, a la vista, y con la experiencia de lo que había ocurrido desde marzo en Europa, introduce importantes novedades que han comenzado a entrar en vigor en este mes de febrero, y que no quieren sino plantear la necesidad de que los Estados miembros tomen serias medidas con el objetivo de lograr un mercado más justo, sobre todo para los protagonistas del transporte de carretera, los conductores de los vehículos que mueven mercancías, aunque sin olvidarse también de los que llevan en sus manos los volantes de los autocares de pasajeros. El objetivo está claro, se trata de mejorar la regulación de los descansos y las remuneraciones salariales. Así como el acceso a la profesión y al mercado de transporte, para controlar y evitar la competencia desleal que se está dando en algunos países, sobre todo del este europeo, que no están, del todo, a favor de que les controlen.

Aunque no se haya dicho así, por parte de la Comisión Europea, lo cierto es que hay una clara conclusión de esta decisión de aplicar nuevas normas y de aprobar una directriz como el Paquete de Movilidad, y que no es otra que “defender al transportista, al conductor, es defender el transporte”.