Un verano estratégico y complicado para las líneas aéreas en España

Las diferentes compañías aéreas tienen puestas sus esperanzas en los próximos meses, sobre todo en el verano, para poder volver a retomar una cierta normalidad, aunque sea a la baja, gracias a la aceleración de los protocolos de lucha contra a pandemia, a través de las vacunaciones y de la puesta en marcha, por ejemplo, del pasaporte que acredite esa vacunación por parte de la Unión Europea, que se supone estará listo para entrar en vigor a lo largo del mes de junio. De hecho, ya hay previsiones para recuperar a partir del quinto mes del año la conectividad con ciertas rutas que quedaron inactivas por la incidencia de la pandemia.

De hecho, las cifras que se barajan a nivel oficial, y que ha ofrecido recientemente la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) que agrupa en España el 85% del tráfico aéreo, es que durante los meses de verano se operen el 58% de los vuelos con respecto a los que lo hicieron en 2019, y que además supondría, nada más y nada menos, que un 114% de aumento sobre la misma época del 2020. La temporada de verano de este ejercicio, que va desde marzo a octubre prevé un operativo de 787.262 vuelos.

No obstante, y aunque hay un cierto optimismo, como lo demuestra el mayor número de ofertas de las aerolíneas, que para incentivar la demanda están llevando a cabo una campaña de precios más competitivos y con una flexibilidad hasta ahora no conocida de cambio de fechas y reembolsos flexibles, desde ALA, su presidente, Javier Gándara se muestra cauteloso.

Un ejemplo claro es la low cost del Grupo IAG, Vueling, que ya ha puesto a la venta 317 rutas, de las cuales 111 se ofrecen para el mercado doméstico. En total son 1.800 vuelos semanales para conexiones desde la base principal de Barcelona. O la otra de mayor trascendencia y tráfico en España, la irlandesa Ryanair que operará más de 580 rutas este verano hacia y desde España, con más de 2.500 vuelos semanales

En el caso del Grupo Iberia, se prepara la cobertura con 112 destinos desde Madrid, 24 de largo radio y 88 de corto y medio. A los trayectos tradicionales internacionales, este verano Iberia oferta nuevas conexiones, con Maldivas, dos frecuencias semanales en julio y agosto, y en Latinoamérica, con Cali, Guayaquil y San Juan de Puerto Rico. También se rescatan rutas en Europa, como Budapest, Oslo, Split, y Dubrovnik, entre otras. En vuelos domésticos, Iberia Express ha diseñado un programa especial para las semanas centrales del verano, redoblando su apuesta por las conexiones con las Islas, mientras que Air Nostrum retoma 22 conexiones con aeropuertos nacionales y cuatro internacionales.

Un primer trimestre con pocos avances

El primer trimestre del año no ha supuesto un claro avance en el tráfico de pasajeros, que apenas ha crecido con respecto al mismo periodo del 2020, con 8,24 millones de viajeros frente a los 8,12 millones del año de la llegada de la pandemia, y muy lejos de los 19,96 millones del 2019.

Cuando se esperaba un cierto repunte, la caída frente al ejercicio anterior al Covid-19 ha alcanzado el 80,40%, debido, en parte, a la desaparición de los cielos españoles de numerosas frecuencias de las compañías de low cost. Por ejemplo, entre las 20 primeras aerolíneas por movimiento de pasajeros, tan sólo aparecen ocho, y la que mayor tráfico suele tener, Ryanair (589.804 viajeros), se ha visto superada por Iberia (1,18 millones); Vueling (1,02 millones); Air Europa (1,01 millones); Air Nostrum (803.402) e Iberia Express (703.351).

De acuerdo con las cifras que ofrece Turespaña sobre la llegada de viajeros internacionales al país, en el primer trimestre se registraron 1,65 pasajeros, un 87,5% menos que en el 2020, y de ellos, las que han tenido una mayor caída son las compañías de bajo coste, debido a las restricciones de los diferentes países desde donde conectan con las poblaciones españolas. Han sido 495.1575 usuarios (-93,1%), frente a 1,15 millones de las líneas aéreas tradicionales.

Y desde el mismo organismo se apunta a un cierto repunte en el segundo trimestre, dado que la capacidad aérea, es decir los asientos ofertados por las compañías en vuelos internacionales previstos, marcan una caída del 53,8%. (fue del 82% en abril, y se prevé de un menos 48% en mayo y de una bajada del 35,2% en junio).

Eurocontrol prevé una caída del 64%

Los nuevos escenarios de Eurocontrol apuntan hacia una caída del entorno del 64% en los seis primeros meses del año, aunque confía en que los riesgos asociados a las nuevas variantes que se van dando en la lucha contra pandemia, como es la vacunación y los pasaportes sanitario, puedan permitir que la demanda de los viajes aéreos deje de reducirse y pueda aumentar la capacidad de las aerolíneas.

Desde este organismo europeo, se apuntan dos posibles escenarios. El primero es el más positivo, y se basa en una mejora parcial durante el segundo trimestre, lo que facilita la liberación de las restricciones nacionales, que supondría una cierta recuperación con una caída del 55%. Mientras que si se da el segundo, en el que la pandemia es aún persistente y se mantienen las restricciones de movilidad en los países europeos, el descenso de los viajes aéreos caerá hasta el 70%.