Adif limpia las vías en previsión de incendios

Adif pone en marcha un plan de prevención ante posibles incendios para evitar que alguno de ellos pueda afectar la circulación ferroviaria

Como todos los años, desde el primer día de junio, entra en vigor el Plan de Prevención contra los Incendios con el que el administrador de las infraestructuras ferroviarias, Adif, establece una serie de medidas y acciones de carácter preventivo para reducir el riesgo de que se generen focos de incendio tanto en la vía como en las zonas de servidumbre, que puedan afectar al normal desarrollo del tráfico ferroviario en el país.

Este plan se articula en dos ejes principales de carácter preventivo: la supresión tanto de las fuentes de ignición como del material combustible. Para cada uno de ellos Adif, a través de sus propias áreas de mantenimiento de infraestructura y de gestión de tráfico, y las 16 empresas ferroviarias operadoras de transporte -de viajeros y de mercancías- desarrollan acciones encaminadas a su eliminación.

Así, es responsabilidad del administrador de la infraestructura la revisión y restricción de los trabajos con fuente de ignición cuando se den condiciones meteorológicas adversas, la vigilancia del buen funcionamiento de los detectores de altas temperaturas de los sistemas de rodadura de los trenes, instalados en las vías, y la limpieza química y mecánica de los márgenes de la vía para eliminar el material combustible, tanto la vegetación como el material de desecho.

Por su parte, las empresas operadoras son las responsables del control del buen estado de los sistemas de frenado y de los motores de combustión para evitar que no desprendan chispas que puedan ser origen de incendio.

Para ello, las brigadas encargadas por el ente gestor ferroviario limpian los márgenes de las vías, también éstas, dado que crecen diferentes tipos de hierbas entre los raíles, que ante la sequedad del verano y las altas temperaturas que se suelen dar, en general, en todo el país y, en particular, en determinadas comarcas del interior, pueden ocasionar algún incendio, sin desechar los fenómenos meteorológicos, como las tormentas eléctricas que pueden hacer caer rayos, o la simple fricción de los convoyes sobre los raíles

El plan de prevención tiene una vigencia anual, pero se refuerza sobre todo a partir del mes de junio, durante los tres meses de verano, que son los que tienen un mayor riesgo de incendios, aunque eso no quiere decir que no se esté actuando durante el resto del año en el desbroce y limpieza de vía y de los bancales próximos.

El transporte ferroviario no se encuentra al margen de esos riesgos que se pueden generar en cualquier punto del país, y precisamente lo que se intenta evitar es que pueda afectar al correcto funcionamiento de los trenes. Tiene como objetivo, pues, minimizar la posibilidad de incendios en la red ferroviaria colaborando de forma activa y coordinada con todos los actores ferroviarios.

La actuación se aplica sobre toda la Red de Interés General y por lo tanto afecta a los más de 15.000 kilómetros de vías ferroviarias, tanto de ancho de tipo estándar, UCI, unos 3.140 kilómetros aproximadamente; ancho ibérico, más conocido como ancho convencional, algo más de 11.000 kilómetros; y al ancho métrico o de vía estrecha, unos 560 kilómetros.

Con el fin de garantizar el funcionamiento de los trenes en todo el país, el plan de Adif define las acciones preventivas y correctivas que llevar a cabo en cada momento, así como delimita las responsabilidades de cada uno de los actores que intervienen en la explotación ferroviaria, para prevenir que se produzca un posible fuego en las proximidades de la infraestructura, ya sea provocado por la propia actividad ferroviaria, como cuando el origen pueda ser ajeno al mismo

El Plan traza una serie de iniciativas preventivas, que actúan, en primer lugar, sobre la propia infraestructura, tanto en la especial vigilancia en los trabajos de mantenimiento con fuentes de ignición como refuerzo de labores de limpieza química y mecánica de la vegetación. Se vigila el paso de trenes por las estaciones para detectar cualquier anomalía en los convoyes.

También se actúa sobre el mantenimiento de los sistemas de detección de los posibles sobrecalentamientos de los ejes de los trenes, dado que el calentamiento de los ejes de rodadura es un riesgo a tener en cuenta durante este periodo.

Esta serie de actuaciones no sólo las lleva a cabo Adif, sino que las empresas ferroviarias, los operadores, tanto de pasajeros como de mercancías, deben cumplir también su parte en el protocolo preventivo. Éstas deben controlar los sistemas de freno de los trenes que operan, así como revisar los equipos de aire acondicionado, los sistemas de combustión y calentamiento de los motores, sobre todo en el caso de las locomotoras que van propulsadas por diésel con sus tubos de escape.

También hay que contemplar la conexión que se tiene desde el centro de gestión de la red H24 que coordina todo el plan desde Madrid, con la Agencia Estatal de Meteorología para estar al tanto de la predicción de los fenómenos meteorológicos adversos proyectada sobre la Red Ferroviaria de Interés General cada cinco kilómetros.