Javier Gándara, presidente de ALA: “Hay que estimular la oferta para que la gente vuelva otra vez a viajar y disfrutar del avión”

Aunque el tráfico aéreo se está recuperando durante los meses centrales del año, con mejores ratios de ocupación este verano, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara cree que si bien se está en el inicio de una incipiente recuperación, aún “no se pueden echar las campanas al vuelo”

Las mejoras de los tráficos han llegado, según Gándara, a través de elementos que no existían el año anterior, y que lastraron, sobre todo los meses de julio y agosto, como son un mayor conocimiento del efecto de la pandemia, y, sobre todo, el alto índice de vacunación en Europa y en España. Eso ha permitido que, a su juicio, se haya llegado a una oferta de vuelos del 75%, pero “siempre considerando que eso es la oferta y no la demanda que no ha sido tan alta”. Según las cifras que baraja ALA, “el número de pasajeros en, por ejemplo, agosto, ha sido de aproximadamente un 60%.

Además de esos factores que señala, también ha habido un mejor comportamiento de mercados emisores como Reino Unido y Alemania.

Sí. Porque no nos ha pasado como en 2020, que en julio comenzó a aumentar el tráfico y se mantuvo ascendente hasta mediados de agosto, cuando llegó una nueva ola que se tradujo en una restricción por parte de las autoridades del Reino Unido y de Alemania, y pegó un bajón. Afortunadamente ese elemento no ha existido este verano.

El sector confía en recuperar pasajeros también en este último trimestre del año.

Como ya he dicho antes, parece que estamos en el inicio de una incipiente recuperación, pero si, por ejemplo, cogemos el acumulado de enero y agosto de este año vemos que apenas han volado a España un 32% de los pasajeros que lo hicieron en el mismo periodo del 2019. Es decir, que en el acumulado de los ocho primeros meses solamente uno de cada tres viajeros que lo hicieron hace dos años lo han hecho ahora. Por eso digo que no hay que echar las campanas al vuelo, que hay recuperación, pero es lenta.

¿Cómo cree que va a evolucionar esa recuperación? ¿Cuál puede ser su horizonte?

Confiamos en que al menos la diferencia con respecto al año pasado sea sostenible, y que se consolide su crecimiento durante el 2022, para poder situarnos en cifras de 2019 hacia el 2023 ó 2024. No se puede olvidar que el año 2019 fue récord en el tráfico de pasajeros en España.

Con las restricciones a la movilidad y la problemática con las medidas sanitarias de diferentes países parece que han sido los tráficos domésticos los que están permitiendo esta remontada en España.

Sí. De hecho, podemos decir que el tráfico doméstico en, por ejemplo, el mes de agosto, tuvo un proceso de recuperación cercano al 90%, o sea que si la media de todos los tráficos se ha situado en un 60%, es gracias al doméstico, pues en los otros radios no ha habido un fuerte crecimiento. Si cogemos sólo el largo radio, apenas ha sido de un 20%, es decir que ha tenido un ratio de un pasajero de cada cinco.

Para muchas compañías ese largo radio es el que sustenta su negocio

Una cosa es la recuperación general, y otra la de cada compañía aérea en particular. Cada aerolínea tiene su modelo de negocio y sus segmentos en los que está especializado, y que tiene más o menos incidencia en sus resultados. No obstante, la noticia de que Estados Unidos quita las restricciones de vuelos desde Europa va a favorecer las conexiones transoceánicas.

La temporada de invierno está ya encima de la mesa, y desde Turespaña se apunta a que la oferta de asientos crece en los vuelos internacionales hacia España

Con la desaparición de las restricciones de mercados emisores de la importancia del Reino Unido Y Alemania, es cierto que se puede producir un incremento del tráfico hacia España. Además se debe considerar que uno de los principales destinos europeos en esas fechas es Canarias, al que se suman otros destinos en el país. Pero tengamos en cuenta que una cosa es la oferta y otra la demanda, no es muy exacto como factor de ocupación. Lo que hay que hacer es tener una buena oferta, unos buenos precios y así incentivar que la gente pueda volver a disfrutar de las maravillas que el transporte aéreo facilita.

La actualidad manda y tenemos tres temas candentes, y nunca mejor dicho, como por ejemplo la situación del volcán Cumbre Vieja en la Palma.

Desde la erupción del volcán islandés Eyjafjallajokull en 2010, hemos aprendido mucho. En aquel momento se registró un cierre del espacio aéreo. No se sabía cómo reaccionar inicialmente, pero desde entonces se ha aprendido a como se debe hacer un seguimiento de las cenizas y conocer a que zonas se puede volar con seguridad y a cuáles no. Se está enviando constantemente información a las líneas aéreas al respecto.

Un segundo tema es el que implica por diferentes cuestiones a tres compañías españolas. Hablamos de Air Plus Ultra, de Iberia y de Air Europa.

Nosotros, en principio, no comentamos sobre individualidades. Además, en este caso hay magnitudes completamente distintas. En el primer caso, Air Plus Ultra tiene una presencia en el mercado español muy limitada, no vamos a posicionarnos sobre ella, pero sí quiero destacar que creo que se debe apoyar a la industria aérea. Y en el segundo caso, no sabemos que va a pasar, si al final se integrará Air Europa en el Grupo Iberia o no, pero lo cierto es que en aeropuerto de Madrid Barajas es el único hub en Europa que tiene dos compañías de red ofreciendo sus conexiones a Europa y a América. En el resto de Europa, los hub de los grandes aeropuertos sólo tienen una. Si al final sale la fusión, habrá una compañía más fuerte en Madrid compitiendo con otros aeropuertos internacionales en el tráfico de largo radio.

Y el tercer tema que le comentaba es el anuncio de la llegada futura del Ave al aeropuerto de Madrid Barajas.

La llegada de la alta velocidad al aeropuerto de Madrid me parece que es esencial para poder tener intermodalidad, y de esa forma sí que se pueden evaluar las rutas cortas domésticas que se hacen en avión y si se deben mantener o reducir. Porque precisamente esa posibilidad nos permitiría volar a otros destinos que no están unidos por la alta velocidad ferroviaria. Pero para ello es necesario que tanto los operadores de ferrocarril, como las aerolíneas se adapten a un proceso que puede parecer inicialmente complicado, pero que a la larga sería el óptimo. Es proceso es el que, por ejemplo, una persona que quiera volar desde Valencia a Nueva York a través de Madrid, pueda embarcar su equipaje en el Ave y recogerla en el aeropuerto neoyorquino. Eso sí sería intermodalidad.

Usted es además el máximo directivo de EasyJet para el Sur de Europa, y es obligatorio preguntarle por esa noticia que salió hace unos meses de una posible oferta de compra por parte de Wizz Air.

Es curioso que esa noticia saltó a la actualidad cuando se había anunciado una ampliación de capital. Fue una especulación que vino derivada por la información que se dio a las autoridades financieras británicas sobre esa ampliación de 1.200 millones de libras. En el prospecto que se presentó se indicaba que había habido esa oferta, pero el Consejo ni consideró hacerla pública. Lo importante es que se está en la última fase de esa ampliación que está garantizada. Y por cierto, una parte de esa ampliación va a permitir llevar a cabo inversiones en España. Como por ejemplo, contar con dos aviones más basados en Málaga y otros dos en Palma de Mallorca, con lo que ya tendremos 16 aviones en el país.

El Covid-19 ha llegado para quedarse, ¿qué ha aprendido el sector con la pandemia?

Mas que aprender, nos ha recordado como nos afectan los factores exógenos. Habíamos tenido efectos negativos con el volcán islandés, el 11 de septiembre... Sin embargo no habíamos sufrido una tan inesperada como la pandemia que ha tenido parada la economía mundial durante mucho tiempo. Ha recordado que somos un sector que debe estar atento a todo tipo de factores externos.