Llega la Semana Santa en un mar de dudas
Nadie se atreve a vaticinar que puede ocurrir en Semana Santa con el turismo y por ende con el transporte de viajeros, sobre todo con el aéreo. Hay esperanza en mejorar la situación, pero a menos de 20 días del inicio de estas fechas tan tradicionales para el mercado nacional turístico, nadie se atreve a anunciar que va a pasar. Y los que cuentan que se puede avanzar positivamente en esa línea, los más optimistas a priori, suelen reconocer que hay “mucho canto al sol”.
Los cierres perimetrales que ya han anunciado que quieren llevar a cabo diferentes comunidades españolas para evitar los viajes interiores no van a permitir desplazamientos por carretera y por ferrocarril. Ypor mucho que desde la Comunidad de Madrid se diga que no se va a decretar un cierre de la región, las que rodeán a ésta tienen acordado, salvo sorpresa de última hora, su cierre perimetral.
El caso de la aviación puede ser otro. ¿Cómo se va a intentar controlar los aeropuertos? ¿Las llegadas y salidas de viajeros? Algunas de nuestras infraestructuras están siendo un coladero para los que llegan de fuera cumpliendo los protocolos sanitarios en sus países, aunque aquí a veces no se respetan.o no aquí. Las vacunas no han llegado y es complicado una vacunación masiva antes de Semana Santa, y parece que tampoco lo van a hacer antes del verano. Ahí hay otro “canto de sirena” que ha realizado el Gobierno cuando anuncio hace un mes que para el verano iba a haberse producido una vacunación masiva de la población española. Y eso parece que no se va a poder producir.
La situación de este transporte, el fundamental para el turismo está en un momento de “desastre”, y quizás de desesperación”. Baste con comprobar las últimas cifras de Aena. Una caída de ingresos de 2.262,9 millones de euros por el Covid-19 en 2020, un 50,2% frente a 2019; y unas pérdidas del ejercicio, las primeras desde 2012, de 126,8 millones de euros. Y todo ello con una reducción del tráfico de pasajeros durante el año en España, del 72,4%, hasta los 76,1 millones de viajeros. En enero del presente año, el descenso es superior, de un 83,4%, con 2,81 millones de pasajeros.