Un viaje hacia la sostenibilidad

El mundo entero está trabajando hacia un futuro más sostenible, para ello, las Naciones Unidas, definieron la Agenda 2030, que plantea 17 objetivos a alcanzar ese año, los denominados ODS. Esto ha llevado a la definición de múltiples estrategias para contribuir a la consecución de dichos objetivos, impulsados tanto por gobiernos como por todo tipo de organizaciones. El Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la ONU, se celebra cada 5 de junio desde 1972, coincidiendo con el inicio de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente. Entendemos la sostenibilidad como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. En este sentido, el papel del transporte a la hora de proveer servicios en la movilidad del futuro, y más concretamente el rol del autobús, es clave para la movilidad sostenible, ya que contribuye de forma directa al bienestar de los ciudadanos, la vertebración del territorio y la sostenibilidad de la economía. El autobús está capacitado para liderar la reactivación económica sostenible de España, garantizando la movilidad y el arranque del resto de sectores. Nuestro sector apuesta por tres líneas de trabajo para liderar la movilidad del futuro tanto dentro como fuera de las ciudades: sostenibilidad medioambiental, digitalización y cohesión social y territorial. Queremos poner el foco en la necesidad de evolucionar hacia un modelo de organización de servicios de transporte público para contribuir a la sostenibilidad medioambiental y económica. El sector está realizando un importante esfuerzo en materia de ahorro energético, limitación de las emisiones de CO2 y de partículas o el uso de fuentes de energías limpias, como el gas y las renovables, tanto en las flotas como en las instalaciones. El transporte, en cualquiera de sus formas, ya sea público o privado, en coche, autobús, tren o avión, está viviendo un profundo cambio de paradigma. Las nuevas necesidades y preferencias de los usuarios están cambiando la manera en la que éstos consumen servicios de movilidad.

La creciente preocupación por la calidad del aire, la contribución al cambio climático o la progresiva descarbonización de la economía, van a suponer una transformación completa de la movilidad de 2021 en adelante, que tiende a ser eléctrica, conectada y compartida. La contribución del autobús, como modo de transporte, al desarrollo de una movilidad sostenible, resulta ser más eficiente que el vehículo particular en términos de viajeros-km. Así, un aumento en el uso del autobús podría reducir drásticamente los problemas de contaminación y congestión en las ciudades, ya que cada uno de estos vehículos de transporte colectivo sustituye a una media de 20 turismos, evitando así la emisión de 6,7 millones de toneladas de CO2 que se hubieran generado si los mismos usuarios se hubiesen desplazado en su propio vehículo. Un autobús emite 28,4 gramos de CO2 por viajero y kilómetro recorrido, frente a los 157,5 gramos que emite cada coche particular.

El autobús es el modo menos contaminante en términos de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), siendo un 13% menos contaminante que el tren, y el segundo modo de transporte motorizado menos contaminante en emisiones de CO2 -68 gramos de dióxido de carbono por pasajero y km- sólo por detrás del tren. De este modo, el autobús se posiciona como agente clave en la lucha contra la congestión, la contaminación y el cambio climático. Además, el fomento en los últimos años de algunas medidas como la transición a una flota de combustibles alternativos y el empleo de la tecnología para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones, contribuyen a que sea una forma de transporte percibida como cada vez más respetuosa con el medioambiente. En este contexto, la regulación del transporte de forma clara, ordenada y sistemática debe ser una prioridad para las diferentes Administraciones, con políticas encaminadas a estructurar los distintos sistemas en términos de eficiencia, seguridad y sostenibilidad, no solo en las principales ciudades y áreas metropolitanas, sino a lo largo de todo el territorio. Igualmente, en materia de sostenibilidad económica, el autobús es considerablemente más eficiente que cualquier otro modo de transporte público al no necesitar grandes inversiones en infraestructuras dedicadas ni requerir una operación excesivamente compleja comparada con otros modos. El transporte en autobús está preparado para asumir una posición de liderazgo, aprovechando las oportunidades que surgen en esta nueva realidad económica y social sin emisiones.

Pero ¿qué impacto tiene este movimiento hacia la sostenibilidad sobre el transporte en autobús? Nos encontramos ante el desafío de potenciar la imagen del sector, comunicando de forma más clara a la sociedad la realidad de que el autobús es un modo de transporte de bajas emisiones por pasajero, es una oportunidad para que el sector reivindique su papel en el esfuerzo colectivo ante el cambio climático. Debemos trabajar por una movilidad sostenible, segura y conectada; hacer del usuario el foco de las decisiones.

Por otro lado, debemos trabajar para incrementar el uso de combustibles alternativos. De hecho, para alcanzar los objetivos de cero emisiones, varios países han anunciado fechas tentativas sobre la prohibición de vehículos de combustión. Los planes de reforma presentados por CONFEBUS se centran en la sostenibilidad y la digitalización del sector español de autobuses, al mismo tiempo que buscan promover el empleo de alta calidad y garantizar un servicio público de confianza y continuo. Unas prioridades que están muy en consonancia con los objetivos que la Comisión Europea propone para la política de transporte de la UE en los próximos años. Las empresas asociadas de CONFEBUS consideran que la renovación de flotas y otras medidas para mejorar la sostenibilidad deberían ser uno de los principales criterios de valoración de las licitaciones de los servicios públicos de transporte de viajeros por carretera. Estamos comprometidos a actuar para reducir el impacto medioambiental, el sector lleva años apostando por la incorporación del uso de energías renovables en sus flotas de autobuses y la mayoría de las empresas cuentan ya con vehículos híbridos, eléctricos o impulsados por gas natural. El objetivo último del sector del autobús en materia de medioambiente es convertirse en un icono de la movilidad sostenible y centrado en el usuario.