Con la esperanza puesta en la llegada del verano

La Semana Santa no se ha comportado como se esperaba, con algunas mejoras en el transporte con un mayor número de desplazamientos, tanto a nivel interior como exterior. Los rebrotes y el miedo a una nueva sucesión de olas de contagio han llevado a las diferentes administraciones regionales y locales a mantener un cierre perimetral que ha lastrado la movilidad de los residentes en el país. Si bien se han registrado viajes en las circunscripciones provinciales y regionales, no ha habido la deseada, por las empresas de servicios de transporte de pasajeros, mejora en el tráfico. El que sí ha crecido, y en cantidades alarmantes para el cambio climático, para la contaminación ambiental, ha sido el empleo del vehículo particular.

El tráfico aéreo se mantiene a la baja y aunque desde Enaire se apunta que el descenso de los vuelos se aminora en marzo, con tan solo una caída del 53,8 %, y que se espera que se mantenga a ese ritmo en los próximos meses para llegar a números más favorables en los meses veraniegos, y a la espera de que AENA de a conocer los movimientos que han mantenido los aeropuertos españoles regidos por su red, la situación no es la más favorable. Cierto es que todas las compañías se preparan para dar el “do de pecho” entre junio y septiembre, sobre todo si se cumple en el país esa “promesa”, “proclama”, “confianza”...anuncio en fin, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que para el verano el 70 por ciento de la población española estará vacunada contra el famoso virus del Covid-19. Hay que recordar que en principio iba a ser antes del verano, y que ahora se mantiene como nueva fecha la llegada del estío. Habrá que verlo para creerlo. Pero volviendo al tráfico aéreo y a la confianza de las compañías en que se produzcan mejoras importantes, hay ue destacar, y sin querer ser “tremebundistas”, las cifras que maneja Turespaña sobre la capacidad aérea hasta mayo medida en los asientos que se ofrecen, a nivel internacional, por las diferentes aerolíneas que operan en el país. Y no es que sea tan optimista, pues se indica que en todos los mercados hay reducciones y que en general se puede hablar de hasta un 65,1 por ciento de menos oferta.

Sin embargo, el optimismo se puede encontrar en otro medio de transporte, el ferroviario. El 10 de mayo se lanza a operar el nuevo contrincante de Renfe, el tren de bajo coste francés Ouigo; y a finales de junio lo hace en modelo de la compañía pública española, el Avlo. Se supone que tras la finalización del estado de alarma el 9 de mayo, la movilidad vuelva a ser permitida, y los residentes en España puedan viajar de forma tranquila y segura por el país.

Del transporte de pasajeros por carretera, en la media y larga distancia, así como el el modelo discrecional, es complicado hablar, será preciso esperar para comprobar las posibilidades que se le permiten en los próximos meses.