Llega el 9 de mayo, ¿fin del estado de alarma?

Con todo lo que está pasando en el país, se nos había olvidado, o al menos no recordábamos que el próximo 9 de mayo, domingo, acaba el Estado de Alarma en España, o al menos se espera que sea “el punto y final del mismo”, tal y como ha anunciado el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez. No obstante, como no suele acertar en casi todas sus apreciaciones en la situación del país bajo la pandemia, se ha guardado un as en la maga para señalar que el objetivo del Gobierno es que una vez vencido el plazo no sea necesario prorrogarlo más. Un as que puede ser un comodín si atendemos a las declaraciones que va realizando un día sí y otro también, cuando apunta que “nos aproximamos al final de esta pesadilla” pero que “aún debemos protegernos, no podemos bajar la guardia”

Bueno pues. Situémonos en lo mejor de la situación, en el optimismo de nuestras autoridades, y pensemos que ya hay movilidad por todo el país. Pero... ¿la va a haber? La vacunación no va a avanzar tanto como quisiéramos, y eso de que para el verano el 70% de la población residente en España va a tener implantada al menos la primera dosis, es más o menos un eufemismo. Y ello porque no hay vacunas, y las que han llegado al país y se están utilizando no convencen a muchas administraciones y sanidades que, en algunos casos, han dejado de vacunar. ¿Y la posible escalada con la apertura a la movilidad?

El sector del transporte ya no sabe a qué atenerse, aunque desde los diferentes sistemas públicos del tráfico de pasajeros se está preparando ya la vuelta a una “lenta” actividad, a un intento de recuperación, pausado, de sus movimientos. No se puede seguir manteniendo unas ocupaciones en trenes, aviones o autobuses de media y larga distancia, por encima del 60% de caída, y confiar en que ya llegará el verano. ¿Y qué medidas se pueden adoptar si resulta que todos los condicionantes de la pandemia se vuelven a recrudecer y el 9 de mayo no hay “punto y final” ? No creo que las administraciones autonómicas y locales estén preparadas para dar una respuesta, y que como cuando se produce una sequía, todos miran hacia el cielo para buscar la lluvia, esta vez la vacuna y pedir que no haya rebrotes.