Año de nieves,
año de bienes

Al menos eso es lo que dice el refranero español. Y parece que la “amiga” Filomena nos lo puede anunciar, aunque de momento lo que ha creado es un caos en el país, que, pese a los avisos y al conocimiento que se tenía de su llegada, ha cogido a todos en ... El caos en el transporte ha sido espectacular. Carreteras cortadas por estar intransitables. Nevadas copiosas, una de las más fuertes de este siglo que ha demostrado que este país nunca se prepara para lo que llega, que sigue improvisando. Trenes parados y sin circulación entre Madrid y el resto de las capitales de provincias. Puertos de montaña cerrados. Vehículos tirados en las cunetas, algunos, o muchos, con sus conductores y pasajeros dentro a la espera de que los magníficos cuerpos de seguridad y de la UME, pudieran rescatarlos, en una labor que nunca será bien ponderada, pero seguro que será utilizada por nuestros políticos, incluso por aquellos que deciden dar la cara cuarenta y ocho horas después del caos, para ponerse una medalla, y que niegan la mayor, como si jugasen al mus, o que ponen cara de póker cuando se les pregunta el por qué de la situación. Los aeropuertos con problemas. El más importante del país parado, cerrado por la nieve, ¿pero no se había anunciado hace días que llegaba la tormenta Filomena, con su fuerte carácter?. En fin que seguimos siendo, como dijo el poeta don Antonio Machado, “un país de pandereta”.

Pero vayamos con la esperanza de que se convierta en realidad el refrán, y confiemos en que la nieve caída en los primeros días del nuevo año nos traiga un 2021 cargado de optimismo. Que por fin la vacuna contra el Covid-19 funcione y que la confianza en volver a viajar, a moverse por el país, regrese a los hogares españoles. Sería bueno comenzar a ver aviones con al menos un 50 por ciento de ocupación; trenes circulando a tope; los autobuses de medio y largo recorrido ejerciendo como tales, uniendo con esa malla que cubren los diferentes destinos del país. Lo mismo con los transportes de mercancías por carretera, a los que se debe un agradecimiento infinito por su comportamiento en la crisis sanitaria, que además se ha llevado a muchas empresas por delante. Y en los puertos, pues lo mismo, recuperación, y el regreso de los cruceros,, que pese a quien pese, son riqueza para el país. Turismo en general que debe regresar y que seguro que lo va a hacer.