El transporte adelanta un otoño “muy duro” y pérdida de empleo

Las patronales alertan de que la demanda y la actividad está lejos de recuperarse. La crisis y las nuevas limitaciones por el coronavirus han hundido el consumo, el turismo y las exportaciones llevando a muchas pymes a quebrar y aseguran que los “Erte se convertiran en ERE”.

El pesimismo se ha instalado en el sector del transporte, que ya da por descontado un otoño “muy muy difícil” y una pérdida masiva de empleos por el cierre de empresas y la posible finalización de los Erte por fuerza mayor en diciembre. La recuperación en V de la economía está más que descartada y el objetivo ahora es evitar a toda costa una recuperación en L, que se ve cada más cercana, y que todos los Erte se conviertan en ERE, algo que pasará en muchos casos. Y es que los rebrotes de coronavirus, las nuevas restricciones y la crisis económica fruto del confinamiento han dejado el transporte de pasajeros bajo mínimos y siguen lastrando a las mercancías, que alertan de que, pese a la reactivación de la economía, la recuperación y el crecimiento están muy lejos. “El otoño va a ser muy duro para todos los sectores. No se va a recuperar ni el empleo ni la actividad porque no hay demanda. Estamos bajo mínimos en la temporada alta y el invierno será peor porque, no hay perspectiva de que vaya a haber ferias y congresos”, asegura Rafael Barbadillo, presidente de la patronal de autobuses Confebus.

El directivo ha reconocido que cada rebrote implica una paralización inmediata de la poca demanda que hay en movilidad y ha advertido de que la mitad de las empresas del sector van a terminar cerrando ahogadas por la deuda. Y es que, tal y como señala Barbadillo, los créditos ICO se están acabando y las moratorias de los leasing elevan la presión sobre las compañías de autobús que no han vuelto a registrar casi ingresos desde que se paralizó la actividad. “El transporte discrecional prácticamente ha desaparecido y la demanda del regular está dramáticamente baja”, alerta el presidente de Confebus. En esta línea, Alfonso Taborda, presidente de la patronal Direbús, señala que el sector “prevé meses, como los que hemos vivido hasta ahora, de nula facturación”. Así, el representante de una buena parte del transporte discrecional por carretera alerta de que se verán “concursos de acreedores, despidos masivos y cierres de empresas”. Previsión a la que pone cifras: “en los próximos seis meses de los 50.000 empleos directos que genera el sector se perderán entre el 70% y el 80%”.

Las aerolíneas transportaron en julio un 74% menos de pasajeros que un año antes, lo que implica que la demanda fue prácticamente la mitad que la capacidad (el 40%). Pese a que el dato es peor de lo esperado, julio se ha convertido en el “mes bueno” del verano ya que agosto ha sido un desastre por la reactivación de las limitaciones, y septiembre va por el mismo camino. Las aerolíneas están lanzando ofertas para tratar de reanimar la demanda de estas últimas semanas de la temporada alta, pero las agencias de viaje señalan que las reservas son un 10% de las registradas el año pasado. De cara al otoño y el invierno la incertidumbre es total y las compañías trabajan al día mientras ejecutan fuertes reducciones de flota que, inevitablemente, implicarán despidos. Iberia ya ha eliminado 800 empleos al no renovar temporales. “La incipiente recuperación de julio se ha visto truncada por las restricciones de viajes. Las compañías aéreas no sólo se han visto obligadas a ajustar su operativa para adaptarse a la menor demanda, sino también su plantilla. De hecho, IATA estima que más de un millón de empleos están en riesgo”, explica Javier Gándara, presidente de ALA.

Dentro de la movilidad, el transporte urbano también está sufriendo por el desplome de la economía, el cierre de negocios y el auge del teletrabajo. El taxi ha perdido más de la mitad de la demanda y no se espera una mejora en el medio plazo. “La crisis se agrava en un ciclo diabólico de recesión, con la amenaza latente de una segunda ola que retrae gastos e inversiones, al multiplicar la incertidumbre”, señala Emilio Domínguez, secretario técnico de Fedetaxi, que augura despidos en el sector tras los Erte. “El 75% de los 35.000 asalariados del sector están en ERTE y no se prevé una recuperación de los trabajos porque las previsiones de rentabilidad de los taxis no dan para cubrir los gastos. Más de la mitad de estos conductores pasarán a ERE”, asegura.

Las mercancías son la misma música, pero con otra letra puesto que su actividad no ha desaparecido, si no que “sólo” registra caídas del 40-50%. “Se verán mejoras, pero seguirán siendo meses muy duros incluso si las restricciones a la movilidad disminuyen”, señala Ramón Valdivia, secretario general de Astic, que se muestra más optimista con el transporte por carretera y asegura que el 80% de los conductores en Erte ya han vuelto a trabajar. Aun así no se prevén contrataciones en un sector caracterizado por un déficit de mano de obra.

Por su parte, Juan Diego Pedrero, presidente ejecutivo AEFP (trenes), asegura que “las empresas del sector están en una situación muy difícil y siguen muy lejos de recuperar los volúmenes antes del Covid” ya que muchos sectores ligados a la exportación “seguirán bajo mínimos”. “No va haber una recuperación del empleo en el sector a fin de año y se va a destruir más empleo, pasando de Ertes a Eres”, dice. Los cargadores, otra parte de la cadena, tampoco miran con optimismo a la recta final del año. “Las previsiones que barajamos no son buenas. Nada indica que se vaya a producir la tan ansiada recuperación en V. Muchas pymes han luchado por mantenerse a flote durante este periodo para al final morir en la orilla, lo que implicará desempleo. Además, la incertidumbre y la precariedad laboral frenan el consumo, y no se puede salir de esta crisis si no se reactiva el consumo”, señala Nuria Lacaci, directora general de aEUtRAnSMeR.

La logística ve como parte de su negocio, el de los grandes movimientos, cae un 50% mientas que la última milla se dispara por el comercio online. Así, el negocio rentable no remonta mientras que el que tiene márgenes ajustados y precisa de una fuerte inversión crece por encima de lo esperado. “No estamos aún ante una recuperación del consumo, sino ante una reactivación fruto del desconfinamiento. No hay previsiones de subidas del número de afiliados. El objetivo sería que no siguiera reduciéndose”, dice Francisco Aranda, presidente de UNO.