El Corredor Mediterráneo permitirá subir los camiones al tren

El Corredor Mediterráneo es uno de los nueve que se consideran fundamentales para las conexiones europeas dentro de la llamada Red Transeuropea del Transporte (TEN-T) “Conectar Europa”, desarrollada para la mejora de las comunicaciones tanto de personas como mercancías.

Desde el año 2011 tanto la Unión Europea como el Gobierno español fijaron como una de sus prioridades finalizar las obras de los 1.300 kilómetros de vía ferroviaria que debe unir Almería con la Frontera Francesa, desde Algeciras dando forma a la parte española del llamado Corredor Mediterráneo, uno de los nueve considerados de primera necesidad por Bruselas dentro de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), que forma parte del desarrollo del proyecto “Conectar Europa”.

El desarrollo de esta conexión que debe recorrer el arco mediterráneo español no acaba de avanzar, en sus obras, lo rápido que los empresarios y la sociedad de la zona levantina desearían, para poder aprovechar su intermodalidad, sobre todo a nivel ferroviario con el fin de mejorar la eficacia de la movilidad de sus productos hacia Europa. De hecho, desde las diferentes plataformas reivindicativas que demandan que esta infraestructura avance y se consolide, se considera que es “vital para el futuro de la economía española a nivel internacional”.

El denominado Corredor Mediterráneo, uno de los nueve prioritarios del proyecto “Conectar Europa”, arranca en Algeciras y tras recorrer por el litoral español penetra en Francia, continúa por Italia, Eslovenia, Croacia y termina en la localidad húngara de Zahony, dando servicio radial a todos esos países tanto en el servicio de mercancías, el más importante para esta conexión, como para el transporte de pasajeros en una menor medida.

Es cierto que las obras no se han detenido, pero también lo es que marchan con una cierta lentitud, que hay tramos donde aún no se han comenzado los trabajos, que el nivel de ejecución es muy diferente entre unos y otros, y que algunos están únicamente sobre el papel.

Por ejemplo, la conversión en doble vía de ancho ibérico a ancho internacional entre Portbou y Figueras, con el fin de evitar transbordos en la frontera; o en la zona industrial de Castellbisbal y en los accesos al puerto de Barcelona, que siguen sin puesta de ejecución y que deberían estar finalizadas para el año 2024.

La unión con Tarragona, considerada el quinto tramo, tiene dos grandes compromisos en marcha por parte del Gobierno: el fin de los túneles de Castellbisbal, previsto para 2022, y la colocación del tercer carril, que se finalizará en 2023. Y en la Comunidad Valenciana, el paso a través de Vandellós, tiene marcada como fecha clave el año 2024. Más al sur la conexión con Alicante y Murcia todavía tiene partes pendientes de licitar.

Desde el sector empresarial, se urge a que el Gobierno acelere las obras de esta infraestructura que presenta un retraso de 25 años, ya que debería estar operativa en el año 2025, y tal y como señala el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, AVE, Vicente Boluda, es muy complicado que se logre, a la vez que recuerda en sus diferentes intervenciones reivindicativas que “el desarrollo de esta infraestructura tiene beneficios que no admiten discusión, tanto en el ámbito económico, como en el medioambiental, social y territorial”. Es decir, que no solamente hay un interés de negocio, sino que esta conexión va mucho más allá, porque va a favorecer poder sacar camiones de las carreteras.

Desde la Asociación de Cargadores de España no sólo se pide también una mayor rapidez en el desarrollo de las obras, de hecho ya hay operadores que hablan de poder tener circulando trenes de hasta 500 metros de forma diaria. Y se afirma, gráficamente, que se trata de “subir el camión al tren”. Y esta operación, para un país como es España donde el 90% de las mercancías se mueven por carretera, puede llegar a suponer, según los estudios realizados, un ahorro anual de 900.000 toneladas de CO2 de emisión a la atmósfera.

Cierto es que las obras avanzan, pero no lo hacen con la rapidez que se esperaba, y de hecho aún hay tramos en los que no se ha comenzado a operar en las infraestructuras, algo que es denunciado desde hace cinco años por la organización “Quiero Corredor”, iniciativa de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) que integra a los principales representantes, no sólo del sector empresarial valenciano, sino de las comunidades por donde discurre ese corredor, y que lleva años pidiendo la construcción de una doble plataforma ferroviaria de ancho internacional que recorra el litoral mediterráneo español desde Algeciras hasta la frontera francesa, uniendo las ciudades mediterráneas entre sí y conectándolas con Europa.

A nivel técnico, especifican la necesidad de crear una doble plataforma para separar trenes de pasajeros y de mercancías, aumentando su capacidad. De conseguir finalmente la finalización de esta vía, se conectará con la red transeuropea que recorre 3.500 kilómetros y concentra el 54% de los habitantes de Europa y supone el 66% del PIB de la UE

Recientemente esta plataforma se ha reunido en Madrid para dar de nuevo forma a sus reivindicaciones y denunciar que “no tiene ningún sentido que no esté ya en marcha” el corredor, y tachar los plazos y parones en los trabajos de algunos tramos como “inadmisibles”.

El desarrollo de esta red ferroviaria circular en la península ayudaría a complementar el clásico diseño radial que existe actualmente, facilitando el transporte de viajeros y mercancías por todo el territorio nacional y hacia el resto de Europa. Durante el último año, según denuncian los empresarios unidos en este movimiento, las obras del Corredor Mediterráneo “no se han activado especialmente. Más bien todo lo contrario”.

Desde el Gobierno, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, (Mitma), Raquel Sánchez, ha comunicado a los reunidos que el tramo por ferrocarril entre Almería y la frontera francesa estará concluido en el año 2026. Y que se avanza “en la buena senda”. Una fecha que viene “presionada” por el hecho de que los fondos europeos del programa de recuperación Next Generation, deben ejecutarse antes de ese año. Lo que hace necesario que se aceleren las obras.

Asimismo la ministra ha señalado que los Presupuestos Generales del Estado para 2022 recogen una inversión de 1.700 millones de euros para esta infraestructura. Lo que va a permitir avanzar las obras en todas las comunidades en las que se están llevando a cabo. La comunidad catalana contará con más de 540 millones de euros para el corredor; la valenciana, con más de 377 millones; Murcia con más de 233 millones y Andalucía con más de 558 millones de euros.