Guerra de guerrilas en la industria ferroviaria

La adjudicación del suministro de 146 trenes de cercanías por un importe de 2.560 millones de euros a la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), en consorcio con la canadiense Bombardier, con destino a la red de cercanías RER B de París, no ha sentado nada bien al otro competidor, Alstom, que ha iniciado una “guerra de guerrillas” para intentar boicotear el contrato, con una actuación tan peregrina y fuera de forma como es impugnar la decisión tras haber incorporado a la compañía canadiense a su división de movilidad. Con esta adquisición, fusión, integración, o como quieran ustedes llamarla, el fabricante francés intenta torpedear la operación retirando a Bombardier de la parrilla de salida.

No obstante, parece que la cordura se ha instalado en el país vecino, y que por esta vez no se va a imponer el chovinismo, ya que tanto SNCF como RATP, ofertantes del contrato, lo han dado por finiquitado y adjudicado a CAF y Bombardier, pese a los obstáculos judiciales que Alstom ha llegado a interponer para no perder el negocio. Ambas partes, los demandantes de los trenes y el fabricante francés anda “a la greña” amenazándose mutuamente con entrar en un largo proceso ante los tribunales, aun cuando desde SCNF y RATP se haya señalado públicamente que se sobre entiende que el compromiso firmado por CAF y Bombardier es correcto y vinculante, y que nada tiene que ver con la posterior compra de la canadiense por la francesa, porque al adquirirla, lógicamente, se ha hecho cargo de los compromisos adquiridos anteriormente por Bombardier.

Pero no quiero dejar esta columna sin hablar de una empresa ferroviaria emblemática, no fabricante, sino dedicada al transporte de pasajeros y mercancías, me refiero a Renfe, que este año cumple 80 años. Recuerdos que me trae “la carbonilla” en los ojos al bajar la ventanilla y mirar la locomotora en alguna curva, o las tres clásicas clases en las que se viajaban en los años 50 y 60, tercera de madera, segunda de plástico y primera de tela; o de esas esperas de horas para que las máquinas cambiasen de vía. Las “tortas de Alcázar” en la conexión hacia Alicante, o las rifas de caramelos. Un, diría que, romanticismo, que ha sido parte de nuestra niñez y adolescencia.