Amanece, que no es poco
Parafraseando esa extraordinaria e inolvidable película de José Luis Cuerda, parece que con el nacimiento del mes de junio una pequeña luz se ve al final del largo túnel que el transporte en general, tanto de mercancías como de pasajeros está sufriendo desde mediados del mes de marzo del pasado año. Parece ser que ese amanecer, que no normalidad, está más cerca, y por ello debemos congratularnos, a pesar de las piedras en el camino que se van poniendo por parte de algunos, de los que es mejor no hablar pues ya se sabe que su presencia siempre es temporal por mucho que se aferren a silla, sillones y escaños.
El sector aéreo va lentamente recuperándose. Atrás quedan esa escasez de pasajeros, ese prácticamente 80% de desaparición de viajeros de las aerolíneas, y tal y como me comentaba recientemente un amigo, “he hecho un vuelo que parecía que iba en avión privado”. Las previsiones de Turespaña de asientos previstos en vuelos internacionales crecen y ya tan sólo bajan en junio en un 36,1%. Se esperan 7 millones de viajeros; y en julio desciende aún más el volumen negativo, hasta un 28,8%, con un volumen de 8,3 millones. Asímismo, las compañías aéreas que operan en España están aumentando en frecuencias hacia Europa y Latinoamérica.
Importante ha sido la última decisión del Gobierno de aceptar el regreso de los cruceros internacionales a nuestros puertos a partir del 7 de junio. Y el movimiento de mercancías en los mismos que están rozando ya crecimientos anteriores a la pandemia. El último dato a mes de abril, apunta a una leve caída del 0,19%. Y qué decir del mundo ferroviario. En pleno Año Europeo del Ferrocarril, España ya cuenta con un operador foráneo que ha traído su tren low cost, la compañía francesa Ouigo; y a partir de finales de junio va a recorrer los raíles de la alta velocidad entre Madrid y Barcelona el tren de bajo coste de Renfe, Avlo.
Parece que se va haciendo realidad lo de la luz al final del túnel, y es que en este país, que de momento se sigue llamando España, se sabe resistir, y sobreponerse a cualquier situación negativa, porque siempre “amanece”.