Nueve años de profundos cambios en el sector del Transporte y muchos retos por delante

La revista elEconomista Transporte y Movilidad publica su número 100 después de nueve años contando cada detalle de lo que pasa en el sector en nuestro país y fuera de nuestras fronteras. Con un vistazo al tiempo que ha pasado desde aquel septiembre de 2012 en el que el primer número vio la luz, se pueden apreciar múltiples y profundos cambios que han transformado el día a día de las compañías y de los ciudadanos, que han cambiado la forma en que el mundo del transporte se concibe tanto dentro como fuera de las ciudades, por tierra, mar y aire -y también sobre las vías de tren-.

¿Quién pensaba en la imagen de un directivo subido a un patinete llegando a trabajar? Tampoco nadie se imaginaba ver cientos de riders cargados con una mochila al hombro para entregar la comida de miles de restaurantes -y no solo de comida rápida- en nuestras casas y después de solo unos clics en nuestro móvil. Las compras en internet han modificado por completo la logística y la última milla es hoy clave para el sector y está en auge. El vehículo privado va desapareciendo paulatinamente del centro de las capitales y las aceras se llenan de patinetes, bicicletas eléctricas y otras de las de dar pedal de toda la vida. Los coches y las motocicletas de alquiler por minutos son el medio de transporte que muchos eligen cada día y también en sus momentos de ocio. La multimovilidad compartida se ha hecho un hueco en nuestras vidas y las empresas que se dedican a este tipo de transportes son cada vez más, sobre todo en Madrid y Barcelona.

Pero los cambios han ido todavía más allá, sobre todo en los transportes interurbanos. Las regulaciones exigen, cada vez más, apostar por medios de transporte limpios, lo que ha llevado a las compañías a invertir en el desarrollo de nuevos combustibles y energías que puedan sustituir al contaminante diésel. Se lleva años hablando de algunos de ellos, como el hidrógeno o el biodiésel, pero la conciencia verde de las compañías, apoyadas en la ayuda que supondrán los fondos Next Generation EU que ya han comenzado a llegar, deben suponer el empujón definitivo para conseguir la meta de tener un transporte más sostenible.

También se han transformado las aerolíneas. El modelo de bajo coste que hasta hace unos años se había establecido en el corto radio se expandió también al largo recorrido con la creación de empresas que empezaron a cruzar el Atlántico al mismo precio que antes se pagaba por un vuelo en Europa. El golpe del Covid-19 ha paralizado estas operaciones, pero la recuperación de la actividad volverá a poner en marcha una tendencia que ha llegado para quedarse. En el campo ferroviario, si años antes se había llevado a cabo en España la liberalización del transporte de mercancías, durante los últimos meses se ha dado un paso crucial en el de pasajeros que debe concluirse en los próximos ejercicios. Queda camino por recorrer y el Transporte sabrá aprovechar las oportunidades.