La intralogística busca mejorar la eficacia de la cadena de suministro

Todos los elementos que conforman la cadena de suministro se están reorientando, reinventando, para atender a los nuevos retos que han ido surgiendo desde el año 2019, con la fuerte incidencia social de la pandemia, con la explosión del ‘e-commerce’, y ahora, con la invasión rusa de Ucrania.

La situación en la cadena de suministro va cambiando constantemente, y el sector de la logística y la distribución, en todo su amplio ámbito de servicios tiene que ir, no sólo adaptándose a esos cambios, sino prever que es lo que va a ocurrir a corto y medio plazo, para poder seguir siendo eficientes, tanto con sus proveedores, como con el cliente final.

Nadie esperaba que se acelerasen, por ejemplo, las compras online de la forma que se ha producido debido a la pandemia y a la prohibición de salir de casa o a las limitaciones a la movilidad, que han dado un salto superior a cinco años en el desarrollo del e-commerce, aglutinando, en el caso de España, a más de un 65% de la población residente en el país, a adquirir algún tipo de producto por medio de las páginas webs.

Y es que las cadenas de suministro han sufrido constantes interrupciones y alteraciones desde marzo de 2020, que han afectado a la capacidad de las empresas de entregar los bienes en los plazos previstos. Un problema añadido ha sido la capacidad limitada del transporte que no podía afrontar una demanda disparada en el momento de la crisis sanitaria, e inesperada. Y desde ese instante, se ha registrado un cuello de botella en los tiempos de entrega y, a veces, en la falta de suministro de productos, como está poniendo de manifiesto la situación de paro y protestas de diferentes colectivos de transportistas por carretera.

Desde los referentes del sector logístico, se considera que se está registrando una situación de imprevistos constantes, primero la pandemia, ahora la guerra de Ucrania, y en medio la mencionada protesta de los camioneros, y que hace preciso, cada vez más, que se aporte una visibilidad real en todas las etapas de la cadena de suministro, para conocer con exactitud el estado de las mercancías y su lugar, tanto de recogida, como de almacenaje y entrega.

A ello hay que añadir la crisis que se vivió de materias primas, las dificultades de atención a las exigencias, cada vez más cortas de entrega en el tiempo a los usuarios...Y todo ello conlleva que las empresas del sector busquen soluciones a unos desafíos que han llegado, no para quedarse, sino para exigir una mayor eficacia y seguridad, tanto en los envíos como en las recogidas.

Una primera respuesta ha sido la de la ampliación de los stock en los almacenes, pero eso no es más que un parche a la situación, una actuación a muy corto plazo para afrontar la mayor demanda de productos, y la necesidad de una mayor cohesión entre todos los protagonistas que intervienen en la cadena de suministro.

Pero la que parece más adecuada, o al menos así lo explica el sector logístico, es la de realizar una apuesta por la tecnología y la digitalización, con lo que se optimizarían las infraestructuras que tienen que ver con la intralogística. Es decir, la parte de la cadena de suministro que engloba todos los procesos y movimientos internos de la mercancía, desde la recepción de materias primas y su envío a las líneas de producción, hasta el almacenaje y expedición de productos terminados a los clientes, e incluso la posible nueva recepción en el caso de que un producto sea devuelto por el usuario.

Tecnología y digitalización, que aplicar a soluciones de análisis, de automatización, de seguimiento, de atención tanto al cliente como al comprador de un producto, de recopilación de datos que permitan una mayor eficacia en las entregas en el menor tiempo posible, una solución a la entrega en la última milla...buscando, lo que los expertos denominan, “logística inteligente”.

Pero además hay otro elemento fundamental. Un informe elaborado a finales del pasado año por Transport Intelligence, destacaba que tanto los fabricantes, como los cargadores y los transportistas daban una mayor importancia a las soluciones de visibilidad en tiempo real a la hora de escoger socios y proveedores. Algo que se aproximaba al valor que desde el sector se da a los precios y a la puntualidad, elementos fundamentales para el funcionamiento del sector.

Por lo tanto, el futuro de la cadena de suministro pasa por una actividad intralogística implementada por los nuevos conceptos y aportaciones de elementos que ayuden a una mayor transparencia, claridad en las operaciones y visibilidad en todo el proceso, con el fin de sumar valor a un servicio que cada vez debe reinventarse para armonizar todos los requisitos que se precisa a la hora de servir, realmente, de eslabón entre el fabricante y el cliente final.