Ha pasado un año marcado por la pandemia

Ha pasado un año desde que se inició en el mundo una de las mayores crisis sanitaria de los últimos siglos. La aparición del Covid-19 que inicialmente se contempló como una epidemia más, pronto llegó para quedarse como una pandemia, afectando a todo el mundo en general, y a España en particular. Han sido 366 días, que el año 2020 fue bisiesto, en el que la sociedad ha cambiado su forma de actuar, de trabajar, de moverse. Unos meses durante los cuales el transporte, que es el tema que nos ocupa en esta publicación, no sin olvidarnos de la cantidad de enfermos y fallecidos que se han registrado y que se siguen produciendo con los rebrotes que se han dado desde septiembre, con más de una persona, amigo, vinculado a nuestro sector, ha sufrido unas “tremendas” alteraciones que han llevado a numerosas empresas a tener que cerrar su actividad o a recurrir a ERES y ERTES.

A nivel de nuestro país basta con dar un rápido repaso a las cifras de cierre de los distintos modos de transporte, tanto de mercancías, como de personas, para ver el efecto de esta pandemia a la que, dicho sea de paso, sigue sin encontrarse claras soluciones. Las cifras son claras y contundentes. La movilidad de personas se ha reducido en el año 2020 en un 46,7%, al cerrarse con tan sólo 2.691 millones de viajeros. Con meses donde se ha llegado a superar el 80% de descenso. A nivel urbano, esa movilidad ha caído un 45,8%; y en el caso del interurbano, un 44,8%. Y si se habla del transporte discrecional, el turístico, la disminución ha superado en determinados momentos el 90%, porque turistas no ha habido en el país. Según las cifras que facilita Turespaña, se ha producido una llegada de 36,46 millones de visitantes, un 71% menos que en 2019.

¿Quién se ha visto más perjudicado por ello? Pues naturalmente el transporte aéreo. Según el gestor aeroportuario español, Aena, el año se cerró con un tráfico de 76,06 millones de pasajeros, un 72,4% menor que en el 2019, con un 53,4% menos de operaciones en los aeropuertos españoles de su red. Y qué decir del ferrocarril, que ha sufrido un descalabro importante, sobre todo en la “joya de la corona”, la alta velocidad. El Ave ha perdido un 66% de pasajeros, al sólo transportar en 12 meses 7,6 millones de personas. Por caer, ha caído hasta un servicio tan esencial como es el tren de Cercanías, muy afectado por las limitaciones de movilidad decretadas por el Gobierno y las Comunidades Autónomas. En el caso de los puertos, el movimiento de mercancías ha caído un 8,65%. Y el de pasajeros un 64,52%, con especial incidencia en los cruceros, un menos 87,11%.

La esperanza está en el proceso de vacunación, y en las medidas sanitarias que permitan atajar los posibles rebrotes. Y así llegar a una mínima normalidad en el horizonte del verano, pues para el sector en general, antes se ve como difícil.