El hidrógeno, una solución como energía sostenible

Se buscan energías sostenibles, energías que sean mucho más beneficiosas con el medio ambiente, que permitan controlar y combatir el cambio climático, y parece que todos los fabricantes del sector del transporte, sea cual sea su medio, coinciden en señalar al hidrógeno como mejor tipo de combustible, aunque también se pondere el empleo del gas natural licuado (GNL). Pero este segundo en determinados casos y que sea mucho más universal el primer elemento de la tabla periódica, H.

Los deseos de los diferentes gobiernos de hacer frente a la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera, en especial CO2, están siendo analizados y considerados por las empresas de movilidad mundiales que quieren encontrar soluciones al cambio climático, y que están siendo apoyadas y ponderadas por diferentes fondos desde, por ejemplo en el caso de Europa, la Comisión, o por la aplicación de leyes estatales. A modo de ejemplo se puede señalar la aprobada el pasado 8 de abril por el Congreso de los Diputados español. Ley del Cambio Climático y Transición Energética

En principio parece que quien ha tomado la delantera a todos los sistemas de transporte en el uso del hidrógeno es el ferrocarril, quizás porque es menos complicado utilizarlo en trazados cortos de infraestructura viaria que en una carretera. Pero sea por lo que sea, el hecho constatado es que el empleo de H en los trenes se presenta como una solución generalizada a corto plazo, que incluso ya ha tenido respuesta en los trenes Coradia iLint del fabricante francés Alstom que circulan por la Baja Sajonia (Alemania).

Dese Alstom, se lanza el mensaje de que “el hidrógeno es un nicho interesante para el sector ferroviario. No se trata de competir con la eficiencia de la electricidad, pero sí hay que plantearse si merece la pena electrificar líneas en entornos rurales o contar con trenes de hidrógeno”.

Y ese deseo de uso, es lógico cuando aún hay miles de kilómetros de vías férreas sin electrificar y por ellas circula material rodante diésel, altamente contaminante, y cuando un kilómetro de catenaria supera los 500.000 euros.