Sostenibilidad de altos vuelos: la descarbonización del transporte aéreo

En el último año, el sector de la aviación fue el causante de alrededor del 2,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Es decir, cada año, los viajes en avión emiten más de 900 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Cepsa, como uno de los principales productores y proveedores de combustibles de aviación en España, ha firmado en los últimos meses diversos acuerdos con aerolíneas que consolidan su objetivo de liderar la transición energética y encabezar la descarbonización del transporte aéreo.

Una estrategia sostenible: ‘Positive Motion’

Como parte de su compromiso en la transición energética y de su nuevo plan estratégico, Positive Motion, Cepsa se ha centrado en desarrollar un ecosistema enfocado en la aceleración de la descarbonización de su actividad y de la de sus clientes del sector del transporte, especialmente aéreo y marítimo. Para ello, se compromete al desarrollo y producción de moléculas verdes, fundamentalmente hidrógeno renovable y biocombustibles. De hecho, Cepsa aspira a ser líder en la producción de biocombustibles avanzados en España y Portugal para el año 2030, con una producción de 2,5 millones de toneladas al año. De esta producción, 800.000 toneladas serán combustibles sostenibles para aviación (SAF). En esta línea, Cepsa ya ha forjado alianzas estratégicas y firmado, a lo largo de este año, diversos acuerdos con diferentes compañías áreas de referencia para seguir impulsando la descarbonización el transporte aéreo: Iberia, Iberia Express, Binter, Air Nostrum, Vueling, TUI y Etihad.

Todas estas iniciativas están en consonancia con el paquete de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye una iniciativa legislativa denominada RefuelEU Aviation que pretende impulsar el suministro y la demanda de biocombustibles para la aviación en la Unión Europea hasta un 2% de uso en 2025, un 5% en 2030 y el 63% en 2050.

Para Tobi Pardo, director de Aviación y Asfaltos de Cepsa: “Estas nuevas alianzas para avanzar hacia un modelo de transporte aéreo más sostenible refuerzan nuestro compromiso de ofrecer soluciones cada vez más bajas en carbono a nuestros clientes. Queremos recorrer este camino junto a ellos, con quienes compartimos una firme determinación en la lucha contra el cambio climático”.

En esta misma línea, Sevilla se ha convertido recientemente en la capital de la descarbonización del transporte aéreo del sur de Europa. 220 vuelos han partido desde el Aeropuerto de Sevilla con combustible sostenible para la aviación (SAF) de Cepsa producido en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de huesos de aceituna y otros residuos vegetales del sector de la oliva en España. El SAF, con un 4,5% de componente bio, ha sido suministrado a todos los vuelos de Air Europa, Air Nostrum, Iberia Express, Ryanair, Vueling y Wizz Air que han despegado desde la terminal sevillana, superando el objetivo del 2% que establece la Unión Europea para 2025.

Con él se han cubierto 400.000 kilómetros de trayecto de una aeronave media, el equivalente a dar diez vueltas al mundo. Se trata de una cantidad suficiente para cubrir entre 400 y 500 horas de vuelo. Esta iniciativa ha evitado la emisión de más de 200 toneladas de CO2, el equivalente a la plantación de más de 2500 árboles. Se trata de la primera vez que en un aeropuerto del sur de Europa se lleva a cabo un suministro de SAF de estas características.

Además, Cepsa ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para recortar sus emisiones, situándose entre las empresas referentes de su sector. En concreto, en 2030, reducirá sus emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) en un 55% respecto a 2019 y aspira a ser neutra en carbono antes de 2050. Asimismo, reducirá la intensidad de carbono de sus productos entre un 15% y un 20% en 2030. Cepsa quiere ir más allá del cero neto y busca alcanzar un impacto positivo, aportando valor en las comunidades donde está presente al permitir que sus clientes y otros grupos de interés sean más sostenibles.

Biocombustibles

El SAF, por sus siglas en inglés, significa combustible sostenible para la aviación; es decir, biocombustible que puede emplearse para reemplazar parcial o totalmente los combustibles fósiles tradicionales utilizados en los aviones. Se produce a partir de materias primas circulares, que no compiten con la alimentación, como aceites usados de cocina o restos biodegradables procedentes de distintas industrias. Su origen circular hace que ayude a la descarbonización del transporte aéreo. El uso de SAF puede llegar a reducir las emisiones de CO2 hasta un 90% respecto a los combustibles tradicionales. La utilización de SAF no solo ayuda a descarbonizar la aviación, sino que también permite impulsar un turismo sostenible, lo que también genera valor para la sociedad.

Actualmente la disponibilidad del SAF es limitada y la demanda en el mercado supera a la oferta, lo que hace que su precio sea muy superior al de los combustibles fósiles tradicionales. En este contexto, las alianzas de Cepsa con las diferentes aerolíneas demuestran el interés de la compañía en el desarrollo de estos carburantes y refuerza el compromiso de la industria en conseguir que el SAF se pueda producir y utilizar en mayor medida, para permitir una reducción de los precios más a largo plazo. Mediante estos acuerdos, Cepsa y sus clientes podrán seguir reduciendo su huella de carbono y contribuir en la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Estas alianzas, además, impulsan la consecución de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: ODS 7 (garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), ODS 8 (promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno), ODS 12 (garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles) y ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos).