Solución tras la presión... ¿Y a largo plazo?

El sector del transporte de mercancías por carretera consiguió, tras una nueva amenaza de paro, medidas para paliar el alza de costes que están sufriendo las compañías en los últimos meses. Una rebaja de 20 céntimos por litro de combustible y una ayuda directa dotada con hasta 450 millones de euros. Lo mismo ocurrió en diciembre, las medidas llegaron con la amenaza de paralización de la actividad. Entonces se aprobó un Real Decreto-ley con nuevas normas sobre la carga y descarga de camiones y la posibilidad de trasladar costes a los cargadores. También se hizo frente a una situación similar hace poco más de un año, cuando José Luis Ábalos se vio obligado a actuar ante la presión de las empresas del sector.

Tres ocasiones en los últimos meses en los que el Gobierno ha respondido ante la presión. ¿Las medidas solo llegan cuando la situación es desesperada? ¿Qué pasa entonces con los problemas que se han enquistado y que necesitan una solución a largo plazo y no un nuevo parche temporal? El sector ha hecho, en numerosas ocasiones, una evaluación y un diagnóstico sobre las dificultades a las que se enfrenta en su día a día. También se han propuesto medidas y sugerido actuaciones para tratar de poner freno a estas situaciones y lograr la sostenibilidad de la actividad -tanto a nivel medioambiental como económico- sin conseguir una solución clara para hacerles frente de forma inequívoca. Por ahora, estas propuestas no se han materializado.

Ganar tamaño es clave para la pervivencia del sector. Y esta situación es especialmente grave en el segmento de mercancías, pero también afecta al de pasajeros. En el lado de los camiones, más de la mitad de las licencias corresponden a autónomos y una parte muy relevante de ellas a empresas con menos de una decena de trabajadores. Esta atomización merma, según señala el informe del Think Tank de Movilidad elaborado por GAD3, la capacidad de negociación del sector frente a las presiones de los diferentes agentes de la cadena de suministro. Es por ello que un aumento del tamaño de las empresas es clave para poder hacer frente a problemas claves para su supervivencia.

Las Administraciones públicas, a todos los niveles, deben poner solución a estos problemas con actuaciones a largo plazo, sin esperar a que la situación vuelva a enquistarse de nuevo. Las medidas que se han aprobado recientemente tienen una vigencia, por ahora, de tres meses, lo que puede llevar a la casilla de salida al sector a las puertas de la temporada estival. La inflación y la situación geopolítica ha puesto en jaque, de nuevo, a todo el sector, pero la Ley de Movilidad, una vez que en su proceso de tramitación tenga en consideración las aportaciones de los diferentes actores, puede ser el revulsivo que necesitan para comenzar a solucionar esta situación.